Pasé prácticamente todos los fines de semana en casa de Yuna. Hicimos planes para su mudanza y también para la oficina.Teníamos muchas ideas, pero poco dinero. Pero yo era bueno con las cuentas y los ahorros. Al final, lo lograríamos... juntos.Me fui con Melody el domingo por la tarde. Mi coche nuevo, aunque lo habían pagado a plazos, consumía menos combustible que el anterior. Así que fue una buena inversión. La economía con el valor de la gasolina pagó gran parte de la cuota.También tuve la opción de cambiar de escuela a Melody. Eso sí, le tenía mucho cariño a la institución donde estudiaba. Pero encontrar uno más barato era una forma de ahorrar dinero y ayudar a Yuna a obtener más dinero para comprar los muebles que necesitaba para su oficina. Y Melody era una niña muy comprensiva y si le explicaba el motivo del cambio, lo aceptaba sin problemas.Mi hija tenía cinco años, pero su madurez superaba la mía de vez en cuando. Seguramente esta fue la influencia de Do-Yoon y Yuna. Porq
- Mamá, nos vamos, ¿no? Di sí por favor. Melody juntó las manos en oración.- Medy... No hay manera.- ¿Porque?Hubo momentos en que odiaba responder sus porqués. Y ahora era uno de esos momentos.- Porque… – Traté de pensar rápido – Está lejos… Y mamá tiene que trabajar.- Pero no hay clase en Navidad. Ella arqueó una ceja.- Esta chica es simplemente magnífica. - Dijo Calissa, sin poder apartar los ojos de su nieta.- ¿Quieres recogerme? – ofreció la melodía.- Yo... yo sería muy feliz si me dejaras tomarlo. - Vi las lágrimas en los ojos de mi madre, que trató en vano de contenerlas.- Mamá, está muy pesada por el yeso... No hace falta... - Intenté advertirle, pero ya era tarde. Melody ya estaba en su regazo.Calissa Rockefeller estaba completamente enamorada de su nieta... De mi Medy... Mi hija de “el cantante”.- Hueles a...- Hija – completó – Mamá dice que es el mejor aroma del mundo. Ya ha pensado en ponerlo en un frasco. Ella sonrió con orgullo.Calissa me miró.- Diría que hu
- Bueno, si crees que tu vida fue difícil, por no tener un padre presente, imagínate tener uno que te echó de casa... Embarazada.Se incorporó en la cama, sorprendido:- ¿Como asi?"Eso es lo que hizo cuando descubrió que estaba embarazada de Melody".- Pero... ¿Cómo te atreves?- Porque el padre del niño no era de su agrado.- Pero... Medy siempre habla de su padre... Y tú no. No entiendo. ¿Y por qué estaba aquí su madre? ¿No se ven? que dr ¿Monaghan tiene algo que ver contigo?- ¡Demasiadas preguntas, muchacho! - Suspiré.- No hace falta que contestes si no quieres.- Pero quiero... Tal vez sea hora de sacarlo todo...- Prueba... Soy un buen oyente.Sonreí:- Estaba comprometida con Colin Monaghan.- Supuse que tenían algo en el pasado... Por la forma en que la miró.- Me engañó, el día antes de la boda.- ¡Sinvergüenza! ¿Como puede?- ¿Quieres saber lo peor? Fue con mi hermana.- ¡Perra!Me reí.- ¿Que pasó? - Le preguntó.- Eres gracioso a veces.- ¿No era una perra?- Con todas l
Mi hija no era una mentirosa. Nunca fue.Me reí:- Ella no mintió. Es hija de Charlie B., o más bien Charles. Porque este es su verdadero nombre. También es nieta de JR Rockefeller, heredera de JR Recording. Pero eso no te lo he dicho todavía. Ella lo sabrá en Navidad cuando nos reunamos con papá y el resto de la familia. – Me mentí a mí mismo.La profesora me miró fijamente, con el rostro sonrojado. No estoy seguro de si ella estaba así porque estaba avergonzada de no creerle a Melody o porque pensaba que yo era tan mentiroso como mi hija.- Lo siento mucho. Pensé que ella... estaba tratando de impresionar a sus colegas.- Bueno, sabemos que Melody no necesita mentir para impresionar... Por sí misma ya es una niña que impresiona a todos.- Si es verdad.Miré el reloj y pregunté, para terminar la puta conversación:- ¿Era eso?- Sí... Gracias por aclarar.- Y le puedes decir a sus compañeros que Charlie le está componiendo una canción... Por cierto, ¿ya les explicó que Melody viene de
