De repente, sus ojos se iluminaron, y vio con quién estaba hablando el hombre en cuestión, e inmediatamente tomo dos copas de vino y le ofreció una Astrid. Ella se negó, todavía tenía secuelas de la salida anterior. Se acercaron.

Pero cuando ya casi llegaban, escucharon una voz familiar ― director, ¿le gusta esa pintura? Puedo renunciar a ella.

― ¿Qué tan bueno es esto?

―No importa que tan bueno sea, alguien debe apreciarla. En mi caso, no tiene ningún valor en absoluto, pero en tus manos, puede ser mejor. Director Dacher, no sea cortes, llamaré a alguien mañana.

―El Sr. King es muy educado, ¿pero tiene algo que decirme? ―El director sonrió feliz y brindó por James.

El alzo las esquinas de su boca y tomó un sorbo de champán ― No seas demasiado educado, solo estoy siendo amigable.

―Si tiene algo que decir, el Sr. King puede decirlo directamente ― el hombre fue directamente al grano.

James entendió y dijo en voz baja ―Escuche que está organizando audiciones para una nueva película, y va