Capítulo 28 Muchos secretosEl regreso de Manuela a la casa no fue igual de emocionante que cuando partió hacia el evento. Cuando salieron del lugar de este evento, un vehículo enorme y lujoso ya los estaba esperando, también los reflectores de la prensa estaban por todos lados. Ella estaba tan nerviosa que temió desvanecerse de un momento a otro. La situación vivida fue muy tensa.Diego no podía seguirlos aunque quisiera, tenía que quedarse un tiempo más y no deseaba provocar más el disgusto de Manuela. Observo el momento que se marcharon con un dejo de tristeza. Estaba conforme con que el monigote ya supiera la verdad. Aunque sabía que esta era otra mancha en su expediente. Manuela jamás creería que él no tuviera nada que ver con eso, y por supuesto nunca iba a creer que el debilucho no se iba a aprovechar de esa noticia, al fin y al cabo Manuela era la heredera que necesitaban y recién lo habían descubierto.Aunque en el trayecto ni Manuela ni Elías hablaron, al llegar a la casa s
Capítulo 29 ¡No dejes ir a Manuela!Leonardo vio la mirada asesina de Diego— ¿Qué demonios estaba él haciendo allí?, gruñó Diego— ¡Ese maldito tiene la confianza de Manuela y se atreve a andar con otras mujeres!—Ese tipo, yo lo conozco, viene mucho aquí, casi siempre anda con la misma mujerDiego, no término de escuchar lo que tenía que decirle Leonardo, fue acercándose cada vez más a Luis Dorantes y al estar cerca lo escucho decir—Me divertí muchísimo–dijo él estrechando a la mujer entre sus brazos de nuevo para darle otro beso intenso en los labios—. Eres tan magnífica… Te enciendes como el fuego. Tal incandescente cuando alcanzas el placer—Eres un mentiroso Luis Dorantes–le grito Diego. No cabía duda que el desgraciado había intimado con esta mujer, mientras Manuela pensaba que estaba sufriendo —Maldito desgraciado, tú no y que estabas muy sufrido, casi que te cortabas las venas por descubrir que tu prometida es una heredera.Leonardo entendió de inmediato lo que sucedía, como
Capítulo 30 ¡Luis debería estar enojado!Alguien tocaba la puerta de su dormitorio sin parar. Manuela tenía el temor de que el ruido interrumpiera el descanso de su abuelo. Cuando abrió la puerta se encontró con Diego que casi se cae encima de ella, ya sé que suponía que se había recostado en la puerta, ella lo detuvo haciendo uso de toda su fuerza, pero era un hombre alto y pesado. A duras penas pudo empujar su cuerpo para sentarlo en la cama. Una vez allí él se tiró en la cama, y solo se escucharon murmullos. Manuela bajo la cabeza para recuperar el aliento y cerro nuevamente la puerta para evitar que el personal que aún andaba por los alrededores vea esta escena. «¿Quizás sería mejor llamar a alguien que la ayudara a sacarlo de aquí? ¡No, lo pensó mejor a esta hora, no sería prudente, no tendría como justificar su presencia aquí!»—¿Diego que te pasa?—lo llamo sacudiéndolo como pudo usando todas sus fuerzas—¡Reacciona! ¡Vete a tu habitación!Se acercó a él y el olor a licor le lle
Capítulo 31¡Cuiden a Manuela!Luis la tomo de la mano, y la condujo apresuradamente hacia su habitación del hotel. Al llegar allí llevo hasta el sofá que estaba más cerca y se sentó a su lado. Acto seguido paso una mano por su espalda, la atrajo hacia él, apretándola contra su cuerpo y volviéndola a besar en los labios con intensidad, sin estar presente su delicadeza acostumbrada, incluso más bien era muy rudo, no había nada cariñoso en sus besos. él después solo se separó un poco y le hablo casi sobre sus labios— ¡Te extrañé hermosa! ¡No sabes cuánto! ¡Jamás nos habíamos separado tanto tiempo desde que nos hicimos novios! — al terminar sus palabras comenzó a besarla de nuevo desesperado, hambriento y rudo, el hombre de verdad estaba deseoso y visiblemente excitado.Ella se apartó rechazándolo—¡Controlate! ¡Pensé que íbamos a hablar y aclarar las cosas!—Es cierto, hermosa, mía, disculpa mi ansiedad, estoy emocionado de volverte a ver, ayer me sentí tan triste, no sé por qué pensé qu