- Están hablando como si Guilherme fuera un joven virgen – me irrite – Mi error fue dejar que me hiciera lo que me hizo en el salón de clases, dentro de la escuela. Pero tu hijo no es un santo... Es culpable – Miré hacia Guilherme – Igual que yo. Ambos lo hicimos mal.- No es su culpa... Nunca lo fue. Yo siempre iba detrás... Incluso encontré a su hija para acercarme.- ¿Como asi? – Lo miré – pensé… Fue una coincidencia…- Es sólo un niño. - Argumentó Kelly.- Un chico de 18 años. William no es un niño. – reiteré.- Definitivamente no vamos a tener esta conversación aquí, Sabrina – dijo Guilherme – Y en ningún otro lado. Porque no debo explicaciones sobre lo que hago o con quién me meto – miró a la madre y a la abuela.- Gui... - Rachel se acercó.- Aléjate de mí – gritó – Eres un maníaco, un loco, un enfermo… Ya no soporto tus persecuciones. ¿Tienes alguna idea de lo que has hecho? Destruyó la vida de Sabrina. Nunca la perdonaré. Ni siquiera volveré a mirar en tu dirección. Fingiré q
Melody estaba ansiosa y aún más habladora. Nunca había estado en un avión en mi vida.Me senté junto a ella. Guilherme y Yuna se sentaron frente a nosotros.Tan pronto como el avión despegó, inmediatamente me sentí mal y un poco mareado. Y eso me preocupó mucho.- ¿Estás bien? – preguntó Yuna.- Sí... - dije, fingiendo que sí.- Te ves preocupado. – dijo Guillermo.- Faltan cinco años... ¿Qué esperabas?- No te preocupes, mamá. Ellos te amarán. Melody tomó mi mano.La azafata se acercó a nosotros mientras aún nos estábamos divirtiendo con Melody.- ¿Quieres algo de comer o beber?- No... El viaje es corto. Yuna habló.- Quiero pastelitos con chispas... ¿Y tienes chocolate caliente? preguntó Melody, sus ojos brillando.Ella sonrió:- Bueno, no tengo cupcakes con chispas, pero puedo arreglar algo muy divertido. Y tengo chocolate caliente.- Yo quiero. Melody dijo de inmediato, aplaudiendo.- Cualquiera te compra con chispitas de colores. Gui bromeó.- Me encantan las chispas de colores.
- No pensé que hiciera ninguna diferencia para ti. Lo miré, confundida por su actitud.- ¿Este es el hijo de puta que te hizo lo que te hizo?- Gui... No puedes usar blasfemias... Hay niños aquí. Melody arqueó una ceja, atrayendo su atención.- Perdóname, princesa. Pero este hombre se merece todas las malas palabras del mundo.-¡Gui, basta! – dije en voz alta.El helicóptero se había ido, dándonos un poco de paz y tranquilidad. Respiré hondo y me dirigí hacia mi antigua familia, si se puede llamar así.Tan pronto como me alejé de mi padre, se quitó las gafas de sol y pude ver sus ojos. Y no podía definir lo que había en ellos. Los años no han sido amables con su apariencia. Había envejecido considerablemente, como si hubieran sido diez años en lugar de cinco. La piel arrugada, la delgadez excesiva que resaltaba los ojos, la barba incipiente...- Hola. - Dijo mirándome.- Hola. - dije, sintiendo como mi corazón latía más rápido, el nerviosismo se apoderaba de mí.- ¿No le das un abrazo
No podía creer lo que estaba pasando. ¿Qué quieres decir con que Sabrina estaba allí... y Guilherme... con los Rockefeller?Miré a la niña, que repetía “padre” casi junto con Guilherme. ¡Mierda!- Entremos... No podemos quedarnos aquí... Se avecina una fuerte tormenta... - Calissa tomó a Melody en sus brazos, entrando.Mariane tomó mi mano, pero no pude entrelazar mis dedos con los de ella. Estaba completamente indefenso.- ¿Qué haces aquí? – me preguntó Guillermo.- ¿Qué haces aquí? – Reformuló la pregunta.- Adelante todos... ¡Ahora! – JR habló en voz alta.Sí, no tenía sentido que nos quedáramos ahí, tratando de entendernos en medio de la arena que volaba sobre nuestros rostros. Pero ya me imaginaba que lo peor de la tormenta sería dentro de esa casa y no en la calle.Miré a Sabrina, quien me ignoró por completo. Cuando noté que mi hijo la tomaba de la mano, con los dedos entrelazados con los de ella, subiendo las escaleras, me congelé. ¿Qué mierda estaba pasando allí? ¿Qué hacía m