Mía
En este momento no me importa nada, sentir el cuerpo caliente de Bruno me da sensaciones extrañas, pero agradables, hoy no hay condiciones para estar con ellos, quiero saber que se siente, Bruno es gentil y sube con sus toques y besos en mi cuello, siento las manos de Alexandra y Mateo en mi pierna, la tomo para hacerla tocarme, y yo la toco a ella, sus dedos son suaves, van de arriba a abajo sin dejar el ritmo de mis caderas que piden más, mientras Bruno juega con mis persones.La noche termina de caer, mientras mi cuerpo se calienta como si el sol estuviera en su punto más alto, a pesar de que Bruno está con su short puedo sentir su erección en mi espalda, con cada movimiento de su mano me muevo más frotándolo, aguantando lo más que puedo para no tener un orgasmo, me resulta difícil, sus movimientos se apresuran en mi y termino sediento dejando su mano tan mojada como la toalla que está debajo de nosotros, ella tampoco tarda mucho, la puedo sentir encorvar su espaEsperamos a que salieran de la habitación, aún estaba medio aturdida al saber que estaría sola con él – si no estás segura lo podemos dejar – creí que se quedaría – si quieres la busco – no, está bien, solo – Aparta un mechón de cabello colocándolo detrás de mi oreja – tu tienes control, paro cuando tú digas – Recorro su cuerpo suavemente con mis manos, se cómo es su cuerpo, su calor, el estar solos ahora lo hace distinto, lo tengo solo para mí, bajo su mirada encontrándome con su erección – no tengas miedo Mía, ya te dije, nos detenemos si tú lo quieres – mi mano temblorosa se acerca tocando lo solo con la yema de los dedos, Bruno termina apoyándose en la cama con sus manos, termino tomándolo con la mano completa, subiendo y bajando, de vez en cuando mirando para ver su expresión. Nunca había sentido las ganas de tener sexo con un hombre, siempre creí tener mi sexualidad definida, que solo me gustarán las mujeres. Me subí a horcajadas de él, frotándome en su erec
Bruno Había olvidado lo que era tener sexo con una chica virgen, menos haberle dado el control, ella no solo era virgen si no que también lesbiana, las veces que a estado con nosotros solo está con Alexandra, y ella ahora nos dejó solos. Termine de limpiar sus piernas y la noto que se está quedando dormida, la cubrí con una sábana y salí de la habitación dirigiéndome a dónde están Mateo y Alexandra. Miro por el pasillo y veo que las luces de afuera están prendidas, estaban en la terraza, me acerco despacio, Alexandra está sentada en la piernas de Mateo, al Vero lo que hacen mi erección está más que lista - ¿Me puedo unir? – Alexandra estira su mano, la tomo y me uno, sin duda está noche será intensa. No fue mi intención dejas sola a Mía, le pedí a Alexandra que durmiera con ella después de que nos bañamos. A la mañana siguiente fui a ver a los niños, estaban despiertos jugando en su cama, Rey, al verme se baja y corre a mis brazos a los pocos segundos s
Alexandra Hable con Mía, no la quiero como mi secretaria después de haber pasado una semana así, verla todos los días y querer hacer más que trabajar, no es para nada bueno, Mateo me da la idea de que nos vayamos a la mansión Makris, es más alejado de todo y usaríamos el personal mínimo, irnos los con ella a vivir allá, ¿Cómo lo tomaría Diana? Ella sería la única que estaría fija, aún que ya es mayor, y sería por un tiempo. Cada vez que la veo le cuesta más hacer sus cosas y estar sola con los niños todo el tiempo le es más difícil – primero dejemos organizado entre nosotros – les digo, es de noche y estamos en la cama, los niños y Diana duermen, ellos están por cumplir 2 años, van a la guardería en la empresa, el próximo año y el que queda de este los cuidados de ellos estarían más con nosotros que con ella, entrarían a la escuela y quién llegue a cuidarlos después estaría solo hasta que llegue uno de nosotros, y si tenemos salidas en las noches por eventos no sería pr
Mía Alexandra primero me despide como su secretaria, sin ella volver aún al trabajo, me pidió vernos en una cafetería para hablar sobre eso ya que quien me lo informa es Lourdes, no quiere que sea su secretaria, solo por qué quiere que esté en sus vidas, pero no quiere que trabaje para ella, de echo no quiere que trabaje como secretaria para Lourdes, me ofreció un cargo más alto pero en otro departamento, me dieron dos semanas para pensarlo, y ahora Alexandra, Bruno y Mateo me piden ser parte permanente de su vida, viviendo con ellos, cambiarían todo solo por mi, su seguridad en el Penthouse a algo completamente distinto en la mansión. Sin duda el lugar es impresionante, las condiciones que me proponen son ideales, tener el menos personal posible , solo seguridad externa. -antes de darles una respuesta necesito ordenar mi vida - ¿Crees que tus padres no lo aprobarían? – me pregunta Mateo – si estuvieran conmigo lo más probable es que no, desde que supieron que era
