Alexandra
Nos quedamos dormido, era más de las 6 de la tarde y la mamá de Mateo no dejaba de llamar para saber dónde estamos.Nos vestimos rápido y el camino a su casa fue silencioso, no sabía que decir, sus ideas no dejan de rondarme.Llegamos y Helen nos esperaba en la puerta muy nerviosa, estaba ya maquillada y con una bata puesta, no se había terminado de vestir aun - deberían haber estado aquí hace más de una hora – dice arrastrándome a su habitación. Para ese día habíamos ido las 5 a comprar un vestido, nos gustaron varios y no me podía decidir, me los compraron todos.Los quedo mirando en los colgadores, son todos distintos, el que más me gusto fue el que me regalo Kat, es negro con un sutil brillo, la espalda es bordada en las orillas solo se une por una tela muy transparente que da la sensación de que no hubiera más, el escote es alto, pero abierto en el centro – pareces una princesa gótica en ese vestido – Ríe Helen – te queda perfecto con tu cabelMateo Estaba temeroso de lo que fuera a pasar, Alexandra nunca me dejó de lado, sé que puede sentir algo por Bruno y eso me tenía inquieto, está era una oportunidad única para los 3. Despierto con una tremenda erección, haber visto su cara de placer me hacía quererla más, la escucho hablar con Bruno, vienen recién despertando igual que yo, ella tenía una mano en mi miembro y la otra en el de él, creo que despertamos los 3 de la misma manera, deseando continuar, cómo negárselo si yo también me siento bien. Me levanto de la cama a buscar un condón para dárselo a Bruno, ella no usa pastillas asiqué la tengo que cuidar, acaricio suavemente su piel y juego con mis dedos en su culo para dilatarlo, esta vez lo quiero probar, ella no pone resistencia, escucho sus gemidos que son música para mis sentidos, levanto su pierna y ambos nos posicionamos en ella, estaba tan húmeda que no fue necesario lubricarla, nuestros movimientos siguen siendo suaves, igual que anoche, pero
Bruno El viejo siempre se cuidó de su hermano, era tan ambicioso que era capaz de todo con tal de quitarle la empresa, pero para suerte de muchos no lo logró – lamento esto - ¿Por qué no sabía que mi abuelo tenía un hermano? – mucho antes que nacieras, tu abuelo lo alejo de la familia – pero por qué – es un ambicioso, ten por seguro que tendremos problemas con él - esperaba no tenerlos. Después de ese incidente, todos nos pusimos ropas más cómodas y nos fuimos al club para relajarnos, la fiesta nos tena agotados, especialmente a Alexandra que necesitaba sacarse todas esas miradas de encima. El resto de la noche fue excelente. Debimos estar atentos de todo, no sabíamos lo que nos esperaba después de esto. … -Alexandra tenemos un grave problema – la llamo desesperado, legalmente ya no soy su tutor y las empresas están en el aire, no hay quien administre y todo es un caos, Mateo no puede ser el CEO de la empresa ya que aún no están casados - ¿qué pasa Bru
Alexandra Últimamente a esa palabra le tengo miedo, no quiero más cambios, quería que todo siguiera como hasta ahora, la aparición de Nicolas cambió todo su paso, no estaba obligada a casarme con Mateo, eso era lo único que en mi vida estaba decidido por mí. Mi padre y mi abuelo ocultaron cosas para protegerme, pero no sé qué tantas habrán sido, me da miedo imaginarlas y no lo quiero hacer. El padre de Mateo nos dejó para hacer su trabajo, él y mi padre habían tenido varios encuentros previos por lo que veo, a él no le sorprendía mucho lo que Bruno padre le hacía saber. Bruno y Mateo se sientan a ambos lados míos, - se pueden quedar el tiempo que necesiten en la oficina – no quiero quedarme ¿nos podemos ir a tu departamento Bruno? - ¿no prefieren un hotel? ¿tu antiguo departamento? – niego con la cabeza – está bien, vamos, mañana arreglaremos el mundo – una pequeña risa sale de mis labios – vamos necesitas descansar de todo un poco – Mateo me toma de la mano
- sabes que me matas haciendo eso - me mata más no hacerlo - las ganas de hacer el trío son las que me hacen hablar, ya no me controlo, mis manos pasan por debajo de su polera sintiendo ese torso marcado, no me detiene, ya está más relajado - prefiero arrepentirme después de hacerlo - ¿Mateo? - está aquí, con nosotros - sabes tan bien como yo lo bien que se siente Bruno - sus voces roncas hacen solo que me sienta más excitada - para ti sería extraño saber que me excita ver a mi mujer siendo tocada por otro? - o por otra - le digo recordando lo del Jett - Mateo se me acerca por la espalda besando mi cuello y metiendo sus manos por debajo de mi ropa, aumentando mi respiración, desabrocha mi pantalón metiendo su mano entre mis bragas - estás muy mojada - Bruno aún me da la espalda sin decir nada, los dedos de Mateo juegan en mi vagina haciéndome ahogar mis gemidos en la espalda de Bruno, se siente bien - Bruno - mi voz ya está suplicándole a qué se de vuelta - Bruno - pero él no me res