Capítulo 32 Todo esto lo hago por nuestra felicidadLuis se encerró en su habitación y camino de un lado al otro pensativo. Nada salió como pensó. Tenía todo planeado, incluso podía dejarla embarazada y así tendrían que casarse. No había resultado nada fácil, tendría que planear otra cosa.Presentía que Diego seguía sintiendo algo por Manuela, él no se separó de ella el día del evento, así que su manera perfecta de vengarse sería arrebatarle a Manuela. Ese matrimonio se llevaría a cabo y tarde o temprano todo su dinero pasaría a sus manos. Nunca imagino la suerte que tendría al fijarse en ella. Para obtener su recompensa necesitaba aplicar medidas drásticas. Así sería. Debía dar el siguiente paso. Ella solo se asustó, la calmaría y dentro de muy poco tiempo la tendría en sus brazos y ese cuerpo tan deseable sería de él.Saboreo el dulce momento en que estuviera hundido dentro del cuerpo de ella. ¡Cuanto había deseado ese momento! Tuvo que fingir como un pendejo, conformarse con bes
Capítulo 33 ¡Oblígame si eres capaz!Manuela condujo a Luis al despacho de su padre. Llamo a la puerta y se escuchó una respuesta indicando pasar adelante. Ella abrió la puerta y lo dejo pasar. Un aire sombrío se respiraba en el lugar a pesar del lujo imperante. La decoración era muy sobria. Los colores utilizados eran fundamentalmente el blanco y el negro.Luis contempló al hombre que estaba de pie detrás del escritorio con ambas manos colocadas en el escritorio, la mirada fija y sin inmutarse. Él no vaciló y fue hasta él, con paso firme. Tenía mucho que perder si flaqueaba o lo notaban nervioso. De esta oficina saldría victorioso, y con la aprobación de este viejo ridículo, que quería impresionarlo con esa expresión arrogante.—Suegro, encantado de conocerlo— Luis le tendió la mano a Elías, amigablemente, su familia dependía de que diera los pasos que fuesen necesariosElías lo contemplo fijamente, y resopló de pura frustración. —Usted no es, y espero que nunca llegue a ser mi yerno
Capítulo 34 ¡Sal de allí de inmediato! ¿Qué hace Diego aquí en tu casa? Lo que es más importante, ¿qué estabas dejando que él te hiciera? Luis sentía que desde que llego a esta casa había sido vilmente menospreciado y no había algo que lo sacara de sus casillas que ser objeto de desprecios. Ya habían llegado al salón cuando Manuela se soltó de su agarre.— ¿Qué te pasa Luis? ¡Suéltame!Ella comenzó a darse masajes en su muñeca adolorida —Eso quiero saber yo Manuela! ¿Qué es lo que pasa? ¡Explícate! ¿Qué hace ese hombre aquí en esta casa? Manuela bajo la mirada y musito— ¡Él está viviendo aquí! — ¿Cómo dices? ¿Vive aquí contigo en la misma casa? — La mirada de Luis ardía de ira al saber que su oponente estaba tan cerca de Manuela, y que está descarada, lo admitía a su lado —Manuela, ¿cuándo te volviste tan depravada? ¿Cómo puedes vivir en la misma casa que tu exesposo?—le señaló con altanería El rostro de Manuela se puso cada vez más pálido. En el tiempo en que se conocían Luis n
Capítulo 35 Tu dinero es lo único que a él le interesa. Luis tuvo que salir corriendo de la casa de Manuela, tenía que Lizeth fuera hasta allí a formar un escándalo y confesara lo que él escondía de ella. Al llegar a la entrada la encontró de pie frente al portón de entrada y se la llevó a rastras hacia su vehículo. ¡Vete a casa y espérame allí! ¡Voy detrás de ti!Llegaron a la residencia de Lizeth casi simultáneamente él y ella. La mujer estaba enardecida con su rechazo constante. Él no respondía a sus llamadas. No regreso a verla. No la atendió en el hotel. Por esa razón, sumado a una llamada de Sabrina, no tuvo más opción que seguirlo hasta la mansión de Los Sánchez. El muy maldito estuvo un buen rato allí con esa mujer.La llamada de Sabrina fue para insultarla y decirle que debía quedarse tranquila, mientras Luis trataba de solucionar el problema de su empresa, que todos debían apoyarlo, ya que en este momento él estaba tratando de sacar adelante el negocio de su familia. Lo qu