Rosalin miraba la manera de escapar mientras ellos se encontraban discutiendo, debía salir de casa de su padre, miró la puerta principal, esa no era opción, tendría que derribar a Beatriz y dudaba que pudiera hacerlo, una posibilidad era la puerta trasera. Comenzó a gatear esperando que no la notaran, debía alejarse un poco de ellos, para poderse levantar y salir corriendo. Al salir de la vista de ellos dio un salto, comenzó a correr por el largo pasillo, cuando vio la puerta de la cocina sonrió, miró detrás y Jasón venía muy atrás, si lograba atravesar esa puerta nadie la detendría hasta llegar con Edwan, él la ayudaría y podría venir a rescatar a su padre, que ahora dudad que estuviera de verdad en peligro. Estaba por tocar el plomo de la puerta, pero un tiró de su cabello la hizo retroceder, sintió el cuerpo enérgico de Beatriz que respiraba violentamente. —No maldita perra, no escaparas tan fácil, no vas arruinar mis planes —dijo Beatriz, Rosalin intentaba zafarse, pero el aga
La sola idea que pudieran alejarla de Edwan le provocaba un desasosiego en su alma, desde el viaje a París todo había cambiando en ellos, se había creado una unión muy fuerte con él, que ya no veía su vida sin tenerlo a su lado, de los sueños que hablaba Jasón ya no había nada, ahora eran nuevos y con Edwan. —No Jasón, yo no iré contigo a ninguna parte, olvídate de mí y déjame ser feliz…—replicó Rosalin intentando apartar a Jasón de ella, su cercanía le causaba repulsión, asco. Lo empujó, por un momento fue libre, pero él volvió a tomarla del brazo, la apretó tan fuerte que temía que pudiera romperlo.—Lo serás conmigo cariño —la abrazo por completo al separarla de Harry —recuerda todo lo que planeamos, íbamos a vivir en Quebec, tendremos una familia hermosa, recuerdas todo lo que planeamos, que viviríamos juntos hasta que nuestros rostros estuvieran arrugados, dime que lo recuerdas, por favor, no me partas el corazón…—Los recuerdo, pero ya no quiero vivirlos contigo —replicó Rosal
Edwan sentía una fría sensación en su interior, un vació en la boca de estómago se había instalado mientras caminaba por los escombros del lugar que fue santuario, donde había calmado el dolor de su corazón por las acciones que lo mantenían lejos de su hogar, hasta podía decir que lograba olvidarlo, fue su distracción para no escuchar esos gritos que atormentaron su alma, hasta que Rosalin apareció.Desde que ella estaba poco era afligido con esos recuerdos. Del casino ahora solo estaba quedando cenizas y humo, su sangre y sudor que dejó cuando lo reconstruyó, esa mañana ya el fuego había hecho ruinas aplastando parte de sus sueños.Levantó la vista, no permitiría que nadie lo viera débil, sufriendo, debía mantener esa postura fría, tragó el nudo en la garganta, quería respuestas, quería saber si alguien había visto algo extraño. —¿Alguien sabe cómo sucedió? —Edwan le preguntó a Peter que no se había separado de él desde que fue a su casa.—No, el señor Craven está iniciando las inve
Corrió lo más rápido posible hasta la casa de Harry, no iba a esperar a que le abrieran, así que la abrió de una patada.—¡Rosalin! ¡Rosalin! —comenzó a gritar como loco, subió corriendo a las habitaciones superiores esperando ver a su compañera con su padre en cama, pero al llegar a la habitación del final del pasillo, esta se encontraba vacía —¡Rosalin! ¡Harry! ¡Rosalin! Sus gritos estaban cargados de odio y una mezcla de miedo, tenía que verla, tenía que abrazarla pronto sino se volvería de nueva cuenta loco, el nombre de Rosalin retumbaba por él lugar, pero ella no respondía. —¡Maldito Roydan! —gritó al bajar de nuevo a planta baja —¡te juro que si le tocas un cabello lo pagaras muy caro! —la casa parecía estar completamente vacía, ni un alma contestaba sus gritos —¡Rosalin! Grito con más desesperación al ver que la estancia, el comedor y la cocina estaba completamente vacíos, por la presión y el miedo de perderla sus oídos estaban sordos, regresó por el largo pasillo, cuando i
