Estaba furiosa. Sentada en el coche, pensando adónde ir, le envié un mensaje a Nicky.'¿Estás disponible? Deberíamos vernos'.Esperé su respuesta, sudando en el sofocante calor. Estaba que echaba humo. ¿Cómo se atrevía Hale a tratarme así? ¿Está desesperado por que le toque una noche y al día siguie
Mordí el bocadillo despacio y con cuidado, tomándome mi tiempo para saborearlo de verdad, pero por mucho que lo intenté, mi estómago no aguantó. Aún no quería irme a casa. No sabía adónde ir. Estaba intranquila, perdida en el bullicio del mediodía.Me sentí culpable por no pensar en algo más interes
*Hale*Intenté ser sutil mientras la estudiaba. El hematoma de la sien tenía mucho peor aspecto que esta mañana. Tenía moratones claros en forma de dedos alrededor de la garganta y apreté con fuerza el volante.Estrangularía a quien le hubiera hecho esto. Revolvería esta ciudad hasta encontrar a la
Quizá me equivoqué.Unos minutos después, entré en el garaje y mi jefe de seguridad nos recibió en la puerta."Todo despejado, señor", informó.Le di las gracias con la cabeza y desapareció. Me acerqué a la puerta del acompañante y la abrí. Amara salió y estudió el lugar con detenimiento. Parecía la
*Amara*Tuve que admitir que el apartamento era bonito. Estaba completamente amueblado, así que ninguno de los muebles rotos y estropeados de mi antiguo piso había llegado hasta aquí. Hale me había asegurado que todo lo que no llegara a este apartamento se guardaría en un almacén en alguna parte. Me
Me sacudí los pensamientos. No me haría ningún bien llorar delante de Declan y de un hombre al que acababa de conocer. Jacob desapareció por la puerta principal y volvió a aparecer con un par de cajas en la mano. Las cargó como si no pesaran nada."¿Dónde quieres que las ponga?", preguntó."El salón
El jueves, hacia la hora de comer, llamaron a la puerta. Me sobresalté. No estaba acostumbrado a los ruidos repentinos. Era extraño lo rápido que me había aclimatado al silencio de este apartamento.Me apresuré a mirar por la mirilla. No había nadie fuera. Me puse nerviosa, casi desconfiada, pero no
Me quedé inmóvil, sin querer invadir su espacio personal."¿Qué pasa?", preguntó con indiferencia. Su tono era más suave de lo que estaba acostumbrado. Normalmente me trataba con tanta desconfianza, que la naturaleza amistosa de la pregunta me hizo reprimir una sonrisa."Quería asegurarme de que te