Jonathan Bonnet —¿Qué hace usted aquí? —Es mi amable recibimiento sin andarme con tantos protocolos. —Vaya, cualquiera diría que mi visita no es de tú agrado —Suelta mi suegro o más bien exsuegro. Eli me conduce a pocos metros de Mario Costa que parece calmado, pero toda esa apariencia es una gran mentira pronto se desatara una tormenta estoy seguro. —Mario, supongo el motivo de su presencia en Londres y estoy seguro de que no se trata de una simple visita social ¿Me equivoco? El hombre me estudia con una fría sonrisa en sus labios para quien no lo conozca parecería que realmente las cosas están bien, pero a mí por ningún minuto me engaña. Algo se trae entre manos este viejo infeliz para que se molestara viajar miles de kilómetros solo por una simple reunión familiar con su exyerno. Se pasea con sus manos metidas en las bolsas de sus pantalones como todo depredador que finge no ser frente a sus presas antes que las devore. —Muchacho, muchacho realmente me dan demasiado trabajo t
Richard MüllerCamino a mi reunión en compañía de Marian recuerdo que olvide los documentos que se firmarían hoy sobre el escritorio, mi cabeza últimamente solo mantiene un pensamiento constante o más bien una persona en mi mente ella, mi niña.—¿Qué sucede Richard? —Pregunta Marian al detener mis pasos de improviso.—Regresemos a mi oficina olvide los documentos sobre el escritorio —Murmuro aguantándome la sonrisa de burla que se dibuja en el rostro de Marian —Anda dilo no te contengas.—No, iba a decir absolutamente nada —La miro serio —Bien de acuerdo me parece divertido que olvides algo en tú vida siempre eres tan cuidadoso creo que enamorarse para ti es complicado pronto quizás no puedas ni vestirte solo.—Jajajaja que chistosita simplemente me distraje un poco no significa que tenga un tipo de demencia graciosa para llegar a ese extremo —Pero la mujer no pierde su mueca burlona del rostro —Mejor nos apuramos pronto inicia la reunión no quiero invertir mucho tiempo en eso…—¿En q
Alejandra Marie CostaEspero hasta que ambas mujeres se retiran de la oficina para concentrarme en Richard cuyo rostro se muestra realmente apenado.—Mi amor siento mucho lo que ocurrió —Toma mi rostro entre sus manos colocando su frente sobre la mía murmurando —Si, hubiera cumplido con mi deber presentándote al personal como mi esposa no pasarías por un disgusto.Niego porque eso no es cierto incluso si me hubiera presentado como su esposa esa mujer siempre hubiera buscado una excusa para atacarme verbalmente lo deja claro con su actitud y por lo que escuche de su boca ella tiene un enamoramiento con mi esposo.—¿Alex? —Pregunta ansioso esperando una respuesta de mi parte—Esa mujer tienes mucho de conocerla ella menciono interactuar con tus padres por sus palabras entiendo que son amigos —Richard suspira resignado.—Ven mi amor —Me toma de la mano guiándome al sofá —No, quiero ningún malentendido entre nosotros por lo mismo necesito aclarar lo que ella dijo mi niña. Los padres de Na
Alejandra Marie CostaUn día en la oficina con Richard fue agotador paso de una reunión a otra hasta que finalmente termino la última menos mal había dicho que solo iba por firmas, pero igual quitando el cansancio fue sumamente entretenido verlo en su elemento.—Lista para descansar un poco mi amor —Susurra Richard masajeando mis hombros —Discúlpame no pensé demorar con tanto papeleo.—Esta bien mi amor debías cumplir con tú trabajo debo confesarte que eres sumamente sexy cuando estás trabajando —Digo sonrojándome.—Así, que soy sexy —Dice volviéndome entre sus brazos con una sonrisa enorme mientras que oculto mi rostro en su pecho —Mi amor no debes ser tímida me encanta que me digas esas cosas. Vamos dilo otra vez quiero escucharte me gusta.—Eres muy sexy para tú propio bien —Repito sintiendo que mi rostro se calienta.Richard corresponde elevando mi rostro buscando mis labios devorándolos despacio en medio del dulce momento un bostezo involuntario se me escapa haciendo que se deten
