Aquella mascarilla que estuvo estos últimos minutos empañada por su respiración ahora es completamente transparente, se ha ido, abrazo fuerte a mi hermana mientras lloramos en silencio, Kaios abraza a mi madre y a luz, no puedo imaginar a mi madre sin su compañero de vida, no quiero saber que se siente perder a la persona que amas.
Pasamos horas en silencio en la casa, ni mis sobrinos hacían ruido, cuando son lo más ruidos que puede haber, recuerdo que tengo que llamar a Bruno - ¿Mateo? – no soy capaz de decirle nada – no te preocupes estaremos ahí está noche - el cuelga, no fue necesario decir una sola palabra para que entendiera.Estábamos todos calmados, a pesar de que ninguno lo esperaba, estábamos calmados.Con mis hermanos comenzamos los preparativos para su funeral, el día fue agitador, regresamos a la casa ya era casi media noche, al acercarme veo que esta el auto que Bruno usa acá, habían llegado y no se si le dijo a Alexandra, no fui capaz de hablarle, enAlexandraMateo y sus hermanos tienen la suerte de haberse despedido de su padre antes de morir, yo no pude. Trate lo más que pude de no molestarlos, pero esa mañana me dio tanto asco lo que estábamos preparando que tuve que correr al baño, lo que menos quería era llamar la atención, subí a la habitación para buscar mis pastillas, pero no las encontré, si sigo así serán unos días horribles, no solo para mí, Mateo siente un gran dolor en este momento y no lo puedo molestar con algo así. Trate de comer algo antes de irnos al cementerio, cada bocado me enviaba al baño – necesitas comer algo cariño – me dice Helena preocupada – si, perdón es que no traje mis pastillas para las náuseas – déjame mandar a alguien a comprarlas – Pide Mateo, una de las chicas del servicio llega al poco tiempo con mis pastillas, tomo una a penas me la da, después de unos minutos como algo, mi estómago no aguanta más del hambre y no puedo preocuparlos por mi en este momento. En el cementerio estábamos tod
Aún no salen del despacho, quería ir a baño y Alexa aún dormía en mis brazos – dame a esa pequeña, la voy a llevar a su habitación – pide Luz, en lo que la toma voy directo al baño de la planta baja que a sido un buen amigo estás últimas horas, cada 5 minutos quiero ir al baño, no quiero saber cómo será en unos meses más. Al regresar estaba ya todos en la sala, sus caras no estaban muy animadas - ¿Qué pasó? - Le pregunto a Bruno – era el abogado que quería leer el testamento - ¿Ahora? Pero si lo acabamos de enterrar – por eso no se demoraron, lo mismo le dijeron, asiqué mañana lo van a leer y Alexandra tenemos que estar acá por qué nos nombra en el - ¿Por qué aria eso? – Bruno se encoje de hombros – es lo que dijo Mateo – El cansancio me ganaba más seguido de lo que quería, en silencio me voy a la habitación para dormir un poco, me meto a la ducha primero para quitarme un poco el sudor, me coloco una polera de mateo para luego arreglar el aire acondicionado de la habitac
Las manos de Bruno apagan mis gemidos, olvidó que no estamos solos - ¿estás bien? – pregunta Mateo – no paren – les pido cuando los siento detenerse – mi cuerpo se siente diferente al llegar al orgasmo, los tres llegamos juntos. Nos distraimos en la cama unos momentos, para variar tengo ganas de ir al baño asiqué paso por sobre ellos para ir, aproveche de bañarme. Salgo a vestirme y ellos entran al baño. Bajamos juntos, estaban todos en el comedor desayunando - ¿Van a desayunar de nuevo? – pregunta Helen mirándome, siento que mi cara se pone roja, es cierto, Bruno había llevado desayuno a la habitación y no comimos nada – Helen no molestes, déjalos que se sienten a comer - ¿Dónde están Kaios y Luz? – pregunta Mateo al no verlos – llevaron a los padres de luz a su casa – estarán aquí antes del almuerzo para la lectura del testamento de papá – dice Helen con pena. Llega el abogados la casa antes que Kaios, lo esperamos hasta que llegó, Luz y el niño se habían quedad
Mateo parece estar confundido con el testamento de su padre, si bien seré su oro padre conmigo también hay acuerdos de lo que el estaba al tanto – señor Makris- ambos miramos al abogado – perdón, señor Bruno Makris- está es una copia que el señor Andréi me pidió que le entregará como abogado de su familia – me acerco a él junto con Mateo. Su cara palidece al mirar hacia atrás, miro para ver qué pasaba en lo que escucho a Helen gritar – Alexandra despierta – dejo los papeles en el mismo escritorio y corro a ella – se había desmayado – cariño llévala arriba llamaré al doctor – nos dice Helena. La llevamos a la habitación de Mateo, la dejamos en la cama y tratamos de que reaccionara. Al despertar trato de levantarse y lo único que consigo fue vomitar encina de ella misma – lo siento aguante lo que más pude – dice con la boca tapada – déjame prepararte una ducha – le dice Mateo mientras le saco la ropa a Alexandra, estando lista la tina se mete al agua, Mateo pude ayuda para limp