Sus ojos se abren de la sorpresa – si, lo supe de un principio, nunca supiste hacer las cosas bien, me usabas por qué yo pagaba todo, tenías todo tu dinero disponible para pagar tus vicios, y no lo voy a seguir aguantando, no te quiero cerca de nuevo, te dejo el departamento hasta que acabe el contrato, no lo voy a renovar, ya di aviso que me quedo hasta fin de año – de seguro tienes a otra y me dejas por ella – tu eres la que menos puede reclamar algo Nicol, fuiste tú la que mató todo lo que había – le dije en un grito. Tome mis cosas y salí de ahí, no sé dónde puedo ir, acababa de estar con Alexandra, dudaba de irme con ellos, no tengo amigos gracias a Nicol, siempre fue tan posesiva conmigo que mis amigos se alejaron poco a poco. Después de manejar un rato, me estacionó cerca de un parque, trato de pensar que hacer, dónde ir, la vida en Rochter es cara, y pagar una habitación de hotel no está dentro de mi presupuesto, siento mi teléfono, puede que Nicol aún quiera bus
-¿y como pagaré ese departamento? – no es necesario, por mi te vinieras conmigo, pero si no quieres – si quiero - ¿Por qué dudas tanto? – nos tomamos de la mano, las quedo mirando sin reaccionar, se había acercado tanto a mi que sentía su respiración en mi cuello, seguido de un beso en el mismo lugar – Mía si no hablas no puedo entender – cualquier persona en mi posición habría aceptado en el primer momento – tu no eres cualquier persona, si fueras como los demás te habrías aprovechado desde el primer momento – me gustas Alexandra – y tú a mí, y no dudo que Bruno o Mateo también sientan algo, o no estarían dispuestos a compartir su vida contigo también, ven con nosotros Mía – Amo escucharla, sentir su calor, sus manos tocando mi piel, no se que es lo que tiene Alexandra que me hace volver loca. - está bien, acepto lo que me propones – sus ojos brillan de felicidad – pero el trabajo – olvida que serás mi secretaria – me siento más cómoda – hay un puesto libre en el departamento de te
Ya llevo un par de días viviendo con ellos, y cada noche es distinta, entre a trabajar directamente con Mike, mis estudios inconclusos en informática le llamaron la atención, querer que los termine y sea su asistente en su laboratorio y sea parte de nuevos proyectos que tiene en mente. -Alexandra basta – me despierta haciendo cosquillas en mi cadera – haces cosquillas basta - ¿Y así? – su mano rodea mi cadera hasta bajar a mi vagina, jugando con ella, humedeciéndola recorriendo de arriba a bajo, metiendo de vez en cuando un dedo – te mojas rápido – me dice al oído - ¿Si te toco no lo estarás tú también? – me giro para hacer lo mismo, está tan mojada como yo, trato de apretar su clítoris pero ella es más rápida y juega conmigo, lamiendo mis pechos y sus dedos jugando – m****a – maldice entre dientes, la alarma estaba sonando por cuarta vez, eso quería decir que estábamos retrasadas para salir, que yo estaba retrasada para salir – ¿puedes almorzar conmigo hoy? – Solo si me traes almuerz
Toma mi mano y me entrega las llaves - ¿Ahora comemos? – me pregunta sin soltar mi mano – ¿Dónde podemos comer acá? – una lágrima cae por mi mejilla, primero se preocupa por qué tenga dónde vivir, me quería pasar un departamento que Lara mí es imposible pagar, sería gratis, me ofrece una visa don ellos, un trabajo y ahora un auto, no se si sentirme una puta con suerte, que es como me verán algunos o simplemente por fin mi vida está cambiando. -¿Mía? – dime – podemos ir a mi oficina – terminaría mi tiempo libre – tengo una en cada departamento - ¿aquí? – si, en el último piso, quise que estuviera más abajo pero Mike insistió – Subimos, a ella no le costó nada entrar, entro al ascensor usando su pulgar, se bloquearon todos los pisos menos el suyo – Alexandra que vamos a comer no trajiste nada – mientras bajabas, subían las cosas – su sonrisa me encanta, tomo su cara y le doy un beso, ella nunca me rechaza, los responde con tanta calma, muerdo su labio al darme cuenta que y