Alejandra Marie Costa—¡Estas aquí, Dios mío! —Sollozo con fuerza sin poder contenerme —Te necesito tanto, siento que me ahogo.Su mano en mi espalda me conforta dándome ligeras palmaditas, sé que estoy sufriendo un tipo de crisis, pero no me importa necesito que todo lo contenido en mi pecho por días salga de una manera.—Ya estoy aquí seré tú estaca para mantenerte fuerte en este momento tan difícil Alex, no voy a dejarte sola de acuerdo, juntas lucharemos por salir adelante te lo prometo.Lina, mi querida amiga está en Inglaterra.—¿Cómo? ¿Cómo llegaste hasta aquí? ¿Quién? —Suelto una pregunta tras otra sin permitir que responda ninguna.Hasta que finalmente me calmo ella finalmente me da una respuesta sencilla.—Jonathan envió por mi hace unos días, arreglo todo para que pudiera viajar sin ningún contratiempo.Oh, el mencionado permanece en silencio en su lugar en todo nuestro intercambio emocional hasta que decide fue suficiente.—Subiré a mi habitación para descansar un poco —Di
Jonathan Bonnet—Buen acto de solidaridad con ella al mandar por Lina —Dice a mis espaldas Eli.No, escucho sarcasmo en su tono, pero estoy seguro de que aún no confía en mis buenas intenciones.—Aunque, no confíes en mi Eli mi intención no se mueve por egoísmo, Alejandra está sufriendo y a pesar de mis sentimientos no puede ser inconsciente en este momento, además recuerda que ahora esta embarazada todas sus emociones repercuten en el niño —Ella, me mira como si estuviera escuchando hablar a un extraterrestre —No, me mires de esa forma Eli estoy siendo sincero.—Mmm puedo preguntar porque a parte de tú buen corazón estas aceptando tan tranquilamente la situación de una mujer que lleva tú apellido, pero carga en su vientre el hijo de otro hombre del cual está enamorada.Mis manos se tornan puños sobre mis muslos su insistencia en restregarme lo que conozco a la perfección me irrita.—Escucha bien, esa mujer es mi esposa ¡No, me ama! Soy consciente, no estoy ciego se que nunca estoy en
Alejandra Marie Costa—Marian —Ella, con un dedo llevándolo a sus labios me indica que guarde silencio. Asiento hasta que llegamos a un lugar donde espero no escuche nadie nuestra conversación.—Alejandra, gracias a Dios que finalmente consigo verte, aunque no me lo creas trate de ponerme en contacto contigo, pero fue imposible —Dice abrazándome.—¿Cómo sabias que vendríamos?—Lina, me lo dijo, escucha no tenemos mucho tiempo porque la gente de Bonnet esta pendiente de todo. Ya estoy enterada sobre lo que propuso Lina, informar a los padres de Richard —Asiento —Viajare a Alemania esta misma semana, para informarles de ti. Porque es importante hablarlo personalmente no se puede hacer por una llamada. Además, debo explicarles sobre el bebé y tú situación actual. Por otro lado, insistiré en que no se detenga la búsqueda de Richard, aunque me encargue de hacerlo yo misma, pero primero debo hablar con los Müller, solo necesito de tú parte un poco de paciencia.Asiento, con una nueva espera
Alejandra Marie Costa—Pudiste hablar con Marian —Pregunta Lina, luego de cerciorarse cerrar con seguro la puerta de mi habitación.—Si, solo que estuve por poquito de ser descubierta por Jonathan.—Bueno, lo importante es que no sucedió estuve muriéndome de los nervios todo ese tiempo te lo juro. Pero mi limite llego al extremo cuando lo perdí de vista.—Por suerte no se entero de su presencia en la tienda —Me quedo en silencio un breve momento para luego agregar —Marian, viajara pronto a Alemania no me dijo cuando exactamente, pero hablara con los padres de Richard sobre nosotros.—Eso es bueno no, ellos son sus abuelos tienen derecho sobre el niño —Recalca Lina.—Lo sé, Lina, solo tengo miedo de que eso desate algo diferente sabes cual es mi situación actual, temo que los Müller no me acepten considerando que todavía no me divorcio de Jonathan. Además, mi familia no sé cómo lo tome.—Alex, hay algo que Richard no te informo, pero creo que es necesario que te enteres sobre tú famili
