- ¿De qué estás hablando? – le pregunté a mi madre.- La forma en que ustedes dos se miran... Como si se conocieran de toda la vida... - Siguió mi mirada hacia el mar, junto a Charles y Melody.- No entiendo... A dónde quieres ir. - Estaba nervioso.- Puedes seguir fingiendo que no me entiendes... Yo mismo dudo si entiendo todo a veces. Sé que hay cabos sueltos por todas partes... Y todos conducen a Melody.La miré, su rostro sereno, hablando de una manera dulce. Creo que una vez fui como ella, antes de que me destrozaran, quedara embarazada y me echaran de casa. Satisfecho con lo que tenía y pensando que era feliz porque disfruté del dinero en forma inútil y nada me faltó. Poco sabía que me faltaba una vida real.Hoy no me conformé con poco. Y no me refiero al dinero. La nueva Sabrina Rockefeller quería ser feliz, por completo. Y esperé mucho tiempo para este día. Y no iba a permitir que nada se interpusiera en su sincronización.- En esta parte tienes razón: todos los puntos llevan
- A veces me parece que todo es un sueño... Y mañana me despierto y Charles ya no estará con nosotros.- Te lo mereces, Sabrina.- Lo sé... - Empecé a reír.- ¿Y qué vas a hacer con Rachel?- Presentaré una demanda contra ella o su puta familia. Sé que mi nombre no saldrá del barro, pero el de ella irá con él. Chica malcriada y egoísta.- ¿Qué te pasó de todos modos? ¿Cómo dejaste que el niño hiciera eso en el salón de clases?- Este fue el resultado de una mujer durante más de cinco años sin sexo... Eso es todo.Ella rió:- ¿Solo necesitabas escalar las paredes?- Creo que subí un par de veces... Literalmente.Melody usó uno de sus vestidos para Nochebuena. Le encantaba disfrazarse y recibir cumplidos. Al igual que yo, odiaba recogerse el pelo. La carita estaba ligeramente bronceada por el sol. Me puse una crema hidratante de bebé específica para la región del rostro, que nos había recomendado la mejor pediatra del mundo, la Dra. Yuna .Elegí un vestido rojo para mí, porque si no usa
Miré a mi hijo, quien desvió la mirada cuando notó que lo miraba. Suspiré con miedo. No estaba segura de si alguna vez me dejaría acercarme.Los Rockefeller decidieron que los regalos se entregarían antes de la cena, debido a la ansiedad de Melody.Mientras abría los diversos paquetes, me acerqué, sonriendo mientras mi hija hablaba sin parar, agradeciendo cada regalo y diciéndole qué haría con él. Había muchos juguetes, todos regalados por los abuelos.No me gustaba JR Y el sentimiento era mutuo. Aunque formaba parte de JR Recording y quizás el artista que más le ganaba actualmente, no parecía gustarle mi presencia, ni siquiera en el sello. Y nunca se preocupó por ocultarlo. Por supuesto, hasta entonces no me preocupaba tanto porque no sabía de su relación con Sabrina. Ahora su antipatía me intrigaba.Mariane tampoco se preocupó de llevarme a su casa cuando empezamos a involucrarnos. Yo estaba aún menos preocupado.- Ahora dime, ¿Papá Noel te trajo todo lo que pediste? - preguntó Cali
Increíblemente, la cena fue pacífica e incluso placentera, en cierto modo. Después de comer el postre, regresamos a la sala principal, donde estaba el pino y las huellas de lo que habría sido una noche de Navidad en familia, de no ser por un pasado horrible que nos separaba. La puerta que daba al mar se abrió y entró aire fresco.Pasó uno de los camareros ofreciendo champán en copas de cristal. Yuna tomó uno y lo rechacé.- Voueve ¿Clicquout ya no es tu bebida hermana favorita? preguntó Mariane, sin duda mirándome todo el tiempo.- No... me gusta el tequila. – expliqué secamente.- Podemos arreglar el tequila, ¿verdad? – le preguntó al mesero, quien asintió.- Ella no quiere beber... ¿No oíste? Charles dijo bruscamente.- No quieres y no debes – bromeó Yuna, mirando a mi hermana mientras sorbía el líquido del vaso – Esto es bueno… Eso explica un poco sus actitudes en el pasado.Ambos nos echamos a reír, sabiendo exactamente a qué se refería mi amigo.- Tengo un regalo para usted. – di
