Alejandra Marie CostaDe regreso a casa un silencio abrumador acaparo todo el camino en el automóvil toda la discusión entre mi hermano y Victoria se queda grabada en mi cabeza reproduciéndose una y otra vez. Aunque quería interrogarlo de inmediato a que iba esa conversación preferí llegar a un lugar donde nadie escuchara las explicaciones de mi hermano.Aunque es poco probable que nos entendieran porque la mayoría de quienes se encontraban en el restaurante no hablan Inglés sino Alemán no iba confiarme que lo dicho por mi hermano cayera en malas manos.Con solo ver como la expresión de su rostro se transformó de una sonrisa burlona a seriedad absoluta comprendí que era algo muy malo además involucra a mi esposo Richard.En mi habitación a puertas cerradas solo con mi hermano espero que inicie con lo que tiene por decir Brayan.—Alex lo siento —Son las primeras palabras que pronuncia inclinando el rostro avergonzado —Yo no andaré con rodeos y es necesario que te enteres por mi… —Luego
Richard Müller—Mi amor no mencione nada sobre eso porque no quería que te enteraras además es reciente que Brayan me lo dijo—Digo cogiendo su rostro surcado de lágrimas entre mis manos. Ella cierra sus hermosos ojos para evitar corresponderme la mirada —Mírame Alex abre los ojos —Lo hace dejándome ver cuanto dolor existe en ellos —Mi niña estas muy molesta con Brayan verdad y además debes estar preocupada que haré con él al mismo tiempo ¿Oh me equivoco?Ella asiente con un ligero puchero como una niña chiquita lo que en lugar de enojarme me llena de ternura luego de unos segundos en silencio responde concentrando su mirada en mi rostro.—¿Cómo no estarlo Richard? —Me pregunta —Mi hermano trato de matarte eso es muy grave mi amor, pero no puedo evitar al mismo tiempo tener estas emociones encontradas que luchan una contra la otra. No sé qué pasara con mi hermano —Dice con voz quebrada entre lágrimas —¿Cómo estas tan tranquilo sabiendo que Brayan trato de hacerte daño?Realmente no est
Jonathan Bonnet—Que opinas si tú hija se casa con uno de mis hijos Carlo —Era de esperarse semejante propuesta no consiguió lo que pretendía conmigo ahora tiene una nueva presa Margaret.Sin embargo, existe algo que no está considerando en esta ecuación si ella esta dispuesta entrar en este jueguito que pretende Mario Costa.—No se que decir con tú propuesta Mario mi hija no es una mujer común a quien solo se le impone algo como un matrimonio arreglado —Replica Carlo —Margaret no permite que impongan con quien debe casarse.Ante las palabras de Carlo noto el rostro de mi antiguo suegro tiene una expresión que no está de acuerdo para nada con las palabras de Carlo.—Acaso no eres su padre Carlo quien decide por tú hija lo más conveniente para ella desde que nació al menos te debe obediencia —Murmura el viejo apenas conteniendo su malhumor.Tengo claro sus intensiones para Mario las mujeres en familias como las nuestras solo representan monedas de cambio lamentablemente. Aunque estamos
Alejandra Marie Costa—Se que no soy bienvenido sin embargo mi visita es necesaria Brayan —Dice Jonathan —Pedí hablar con Richard es algo importante.Tanto Brayan como Yo guardamos silencio escuchando con atención a Jonathan.—¿Qué quieres hablar con Richard? —Pregunta mi hermano luego que la sorpresa inicial pasa no muy convencido por la petición de Jonathan de hablar con mi esposo.—¿Esta Richard? —Es su respuesta metiendo sus manos dentro de los bolsillos en sus pantalones sin responder a la pregunta de mi hermano lo que provoca que su mandíbula se tensione molesto por la negativa de Jonathan —Alejandra debo conversar con tu marido.Esas últimas palabras me sorprenden sobre todo que diga en voz alta “marido” asiento con mi cabeza considerando sus palabras mientras sostengo a mi hija entre mis brazos expectante para luego responder.—Richard se encuentra en la biblioteca en este momento —Digo elevando mi mirada notando como la suya se pierde en mi rostro para luego descender concen