Richard Müller Las ultimas palabras de Mario Costa me dejan con un mal sabor de boca embargándome un mal presentimiento. Tomo mi teléfono marcando el numero de mi madre esperando que entre la llamada mientras contengo la respiración esperando los minutos pasan y no obtengo nada. Estoy comenzando a preocuparme no es normal que ella no responda. Agarro mi saco con el teléfono sobre mi oído así salgo de mi oficina atrayendo la mirada de Marian que se encuentra reunida con unos ejecutivos conversando al notar mi actitud rápidamente se despide siguiendo mis pasos. —¿Qué esta sucediendo? —Pregunta igualando mis pasos hacia el ascensor —Tiene que ver con la visita de tú suegro. —Mi suegro ese hombre no merece ningún reconocimiento como padre de Alex vino a ponerme claro que no está de acuerdo con nuestro matrimonio. —¿Hizo alguna amenaza? Para que estes tan alterado —Niego —Entonces porque estas tan alterado Richard. —Porque, aunque no me amenazara por sus ultimas palabras antes de ret
Jonathan Bonnet—¡Jonathan! No me lo niegues Eli que en este momento no tengo la paciencia para ser amable con nadie ¡Jonathan! sal dame la cara —Escucho la voz de Richard en el primer nivel preguntándome que está sucediendo.Busco mi silla para salir a remediar el problema, pero realmente no consigo ni llegar junto a la puerta cuando esta se abre de golpe con un Richard furioso.—¿Dónde está mi mujer Jonathan? Habla no estoy para tus juegos estas poniendo en riesgo a ella y mi hijo dime no me hagas repetirlo.—No entiendo ¿Qué estas diciendo Richard? ¿Qué sucedió con Alejandra?—Ahora vas a fingir no saber nada ¡Acaso no fuiste tú quien mando a su padre amenazarme!—Espera Richard, dices que Mario fue a buscarte…—¿Dónde la tiene habla? —Me toma por el cuello de mi camisa veo sus nudillos tornándose blancos por la fuerza que esta ejerciendo sobre la tela.Su desesperación pronto se convierte en la mía cuando mi cerebro hace la conexión cuando dijo “su padre amenazarme” mi corazón se
Alejandra Marie CostaMi padre al principio no dice nada solo se pasea en la habitación como un animal enjaulado hasta que finalmente se detiene sentándose en una silla enfocando su mirada en mi rostro para luego desplazarla sobre mi pequeño vientre aprieta su mandíbula con disgusto.Como respuesta cubro mi estómago con mis brazos instintivamente acción que no pasa desapercibido por mi padre.—Ya no importa que lo ocultes Alejandra, es lamentable como padre enterarse que tienes una zorra por hija. Porque estoy seguro que ese bastardo le pertenece a tú amante.—Mi hijo no es ningún bastardo y su padre es mi esposo —Me enfrentó con mi padre sin importarme el supuesto respeto que debo tenerle.—Que valiente la muchachita piensas que aceptaré ese niño como mi nieto está equivocada Alejandra.—No me interesa si lo consideras tú nieto tan poco y ni pienses que permitiré que le hagas daño a mi hijo.—Si, muy valiente, pero tú no puedes conmigo harás lo que te ordene si te resistes yo mismo m
Alejandra Marie Costa —¿Cómo pudiste permitir que me casara con mi primo? No puedo creer como se atrevió llegar tan lejos me entrego con Jonathan sin importarle qué clase de hombre no le importa nada para conseguir un objetivo del cual no tengo la menor idea de que se trata. Pero si conozco a mi supuesto padre debe involucrar dinero no existe nada mas importante para este hombre desde que tengo memoria. El cochino dinero siempre… —Por tus palabras es un hecho que quien te informo no conto el cuento completo —Dice soltando una carcajada —Bien, no sirve seguir ocultando tú historia Alejandra. El guarda silencio por un momento como si tratara de recordar luego suelta un suave suspiro inicia a relatar lo que se supone mi historia. —Mi hermana era una bohemia jamás estuvo interesada en seguir lo que se le dictaba ni siquiera mostraba interés por el dinero que iba a heredar de los Costa se marcho para estudiar arte en Francia fue ahí donde conoció a tú padre, otro bueno para nada que