- No, te juro que no tuve nada que ver con esto. Pero creo que tu hermana y Rachel podrían conocerse. De lo contrario, el video no habría terminado en manos de Mariane.- Sí... Lo pensé.- Voy a matar a Rachel.- No... No harás eso. No me importa... Actuaré rápido antes de que salga este video. Somos nosotros dos en las fotos, pero como soy mujer, seré la única afectada.- Lamentablemente si... Así es como funciona. Por mucho que trate de justificar que forcé la barra, solo verán al maestro mayor, que se involucró con el alumno.Le di una sonrisa triste, contenta de que entendiera que aunque ambos estábamos en el mismo video, yo sería quien pagaría el precio.Melody todavía estaba despierta y Yuna le estaba contando un cuento antes de dormir.- Recoja sus cosas, mis amores. Nos vamos de aquí. – dije con firmeza, mientras recogía mis maletas.- Pero... Acabamos de llegar. – se quejó Melody.- Hora de irnos, cariño. Este lugar no le hace ningún bien a mamá.- Pero quiero a mi papi.- Va
Lo abracé con fuerza mientras me apretaba con un brazo, el otro estaba ocupado por Melody.Sus labios tocaron los míos, dulcemente.- Papá y mamá se están besando. Melody cerró los ojos.Empezamos a reír.- ¿Qué hay de Gui? - Le preguntó.- El tipo se fue.- ¿Como asi? ¿Para donde?- Creo que regresa a Noriah South. No me dijo adónde iba.- Este chico es complicado...- Te hablé del embarazo.- Así que entiendo... La razón por la que se fue.- Fue necesario. No podía aceptar que todavía tenía esperanza.- Sí, mi amor. Yo se...Yuna apareció y nos miró:- Bueno, creo que podré usar la habitación que Charlie B. reservó solo para mí.Me reí:- Sí, puedes ... Pero si quieres quedarte, también serás aceptado.- De ninguna manera... Son casi las tres de la mañana y esta pequeña todavía está encendida... Hora de dormir, cariño.'Me quedaré con mamá y papá...' dijo Melody con firmeza.- Supuse... Nos vemos mañana. – Le dio un beso a Melody.- Hasta mañana, Yuna. Descansar. Mañana veremos qué
Apoyé la cabeza en el hombro de Charles mientras mi corazón se ralentizaba y el aire regresaba a mis pulmones. El cuerpo todavía temblaba ligeramente.Sentí su pecho moverse con el intenso latido de su corazón. Sonreí, sabiendo que mi “el cantante” sentía lo mismo que yo, el placer y el amor en cada toque mutuo.- Te amo Carlos. - dije, sin moverme de donde estaba, sintiéndome más segura que nunca en toda mi vida.- Te amo, Sabrina. Y amaré por siempre. Y no importa qué más pidas... Olvida tus planes, porque ya no me separaré de ti y de Medy.- ¿Promesa? Lo miré, viendo la calma en sus ojos verde esmeralda.- Promesa.Lo besé con ternura, saboreándolo mezclado con champán, el aroma del sexo y la lujuria llenando la habitación.Mis días de gloria habían llegado. Él era todo lo que quería desde el principio. Y después de años, estaba allí, conmigo y nuestra hija, cumpliendo nuestro deseo, su pedido a Santa Claus.- ¡Charles, es Navidad! - dije, bajándome de él, emocionada.- Nuestra pri
- ¿Qué hacemos ahora? – le pregunté a Charles mientras salía de la ducha, pasándose una mano por el cabello, sin secarlo – No podemos vivir en un hotel para siempre.- No tengo prisa, pequeña... Es genial estar aquí encerrada contigo. - Me dio un ligero beso en los labios, yendo a buscar un atuendo en la maleta, que no había desempacado.- Los hoteles son muy impersonales... Y fríos.- Podemos prender la calefacción... - Se rió y le tiré una almohada.Charles se puso una camiseta blanca y jeans, con la chaqueta de cuero encima. Se miró en el espejo y observó, hablando de la chaqueta:- Parece que te queda mejor a ti que a mí...- Nunca... Es tu marca registrada.- Tengo varios ... Pero este es el más especial.- Lo sé... - Sonreí, tirándome de nuevo en la cama, aún en pijama.- Te juro que es difícil dejarte. Me miró serio.- Incluso iría contigo ... Pero está lejos. Me desperté un poco mareado hoy.- Lo sé, niña. Mi vida es complicada en este momento. Rara vez me detengo en cualquier