Edwan comenzó a toser ante la sorpresa que se había llevado, no podía ser lo que pensaba, ella no podía ser…—Amor ¿Qué tienes? —preguntó alarmada Rosalin, Edwan no dejaba de ver el rostro de Diana, como era que nunca se había fijado en ella, era una mujer hermosa, su cabello negro hacia resaltar el color azul de sus ojos.—El señor King se sorprendió por mi nombre —contesto Diana que ofrecía una servilleta a Edwan.—¿Qué tiene tu nombre Diana? A mí me parece bonito —replico Rosalin tomando la mano de Edwan, él sonrió afirmando con la cabeza. —No tiene nada de malo, solo que su nombre significa “Diosa de la Luna” —dijo Edwan sin apartar la vista de la mujer, ¿Por qué ella estaba cerca de Rosalin? ¿Qué misterio había a su alrededor? —eso fue lo que me causo mucha impresión —dejó de ver a la mujer para sonreírle a Rosalin —Diana vamos al hospital a ver a Harry, usted no quiere acompañarnos…—Por supuesto —respondió Diana que seguía sirviendo el desayuno a los dos. —Ya nana, siéntate a
Antes de entrar a ver a su padre fueron a ver al doctor que lo estaba atendiendo, preguntaron como había pasado la noche, el médico asombrado con la recuperación tan rápida de Harry le dijo que estaba mejor, que los días que le había dado, ahora era uno, si seguía así la tarde siguiente lo daría de alta. El doctor le ordeno a una enfermera que los llevara a la habitación, Rosalin con alivio y alegría de saber fuera de peligro a su padre siguió a la joven mujer por el pasillo.En el momento en que Rosalin entró, la emoción llenó la habitación. Liberándose del agarre de Edwan, corrió hacia su padre, Harry, quien no pudo contener las lágrimas al ver a su hija sana y salva. La alegría de su regreso se mezclaba con la tristeza al notar la marca en el cuello de Rosalin, ya sabía que significaba, todos los intentos para que ella fuera humana había sido en vano, surgiría con fuerza su verdadera esencia, donde no habría vuelta atrás. —¿Cómo te sientes papá? —le preguntó tomando su mano.—Bie
Rosalin no pensó que pudiera afectarle estar en la casa de su padre, pero cuando se planto al frente de ella los recuerdos que vivió el día anterior la bombardearon, desde el miedo que sintió al saber a su padre enfermo y grave, el coraje de saberse engañada por Beatriz que la empujo dentro para que nadie pudiera ayudarla y así Jasón se la pudiera llevar, el asco de sentir las manos y los labios de ese hombre que supuestamente amo. —Si quieres puedes esperar aquí —escuchó que decía Edwan en su oído —yo puedo entrar por las cosas de Harry.Rosalin negó con la cabeza, transformaría esos sentimientos en valor, nunca había sido una mujer débil, al contrario, era fuerte y eso no la vencería. —No, vamos juntos —apretó la mano de Edwan, él sonrió con afecto que la lleno de más valor —no piense que tengo miedo, solo que los recuerdos están muy vivos aun, la angustia que ellos pudieran romper el vínculo de nosotros…—Pero nadie podrá —beso su cabeza con ternura —menos ahora que eres mía…—¿Y
—¿Las viste? —preguntó Edwan con un poco de más tranquilidad, Drake se limito afirmar con la cabeza —menos mal, si les hubiera pasado algo no me lo hubiera perdonado…—¿Por qué llevaron a Chantal y a su hija a esa manada? —preguntó Rosalin que estaba escuchando todo. —Recuerdas cuando escuchaste esa conversación que malinterpretaste —Rosalin afirmó con la cabeza —pues Chantal fue conmigo a pedir de mi ayuda, Jasón la amenazo que si no desmentía lo que te había dicho, él iba hacerle daño a la niña…—abrió los ojos, si lo hubiera escuchado en esa fecha ella no hubiera creído en las palabras de Edwan, pero ahora era distinto, Jasón había dejado ver su verdadera cara —por eso le pedí a Drake que la desapareciera, donde Jasón no pudiera encontrarla…—Y a mí se me ocurrió llevarla a esa manda, donde estaría segura —explicó Drake con una sonrisa —lamento que tú tuvieras una idea equivocada de Edwan, él no es capaz de tomar la vida de una persona inocente…Rosalin sonrió mirándolo a los ojos,
