- ¿No viste su entrevista en la televisión? No lo negó cuando el reportero le preguntó. - Ella me miró.

Estaba un poco aprensivo y sentí mariposas en el estómago. Sí, se me había pasado por la cabeza que no estaría solo, como yo, esperando nuestro reencuentro. Pero tampoco pensé que me pudiera doler tanto, mil veces más que cuando Mariane me confesó que se acostó con Colin.

El hecho de "no negar" no significaba que sí. De todo lo que leí sobre él, nada mencionó a ninguna mujer en su vida.

Tan pronto como crucé la puerta de entrada al área de deportes, me sentí aún más nervioso.

Mis palmas estaban sudorosas y me dolía el estómago.

El espacio era enorme, y no tenía techo, abierto en la parte superior. El tamaño era el de un campo de fútbol y había gradas, donde también se vendían las entradas. Aunque las sillas eran más cómodas para ver el espectáculo, quería que él me viera.

El escenario era casi el de un gran ídolo. Para alguien que acababa de empezar, lo estaba haciendo muy bien. JR