Edgar
Ana María de la Luz era el nombre completo de mi madre, la mujer que me abandonó y me dejó a tan temprana edad, la mujer que lleva en mi casa muchos años y siempre dije que la consideraba mi madre porque realmente lo era, mi madre, la mujer que siempre necesité y que después de años y años volvió a aparecer en mi vida como la mujer de la limpieza, con otro aspecto, otra cara pero con el mismo corazón, y pensar que he vivido con este secreto mucho tiempo es como tragarme mi propia lengua una y otra
ZoeNo fueron ni una ni dos ni tres las veces que le hablé a Edgar sobre Ana, mientras intentaba ablandar su corazón, él ya sabía la verdad y aun así no mostró ni un signo de que lo sabía todo, no me creía que todo este tiempo él era consciente que su madre estaba cerca y aun así no dudó en hablar de ella como si no estuviera bajo su mismo techo.—¿Cómo fue? — pregunté a Ana quebajóecha un mar de lágrimas.—Pensé que sería peor, pero ahora mismo no sé si alegrarme o sentirme más mal de lo que ya me sentía. Lo sabía desde siempre y no dijo nada, me trató bien, pero cómo iba a saber que mi voz aún seguía en su memoria.—¿Tereconociósolo por la voz?Ella a
EdgarUna simple palabra bastó para que Zoe dejara de pensar y centrarse en lo que su cuerpo le pedía. Su piel suave y su pelo despeinado se dejan ver sobre la almohada que tenía al lado, una ducha me refresca al llegar a casa y descubrir lo lindo que qued&
ZoeEra obvio que nuestras diferencias me duelan, mi orgullo está dañado y mis sentimientos lastimados, mi corazón llora y la necesidad de volver a ser lo que era antesmesacuden con fuerzas, y de él solo necesitaba que me pidiera perdón por haber matado al hombre que me dio la vida, tal vez es lo único que necesite escuchar y saber que lo hace con mucha sinceridad, y así poder decirle todas las cosas que tengo guardadas.
EdgarDicen <<quien domina su propio ser, es más valiente que aquel que conquista una ciudad>> y entonces pienso ¿acaso no merezco ser feliz ahora que puedo?, todo por lo que he luchado lo vi reflejado después de concluir lo que siempre tenía en mente, acabar con las personas que me lastimaron, y no solo eso, también llegué a lastimar y terminé por alejar a la única persona que vio algo bueno de mí. ZoeMe cuesta decir lo que siento cuando de mi orgullo se trataba, me es difícil sacar mis sentimientos a la luz después de ser lastimados, pero cuando Edgar parecía seguro de ir a luchar en una guerra que no traería más que la muerte, entonces mi orgullo no valía nada. Le grité los cuatro vientos que lo amaba con todo mi ser. Que era el único que merecía estar en mi vida y así se lo demostré al suplicarle que lo dejara todo en el pasado, que piense en sí mismo y en nuestro hijo y al parecer esta ve58
EdgarConozco las historias donde todo acaba con finales tristes y esto nos lleva a darnos cuenta, ¿valió la pena comenzar a amar cuando cada sacrificio no resultó como esperábamos? Yo no creía en finales felices porque nunca, ante
Zoe Raptada por error, fue el inicio de una historia que hasta ahora me llevó a vivir de todo un poco, desde lo más terrorífico a lo más hermoso. De conocer el alma de alguien, a enamorarme de ella completamente, fue intentarlo y acertar, aunque siempre con obstáculos en el camino. Hay un proverbio que dice << Los enemigos afligen al ignorarte, tanto como el ignorante se aflige a sí mismo>>. Edgar optó por ocupar el lugar de otro mientras él por naturaleza era un hombre bueno y cariñoso, sitió según lo que su corazón marchitado le dictaba por errores del pasado y después de años y años siempre aparece, alguien o algo que nos hace superar todo. Hay algo en nuestra historia que no le dimos importancia, pero sé que es necesario seguir recordando, claro que, la familia no se escoge, es la que te toca y hay que aceptarla, nos guste o no, y por eso, después de pensarlo determinadamente, acabé por b
Solo tengo una misión en esta historia y es contar como fui secuestrada por error a manos del hombre más peligroso que puede existir sobre la Tierra, el rey de las mafias internacionales.Nada era como parecía ser, no soy hija de nadie y solo amiga de una chica que me trató como hermana, y ahora todo cambió cuando mi vida se veía amenazada con un arma apuntando en mi sien y era morir en vano o sacrificar todo por ella y realmente no tenía mucho que perder, así que, me armé de valor y grité frente a ese hombre que me miraba con esos ojos tan llenos de astucia que no era la mujer que tenía que estar aquí, que me había raptado por error y ahí es cuando todo giró para mí.—¡Mátala!—ordenó esa voz que me sacudió como si de un terremoto se tratara y mis súplicas no tardaron en salir.