La mañana era muy luminosa, Rosalin estaba rodeada del calor de los brazos de Edwan, al abrir los ojos lo vio profundamente dormido, ella recostada sobre el pecho de él, escuchando el latir tranquilo de su corazón. Nunca pensó que fuera para ella la mejor música que pudiera escuchar en la vida. Se aferró a él sonriendo recordando lo feliz que la había hecho durante la noche. El día anterior no se había separado de Edwan, ni un momento, después de haber ido a ver lo que había quedado del casino volvieron al hospital junto a Harry, ya no tocaron el tema de Beatriz, era algo que querían dejar en el olvido, pues era seguro que no la volverían a ver. Al llegar al hospital, Edwan quería hablar con Harry, necesitaba saber a qué se enfrentaba con Jakob, estar preparado y evitar que pudiera llevarse a Rosalin, pero no pudo, él estaba dormido por los medicamentos que le habían administrado. Aun así, Rosalin no quiso apartarse de él, se quedó hasta que oscureció, casi era la hora de la
La satisfacción del encuentro la recorrió como descargas por todo su cuerpo, no podía explicarlo con palabras, pero era una sensación de pura felicidad, de plenitud que nunca antes había sentido.—Cuando te tengo así no puedo apartar mis manos de ti —dijo Edwan que le daba pequeños besos perezosos en los labios —eres fantástica, hermosa, una sirena que me seduce, no puedo creer que la Diosa me diera el privilegio de tenerte a ti…—La privilegiada soy yo, tengo al hombre más atractivo del mundo, el más fuerte —Edwan beso sus labios al escuchar sus halagos —el más valiente, y el que tiene un gran corazón —toco su pecho donde podía sentir el latir fuerte, sintiendo sus labios, podía imaginar como su corazón se hinchaba por sus palabras —ahora tengo que darle las gracias a Diana, si ella no te hubiera invitado, yo ahora estaría con el lobo equivocado…—Ya se me ocurrirá una forma de mostrarle nuestra gratitud —replicó Edwan que miraba el rostro sonrojado de Rosalin —pero ahora tenemos que
Rosalin regresó a casa de su padre, una hora después, gracias a Diana que la mantuvo fuera de la casa con el pretexto que hacía falta algunas cosas en la despensa a Harry.Aunque pensaban que podía engañarla ella no era tonta, su intuición le decía que su padre la mando fuera de la casa para poder hablar con Edwan, ¿de qué? Seguramente del pasado que aun mantenían en secreto para ella. ¿Era tan malo que no podía saber?Lo peor era que si lo que fuera la ponía en peligro, Edwan no se lo diría, todo porque pensaban que era una mujer frágil, pero ella tenía que demostrar que no era así.Mientras estaba en las compras quiso comunicarse como él le había dicho, pero era como si estuviera bloqueado, pues no podía conectar con su compañero.Al momento que entró a la habitación con el plato de galletas, noto como su padre se limpiaba el rostro, quiso hacer una mueca de una sonrisa, pero no le salió, sus ojos aún estaban llorosos, miró a Edwan que le daba una amplia sonrisa, como quisiera disim
Los días siguientes se fueron como agua, Edwan, con su corazón puesto en cada detalle, organizaba la fiesta de cumpleaños que le hubiera encantado que fuera una sorpresa, un regalo de amor para Rosalin. Sin embargo, Harry uso el tema para que Rosalin dejara de estar cuestionando y pensando en que habían conversado, a lo que Edwan no había tenido más remedio que confesar su idea.Diana intentaba disimular con una sonrisa su preocupación, pero era inevitable, más cuando consultó las cartas, se mostraron, una luna que era el renacer, las espadas, símbolo de un destino incierto, con dolor, luchas que Rosalin tendría que enfrentar. Un tiempo de soledad y oscuridad. Y al final la carta del sol, prometiendo una nueva etapa, donde al fin alcanzaría la felicidad.Harry por su parte estaba ansioso, sabiendo que pronto tendría que decirle la verdad a Rosalin y temía su despreció.El amor entre Edwan y Rosalin crecía cada día, él encontraba consuelo en su presencia, era su adicción más dulce y su