Cuando al fin despertó de la inconciencia, se vio sentada en el asiento de un auto, una carretera y ella esposada a la puerta del vehículo, primero se llenó de pánico, después odio, rencor contra Jasón, quería soltarse para hacerle pagar lo que había ordenado a Beatriz, pero también albergaba miedo y preocupación, no tanto porque no confiaba que Edwan fuera tras de ella, sino porque Beatriz cumpliera con lo que Jasón había dicho que tendría que hacerle.—No te preocupes querida, pronto estarás libre de ese maldito —escuchó que decía Jasón, mientras acariciaba su mejilla con la mano que llevaba libre. Ella apartó la cara de mala gana, más que nunca odiaba sentir su contacto. —Eres un maldito bastardo, como tengo que decirte que no quiero romper el vínculo con Edwan —dijo con la voz temblosa por la furia que sentía por dentro, quería tener las manos libres y hacerle pagar muy caro el daño a su padre —que lo único que deseo más en este mundo es volver junto a él —contuvo las lágrimas q
Edwan podía sentir como su corazón estaba rabioso y rugía pidiendo venganza, su mayor deseo era tener en sus manos a Jasón para despedazarlo, solo así él entendería que Rosalin era suya, que le pertenecía porque era un regalo de la Diosa, y quien quisiera quitársela debía enfrentarse a su odio que lo consumía por dentro. En cuanto salió de la casa de Harry, dejó su lado humano, para que saliera su lobo, necesitaba correr lo más rápido posible, tenía que alcanzarla, solo la Diosa y Rosalin sabría lo que estaba sufriendo, dentro de él algo le decía que ella lo llamaba, lo necesitaba, iría tras de ella sin importar poner su propia vida en peligro, lo único importaba era que ella estuviera bien, lejos de lo que Harry tenía miedo.“NO DEBE IR LEJOS, PUEDO SENTIRLA EDWAN, SIGUE ASÍ QUE PRONTO LA VAMOS ALCANZAR”Le decía su lobo, que a pesar que ya le dolían sus patas no dejaba de correr por el bosque siguiendo la carretera, que los llevaba a Quebec. —Eso espero, porque no puedo estar más
Jasón fue muy rápido al ponerse de pie e intentar darle una patada en la cabeza a Edwan mientras que seguía en el suelo, pero él fue más rápido, rodo para evitar la bota. De un saltó se puso de pie y corrió de nueva cuenta hacía Jasón, lo fue llevando hasta a un árbol, donde lo arrincono y no dejó espacio para que se defendiera. La tensión en el aire era palpable, Rosalin sostenía en un puño su blusa, en el forcejeo Jasón la había roto, y dejaba ver parte de sus pechos, no podía dejar de ver a los dos, por una parte, estaba tranquila que Edwan había ido por ella, y otra parte estaba ansiosa viendo a los dos repartiendo golpes tras golpes. Rosalin no dejaba de ver a Edwan que parecía un animal herido, no físicamente sino en su orgullo, en un movimiento Edwan logro someter por completo a Jasón, que ya estaba inconsciente contra el árbol. —¡Edwan! —exclamó al llegar junto a él —¡Edwan mírame! —como pudo tomo su rostro, sus ojos azules había desaparecido, ahora eran rojo intensó —¡Edwa
Edwan no demostró miedo al ver como Jasón le apuntaba, Rosalin intentaba ponerse delante de él para protegerlo, como lo había hecho en París, pero él no lo permitía. —Hazlo, cobarde termina con esto —reto Edwan, sin una pizca de miedo —pero ten algo seguro Rosalin nunca te va a querer, porque ella no perdonará que le quites al amor de su vida que soy yo…—¡Cállate! —grito con dolor Jasón —ella me quiere solo está confundida, pero cuando deje de escuchar tú manipulación ella volverá a ser como era antes…Jasón apretó el gatillo, Edwan espero a que la bala diera en alguna parte de su cuerpo, pero no sucedió, Jasón volvió a apretar el gatillo, sin embargo, siguió igual, él arma no funcionaba. —¡Maldita sea! —grito Jasón, Edwan aprovechó su distracción para llegar junto a él, tomar el arma con una mano y con la otra darle un puñetazo. Cuando Jasón estaba en el suelo, Edwan apuño el arma y le apunto directamente en la cabeza, esa tarde uno de los debía irse, los dos no podían estar en e