Alessandro Llegó el día. Los pies me duelen de tanto caminar de un lado a otro, no puedo estar quieto. La cabeza me duele y los nervios están de punta. Si bien, hoy es el día del intercambio. Sin embargo, logramos dar con el lugar exacto en donde se encuentran, según él rastreo exhaustivo que hizo mi gente. Por ello, se ha ejecutado un plan de rescate muy cuidadoso que se llevará a cabo cuatro horas antes del famoso encuentro. Decido salir a tomar un poco de aire, comer algo me sentaría muy bien. Mi estomago no tiene comida desde hace dos días, solo he podido medio probar alguna cosa cero proteica. Me desplazo en una se las camionetas al norte de la ciudad en busca de comida de mi país. Es la única forma de encontrar algo que me apetezca, ya que siento el cuerpo un poco débil y necesito estar bien. Necesito tener toda la energía y fuerzas posibles por si el plan no sale como lo planeado. Al llegar al lugar me ofrecen una entrada y pido una copa de champaña, necesito un poco de al
AbbygailHe dormido once horas, nunca había dormido tanto. Mi cuerpo me pide que siga en cama, pero no puedo. Anoche estaba hablando con Aless y no sé en qué momento mis ojos se cerraron; no veo la hora de poder ver a mi pequeña niña. Alessandro salió hace un rato, me dejó una nota para que no me preocupara, fue a caminar un poco aprovechando la mañana tan maravillosa que está haciendo. ¿Cómo debería sentirme luego de un secuestro?No lo sé, en el momento no siento nada pero siento todo a la vez. Es una sensación de que estoy a salvo; sin embargo, algo muy dentro de mí me manifiesta que no es así. Obligada me levanto de la cama y voy al baño. Dejó que el agua corra por un largo tiempo, al terminar me veo al espejo. Estoy horrible, completamente horrible. Los moretones en mi rostro no se ven nada bien, me reviso y tengo pequeños hematomas en el cuerpo, ojeras muy marcadas, sin dejar a un lado mi semblante pálido. — Sé que estás ahí — Volteo hacia Aless, quien está en la puerta ob
AbbyLa vida nos ha cambiado y en realidad no sé si sea para bien. Podría decir que estoy feliz, con un hombre maravilloso y terco a mi lado, pero que amo. Porque sí, ya ambos nos expresamos en palabras y también en actos el amor que nos tenemos. — Podría quedarme por la eternidad encerrado en una habitación contigo, sin aburrirme un solo segundo — La voz ronca de Aless en mi cuello me hace estremecer. — ¿¡Me estás diciendo que solo quieres estar conmigo para estar así!? — Nos señalo, estamos completamente desnudos con nuestras piernas entrelazadas — Sí — Bromea sonriendo — Mentiras, solo sé que contigo me olvido de todo. Estar aquí encerrados en estas paredes es como liberarme de estrés, de problemas. — Creo que haz sido tú — Pronuncio sin que entienda — Lo que tanto había anhelado — Completo — Siempre hemos sido nosotros, Abbygail — Pero la realidad es otra... — Me arrepiento al momento de haberlo dicho — Lo sé, cariño — Deja besos en mi cuello — Debemos organizar todo. Prom
Alessandro Mi cabeza está a punto de estallar. Por un lado enfrentarme al traslado tan complicado de Emi y por otro la empresa, la jodida empresa; Aunque, me importa muy poco mi empresa en estos momentos. Tengo en mi espalda una carga muy grande, entre ellas está que soy el empresario más exitosos de mi país y está bomba está a punto de estallar, lo presiento. Será todo un escándalo del que no podré escapar tan fácilMe preocupa no tener con qué salvarme el pellejo, porque aunque soy inocente de toda esta mierda, es mi nombre el que está en la mayoría de trámites empresariales.A decir verdad, tengo suficiente dinero para simplemente dejar todo tirado, perder la compañía y empezar de nuevo; de esa manera me libraría de tantos problemas. Pero, no quiero. He luchado desde un jovencito, aprendí a moverme, me humillaron en el camino, me caí, me equivoqué más de mil veces y ahora soy lo que siempre quise ser, un hombre exitoso que no debería estar preocupándose por nada. — Thomas — Bra