Jonathan BonnetDejar atrás a la mujer que amo significa abandonar una parte de mi corazón en todo el camino hacia el hotel no pude borrar la imagen que se grabó a fuego incandescente en mi memoria solo bastaron unos minutos para que Richard siguiera mis pasos para que se uniera a su familia siendo testigo del amor tan profundo que existe entre ellos.El llego al jardín en compañía de Brayan y Marian que parecen sus sombras para luego tomar entre sus brazos a las dos mujeres que significan su todo en este mundo mientras en mi corazón una nueva forma de dolor se alojaba destrozándome violentamente.Alejandra finalmente comprendo que te perdí nunca tendré ninguna oportunidad de recuperar el amor que me dedique a matar en tú corazón. Me pase años ignorándote, saboteando mi posibilidad de formar una hermosa familia a tú lado.Elevo mi mirada obligándome concentrarme en un punto en la carretera luchando por sacar de mi cabeza la imagen de ellos como la familia que anhelo para mi me equivoq
Richard Müller—¿Quién nos asegura que ahora con mas poder en sus manos finalmente los dejara en paz? —Expresa sus pensamientos Axel golpeando la punta de su bota de combate contra el saco medicinal que cuelga en el gimnasio —No puedes confiar que Jonathan actuara como un buen niño Richard entiendo que fueron amigos en el pasado, pero eso cambio en el preciso momento que le quitaste su mujer.—Gracias por recordármelo Axel —Suelto entre dientes soy consciente como inicio mi relación con Alejandra, pero no arrebate la mujer de un hombre integro por lo mismo no me siento de ninguna manera culpable —Axel conoces nuestra historia para nadie es un secreto sin embargo me incomoda que mi esposa la pase mal pensándose culpable por las decisiones de Bonnet.—No me digas que sientes celos que ella guarde un tipo de sentimiento por Jonathan y ahora descubra que siempre si quiere volver con el idiota.—No mis pensamientos no se dirigen por ahí —Axel sonríe sin gracia antes de golpear con fuerza c
New York Día del aniversario. —Señora Alejandra, todos los preparativos en el jardín sur están listos, pronto los invitados llegarán para la fiesta —Murmura en el umbral de la puerta, mi asistente Raquel. Asiento agradecida por qué, sin ella y con la ayuda de los demás que trabajan en el servicio de esta casa, sería imposible lograr organizar la celebración del aniversario de nuestro matrimonio. Hoy se cumplía un año de matrimonio, quería que fuera un evento especial para celebrarlo, había invitado a su familia, mi familia, amigos y socios de mi marido, para qué compartieran con nosotros este día. Todo estaba en marcha para que fuera registrado el gran evento social del año, por las revistas de sociedades tanto nacionales como internacionales, una petición que no compartía, pero considerando la identidad de mi marido no podía negarme a la solicitud de mis suegros. —Gracias, Raquel, por toda la ayuda, trasmite mi agradecimiento a todos los demás integrantes del servicio – Comento
Alejandra Marie Costa de Bonnet Todo en la mansión estaba dispuesto para celebrar nuestro primer aniversario, los invitados personas cercanas a la familia como socios de negocios de mi marido, pululaban de un lado para otro en conversaciones que para mí no tenían ningún sentido. Entre todas esas personas pretenciosas se encontraban mis suegros, que no paraban de elogiar todos los logros de Jonathan con sus amigos y socios de negocios. Me encontraba impaciente porque se presentará mi familia, solo con mis hermanos Enzo y Fabio aquí me sentiría más tranquila, pero ellos llamaron temprano expresando su tardanza a la fiesta, por qué debían hacerse cargo de un imprevisto primero. Yo era la menor de una familia enorme de ascendencia Italiana perteneciente de Brescia, en la región de Lombardía. Nuestra vida era tranquila en ese entonces y continuo de esa manera, incluso después que mi familia se mudó a los Estados Unidos por negocios cuando yo tenía la edad de seis años. Pero las c