Bruno Aguanté lo que más pude, no puedo permitirme sentir nada por ella, pero me lo hacen imposible. Después de salir del baño me puse los bóxer, para ir a otra habitación y dejarlos descansar - está es tu habitación deberíamos salir nosotros - está dormida - no la molestes - molesta va a estar si no te ve en la cama cuando despierte - Mateo dijiste que no volvería a pasar - le reclamo - esta vez no fui yo, ella lo quería - cómo una niña me puede manipular tanto - le digo mirándola dormir - por qué sabe lo que queremos, y en este momento ambos la queremos a ella - pero ustedes ahora están casados - y miramos aquí - La quiero, y no quiero hacerle daño si quieres estar seguro, tanto como yo, de lo que ella quiere, despierta a su lado y te darás cuenta de lo que digo es verdad, para ti es solo una niña, ella lo sabe, y aun así no puede evitar querer estar contigo - que pasa contigo? - me ama más de lo que crees y yo a ella, confiamos en el otro, esto solo nos fortalece más
Mateo Necesitaba ver algún lugar para vivir, ahora que nos vamos a cambiar antes de lo pensado, no conozco a nadie más que a Bruno, aproveché de hablar con la secretaria para pedirle ayuda – sé que no es tu trabajo, pero si me puedes ayudar con algunos números y yo me encargo del resto – no se preocupe, tenemos una lista de con muchos contactos, mire precisamente acá hay algunos, los mejores corredores de propiedades – imprime una lista, le recomiendo estos – destaca algunos – estos son algunos asociados con la firma de abogados, tienen buenas recomendaciones – me entrega la lista – de casualidad tendrás algún contacto…- creo que esto es algo que no debería ver yo si no que Alexandra, me rasco la cabeza sin saber como decirle lo que necesito, hasta ahora no había pedido ni había ido a ningún lugar así, no lo creo necesario, pero es por su bien. No creí tener que arreglar nuestra vida acá tan rápido, se suponía seria dentro de unos meses, de un año más, pero todo se co
Alexandra Estoy jodidamente perdida entre ellos, no quiero que me dejen sola ni un minuto, siento cada segundo hervir mi cuerpo. Mientras comemos Mateo se para de su lugar y me besa el cuello, solo hace que mi excitación se vuelva más grande - ¿le pasa algo? – pregunta Bruno mientras vemos que Mateo se aleja – no sé, no me a ducho nada – me levanto de mi lugar para seguirlo, y saber que le pasa, nunca hace eso – ok gracias – lo escucho hablar y corta el teléfono mientras se da vuelta - ¿pasa algo? – niego con la cabeza - ¿terminaron de comer? – te esperábamos – vamos entonces. Volvimos a la mesa y nos sentamos a terminar, extrañamente estábamos en silencio, no me gustaba, pero menos me gusta la sensación entre mis piernas, siento mis bragas mojadas como si estuvieran bajo el agua, me incomoda por que no los ´puedo obligar a estar conmigo cada vez que me sienta así, aun que se que no se molestarían si lo hago - ¿y ya está todo listo para la boda? - pregunta Bruno, l
El lugar esta muy cambiado, hay mas luz, mas colores, mas mesas, todo es mucho mas amplio que antes, planas cuelgan por todo el lugar – parece un pequeño oasis – le digo mirando todo – espero que mi pastel no haya cambiado también – oh no mi pequeña, la receta del pastel es aun la misma, siempre espero que vuelvas por aquí o poder ir a tu casa de nuevo, pero no estabas – me dice con voz de pena – me disculpo contigo, pero tenía que irme – me abraza de lado mientras caminamos. Nos dirigió a un segundo piso donde solo había unas pocas mesas – ¿me presentaras con tus compañeros? – recuerdo que voy con Mateo y Bruno – lo siento no los presenté – él es Mateo y él Bruno los dos son mis esposos – le digo y queda asombrado – pequeña tu si que saliste atrevida – se ríe de sus palabras y yo me pongo roja – un gusto muchachos, bueno tomen asiento, díganme que van a querer hoy los atiendo yo – te sentarías con nosotros un momento – le pido – claro niña – quería saber cuándo nos tendrías l