Alexandra Odio que hablen así, cómo si no estuviera ahí, cómo si no tuviera opinión, son mis hijos – Alexandra si no sales de ahí entraré a la fuerza – siento a Mateo enojado, no quiero problemas asiqué decido salir - ¿Ahora no puedo entrar al baño sola- un rotundo NO de los dos – parecen unos niños - ¿Nosotros? ¿Quién se encerró en el baño? – se burla Bruno – necesitaba ir al baño – les digo sin dejar que vean mi molestia. Mi estómago hace de las suyas solo para que me ponga roja – ven bajemos es hora de que comas algo – dice Mateo y me toma de la mano – puedo sola – Hoy no – Bruno me toma en brazos para bajar conmigo -ya basta – les gritó, pero ninguno me suelta – no quisimos molestarte pequeña – perdona – son unos niños ya bájenme – no sin que nos perdones - ¿Perdonar por qué? ¿Por decir lo que piensan y lo que sienten? – los dos quedan callados – no lo necesitan, mientras no lo vuelvan a mencionar estaremos bien, no quiero que se sientan menos – Bruno me baja y los dos me
Mis exámenes arrojaron que tengo una leve anemia, Sophia quedó preocupada ya que por lo general se detectan dentro de los 4-5 meses, puede que está anemia siempre la haya tendido, y solo ahora se detectó. Me dio un tratamiento para ello y me e sentido mejor, mañana ya es mi nombramiento y estoy nerviosa. Mi brazo ya está mucho mejor asiqué el yeso lo sacaron hace unos días, trataron de hacer lo mejor posible para que no quedará cicatriz, y deberé hacer mi parte para ello también, por ahora la herida está roja, ya sin puntos. Me desperté más temprano que de costumbre está mañana, los nervios me atacan, salgo de sus agarres en la cama para poder ir al baño, necesito una ducha, a pesar del aire acondicionado dormir en una cama con dos hombres no es precisamente fresco, menos si la noche anterior tratan de quitarte los nervios con sexo, me doy una ducha larga de agua tibia, casi fría, necesito estar atenta durante el día, se que a medio día estaré con unas tremendas ganas
Ambos bajan con sus trajes impecables, Mateo con un traje azul oscuro, de pantalón, saco y corbata, chaleco, con una camisa blanca y zapatos también negros, el de Bruno es el mismo estilo en gris oscuro – ¿Están seguros que cocinarán así? - ¿Así como? – pregunta Mateo dándome una de sus miradas que si no fuera por qué hoy tenemos que ir a la oficina me los comería a ellos en vez de un desayuno - ¿Cuándo fue la última vez que vistieron así? – siempre amor – dice Bruno besando mi cuello para lavar a la alacena – enserio, hasta hoy no los había visto así -¿Algún problema señora Makris? – se burla Mateo – ¿Serán mis hormonas? Se ven tan bien, sus cuerpos parecen estar apretados en esos trajes, el cabello de Mateo está revuelto su barba saliendo, Bruno hace un par de días se cortó el cabello asiqué no tiene problemas con él, su barba también está empezando a salir. -¿Hay algún problema pequeña? – ¿Podemos desayunar afuera? Aún es temprano – ambos se miran. Al final salimos a desayu
-cuando sea fecha de tu prenatal seré tu reemplazo, eres la dueña, presidenta y la CEO de la empresa, eso no cambiará – gracias por aceptar ser mi vicepresidente – es un honor serlo, se que no eres como tu abuelo, me lo has demostrado estos años, además ya tengo quien se haga cargo de mi firma - ¿Volvió? – si hijo, tu hermana volvió, pero eso es algo que hablaremos otro día – señor – interrumpe Andrea – los esperan en la sala de conferencias – bien, entonces ahora toca el circo, están listos – nos levantamos de nuestros lugares y caminamos, esta vez conmigo en frente de los tres. Habían por lo menos unas 30 personas solo que pertenecen a las administraciones de las empresas en sus diversas áreas, y unos 30 más de prensa que estaban afuera de la sala, las paredes son de vidriero asiqué ellos solo podrán ver y sacar fotos ya que después de presentarme con los ejecutivos ellos podrán entrar. Mateo y Bruno toman asiento frente al otro dejando el centro libre para mí, el p