Alessandro.Los placeres de la vida van ligados a los bellos momentos, la tranquilidad, el sentirse en paz y sin preocupaciones como lo estoy en este mismo instante.Aterrizamos hace unas horas, es viernes; por ello, decidí regresar a la empresa hasta el lunes y aprovechar estos dos días al máximo con mis chicas. Si bien, Emi no se encuentra en buen estado, pero es no es impedimento para que podamos disfrutar.Como toda una familia, jugamos a esconder objetos y encontarlos, nos turnamos para hacer equipo. En el momento yo debo encontrar en objeto que Emi y Abby esconden. Tengo los ojos tapados con mis manos, pero abro un poco mis dedos para poder ver. Esconden muy bien, voy perdiendo — Eso es trampa, papá — Me acusa Emily — ¿Qué? — Me hago el desentendido actuando con normalidad — Yo no he hecho nada— Te vi — Me señala con su pequeño dedo — Estabas viendo, no se vale hacer trampa. — Alessandro, no le enseñes malas mañas a la niña — Me regaña Abbygail — Soy inocente — Levanto mis
Abbygail Es un nuevo día, estoy agotada físicamente por el viaje tan largo y la noche movida que tuve muy movida en realidad y no está mal, creo que debemos darnos espacio de disfrutarnos como pareja aún sabiendo que todo es un caos afuera de nuestra habitación Me levanté muy temprano y preparé a Emily para ir a realizar sus estudios. Ayer recibí mensajes que me dejaron con mucha preocupación y desvelada por horas No sé muy bien a qué atenerme, no sé si rendirme y simplemente dejar que todo pase o si seguir luchando. Aunque, seguir luchando significa ponerme en peligro a mí y a los que están a mi alrededor. Desde el momento que decidí aceptar esa reunión me condené, me condené a vivir perseguida y con miedo a recibir repercusiones. Soy una completa tonta al pensar que al negarme todo terminaría, pero no. Me están presionando con lo que más amo en la vida, mi hija. No se trata de una presión cualquiera, se trata de su vida. No es un juego y eso lo supe desde el momento que estuve
Abbygail *Una semana después* Voy caminando justo a la boca del lobo, porque sí, ese es el nombre que puedo darle en este preciso momento a lo que estoy a punto de hacer.Me vendí, porque eso es lo que estoy haciendo, vender mi alma a algún tipo de diablo y esto puede terminar muy mal para mí.No es algo que quisiera hacer, pero está en riesgo la vida de las personas que amo, personas que ni siquiera tienen nada que ver en esta put* situación. A veces solemos estar en el lugar equivocado y por ello la bala perdida cae donde no tiene que caer. Sin desvío alguno tomo aire y me enfrento a mi gran tormento, Caroline. — Dichosos los ojos de verte, Abbygail Franchinni — Acomoda sus lentes oscuros con arrogancia, nunca se quita los lentes cuando está conmigo — No puedo decir lo mismo, me repugna tener que verte la cara. Espero no verla muy seguido — Contesto con la misma arrogancia Si algo he aprendido en los años que llevo en la firma Finnerty es como tratar a este tipo de personas y
Alessandro Detallo la figura completamente desnuda que tengo enfrente, observo cada peca, cada lunar, cada línea trazada en su cuerpo. Recuerdo las palabras de Kerrison hace unos días, diciendo — Estás enamorado hasta los huesos, Alessandro. Te desvives por esa mujer — Claramente le afirmé que exageraba, pero lo acepto; estoy jodido por ella, estoy enamorado. — Amor — Levanto mi vista con los ojos entrecerrados al escuchar como me llama. Casi nunca suele usar esa palabra — Qué tramas, Abbygail Franchinni — Hablo mientras se sienta a ahorcadas sobre mí — Nada — Deja un corto beso — Solo estaba pensando en cosas de la empresa.Habla en voz baja, dejando su rostro escondido en mi pecho — ¿Qué cosas? — Pregunto con curiosidad, pasando mi mano con suavidad por su espalda — No crees que deshacer el contrato con Patrick Oslo sería perder una muy buena oportunidad — La muevo para que me mire cuando habla — Lo he pensando, pero también es muy riesgoso mantenerlo, cariño — Contesto con