Jonathan BonnetLeo cada línea del maldito documento ante mis ojos, sin poder creer lo que esta redactado en sus párrafos ¿Cómo es posible?—¿A quién le pagaron para obtener esta sentencia? —Exijo saber apenas conteniendo la furia que recorre mis venas.—No, tuvimos que hacerlo Jonathan, la solicitud de divorcio estaba en marcha que te negaras dárselo es algo sin importancia, cuando hubo separación física, además de comprobar que durante su matrimonio le fuiste infiel con un viejo amor de la universidad, que mantuviste como amante aun casado. Incluso dándote el lujo de lucirte con ella por todos lados en New York. Dejando a tú mujer en completo ridículo es una buena justificación para un divorcio no lo piensas así.—Lucrecia —Digo, con advertencia.—Ah, eso agregamos que esa amante tuya esta esperando un hijo el cual te has negado reconocer situación que no la tiene muy feliz, por cierto.—Buscaron a Melissa—Por su puesto querido, mi hijo era un caballero jamás se hubiera atrevido ut
Richard Müller—Richard, cuando llego a este hospital no encontramos entre sus pertenencias ningún documento que nos ayudara para comunicarnos con su familia ¿Usted recuerda un numero o alguna forma para hacerlo? Si, recuerda nos pondremos en contacto con sus familiares para informar que se encuentra a qui —Dice el medico a un lado de mi cama.Asiento, haciendo un esfuerzo por incorporarme, pero el medico me detiene alegando que no debo precipitarme con movimientos bruscos.Por lo que me quedo sobre la almohada tratando de hacer memoria del numero de Alejandra estoy por dárselo cuando recuerdo que es posible que no tenga su teléfono. Por ese motivo recito lentamente el número de Marian.—De acuerdo, tratare de comunicare con esta persona de inmediato solo tenga paciencia pronto se reunirá con su familia Richard.Es lo ultimo que escucho por parte del medico cerrando mis ojos por el agotamiento con un solo anhelo en mi corazón reunirme en poco tiempo con mi niña.Alejandra Marie Costa
Richard MüllerElla, siempre esta en mi mente amo su sonrisa cuando su mirada coincide con la mía me llama por mi nombre trato de alcanzarla, pero mis piernas se sienten pesadas, por mas que trato de avanzar en su dirección no lo consigo.Mi corazón se impacienta no entiendo porque no puedo aproximarme a mi niña. Su rostro comienza a volverse borroso, froto mis ojos que está pasando, la desesperación comienza a embargarme ahora grito su nombre desesperado.Me despierto de un solo golpe algo extraño esta pasando a mi alrededor escucho las voces asustadas de la tripulación.—Señor Müller, deprisa debe colocar su cuerpo en posición de colisión —Dice la azafata con mirada de terror.—¿Qué esta sucediendo? —Pregunto, pero es obvio lo que está pasando.—Los motores del avión comenzaron a fallar los pilotos están haciendo todo lo posible para que descendamos con el menor daño posible ya se dio aviso de nuestra situación. Ahora por favor siga mis instrucciones señor Müller —Luego, se marcha p
Richard MüllerObservo el interior de la cafetería a través de la ventana que tiene vista a la calle con la esperanza de verla por unos minutos. Marian dijo que mi niña suele frecuentar este lugar porque le gustan sus postres, mis labios se estiran en una sonrisa, parece que a mi hijo le encantara lo dulce.Meto mis manos dentro de mis bolsillos esperando ansioso que ella aparezca en este momento solo Lina se encuentra en la mesa.Los latidos de mi corazón se aceleran expectantes de verla, después de tanto tiempo mi espera se ve pronto recompensada, cuando finalmente aparece con ropa que le queda un poco ajustada, desciendo mi mirada buscando la pancita donde anida mi hijo, siento que el corazón saldrá de mi pecho por la felicidad que pronto seré padre con la mujer que amo.Se que Lina la trajo sin estar enterada sobre mi regreso porque Marian no le informo nada. No quiero afectarla de ninguna manera que la ponga mal por la impresión de verme aparecer de repente cuando me creía muert