-¿Cuándo piensas contarle?
- Esta tarde.
Melissa me pidió que la acompañara a la modista. Esta es su primera prueba del vestido de novia. Estamos esperando a que Madam Gigi traiga su vestido.
- Abi.
Yo la miro. Estoy sentada en una butaca. Ella está sobre una pequeña tarima frente a tres espejos todos en diferentes ángulos. Ella está de espaldas a mí pero puedo ver su reflejo mediante el enorme espejo frente a ella.
- Te vas a divorciar ¿Verdad?
No
Suspiro
- No lo sé.
- Pues piensa rápido tu decisión Abi. Te queda poco tiempo.
- Lo sé
Madam Gigi llega con el vestido. Se lo pone poco a poco. Gigi le pone la falda mientras yo la ayudo con el corsé. Terminamos de ponerle el vestido yo me alejo un poco, ella voltea.
Es perfecta.
No puedo evitar llorar. Mi amiga está preciosa con su vestido de novia, su velo y sus prendas. Pero su mejor accesorio, aquel que realmente la hace brillar es su sonrisa. Esa sonrisa d
La llegada del Obispo Diocesano fue todo un acontecimiento en Veracruz. Jamás alguien tan ilustre había estado en estas tierras. No solo fue un acontecimiento. Fue el plato que da de comer a los chismes. Todo Veracruz sabía por qué estaba aquí. Todo Veracruz sabía que el Obispo estaba aquí para realizar un tribunal eclesiástico donde yo debo probar que mi matrimonio es una farsa. Jamás habían escuchado algo así. Estamos en la segunda mitad del siglo XIX. Un teléfono no causa alboroto ni una fotografía ni tan siquiera la electricidad. Pero que una simple mujer quiera anular su matrimonio es todo un escándalo. Es algo nunca visto en Veracruz.Llego a la Iglesia donde se realizará el tribunal. Está llena. Toda Veracruz está reunida en este lugar. Incluso hay personas afuera que no pudieron entrar. Todas las clases sociales están en un mismo lugar y yo soy su centro de atención, soy su espectáculo.Camino recto. Veo a mi tía a Melissa, Rodrigo,
- Te...te perdono Alexander.Jamás esperé escuchar esas palabras. Jamás creí escuchar su voz pronunciando esa simple frase. Ella se vuelve a marchar. Yo aún estoy en el suelo.Mi madre me ayuda a incorporarme.- Ven, necesitas un baño.Ella me preparó un baño. Salgo de la tina y me visto. Me miro por un instante en el espejo.Doy asco.Desde que ella llegó a mi vida doy pena. No recuerdo cuando fue la última vez que corté mi cabello. Debo rasurar mi barba, una vez más la dejé crecer. Debo bejar de beber.Sé que debo dejar de beber y romper cosas.Pero no puedo evitarlo.Lo que ella me hace sentir cada vez que la logro tener en mis brazos y luego... y luego simplemente se escapa es destructivo. Porque eso es lo que ella hace, ella huye de mí, de lo nuestro,de lo inevitable,ella huye de sí misma.No quiero ver en sus ojos miedo. Jamás he golpeado a una mujer, jamás,soy un mal nacido,un mujeriego puede que hasta un menti
Él cumplió su palabra. Me dejó libre.Me dejó en libertad para seguir mi camino. Para escoger a la persona correcta. A la persona que me amara de verdad, aquella que me merezco.Si, él cumplió su palabra, si él me demostró que en su oscuro, tosco, poco ortodoxo y roto corazón había algo de cariño por mí, por lo que fuimos en el pasado, en el presente.Porqué no soy feliz. Porqué no sigo mi camino. Porqué no busco esas metas por las que tanto luché. Esas metas que tenía trazadas antes de pisar Veracruz. Antes de volver a enfrentar mi pasado.Yo quería mi libertad. Yo quería ser dueña de ella. Ahora lo soy, gracias a él lo soy. Mi victoria no sabe bien. No me llena, no me satisface.De no ser por él mi mentira hubiera sido descubierta. Hubiera sido repudiada y sacrificada por una sociedad que sólo se fija en las costumbres y principios vacíos. En una sociedad en el qué dirán es más importante que tus sentimientos.Ahora tengo un problema mucho mayor. Mi h
Renato está perplejo. No dice palabra alguna. Él parpadea varias veces, abre y cierra su boca. Yo permanezco en silencio esperando su respuesta.- No sé lo que tramas Abigahil, pero esto no es bueno.- Necesito tu ayuda Renato si tú me ayudas, yo te puedo ayudar a tí.Él me mira confundido. Sin saber qué decir. Yo trago en seco.- Sé de tus deudas.Él está sorprendido.- Mira, necesito casarme urgentemente. Necesito un esposo.- Abigahil, acabas de divorciarte.- Anular mi matrimonio, no es igual. Si, yo quería anular mi matrimonio y vivir mi vida con tranquilidad, tal vez viajar,componer música o no sé. Pero algo se presentó. Algo que es de vital importancia para mí.Él me mira en silencio, sin entender.Bien Abigahil, díselo, tú puedes.- Estoy embarazada.Él ahora tiene los ojos bien abiertos está sorprendido. Muy sorprendido.Él traga en seco.-¿Él? ¿Alexander es el padre?Yo asiento en silenc
Respira Abigahil, respira. Él no significa nada para tí. Él es un maldito que te hizo daño.Y un hijo, y mira que disfrutaste hacer tu hijo.Estúpidas voces. Silencio.No hablo, no respiro. No me muevo. Es como si mi cuerpo fuera de piedra, fuera mármol.Todos le aplauden. Claro, sociedad machista y prejuiciosa. Él me engañó por once años con mi prima, él me envió a un maldito Internado. Él llega a la fiesta con su amante, la zorrita Williams no deja de hacerle ojitos y reír de la manera más descarada posible a todos sus estúpidos argumentos delante de sus propios padres y la mal vista soy yo. La repudiada soy yo.No me importa, yo con mi frente en alto. Por suerte me di cuenta a tiempo de quién era él realmente y lo saqué de mi vida.Tienes algo de él dentro de tí Abigahil.¡Cállense!¡Cállense!¡Cállense!Todas las personas lo rodean. Quieren escuchar cómo el antiguo Marqués de Amery, ahora sin la fortuna de su esposa se ha hecho de un
Siempre todo en mi vida tiene que ser complicado. No pude esperar un poco, no pude ser paciente. No pude tener fé en que él volvería. En el fondo, en lo más profundo de mi corazón, yo lo sabía, sabía que él volvería.Él siempre vuelve.Le diría la verdad y entre los dos buscaríamos la mejor solución.No.Cómo él siempre dice. Yo siempre complico las cosas. Conmigo todo es difícil.Ahora estoy aquí, en frente de toda la alta burguesía de Veracruz, en frente de los padres de Renato, de Melissa, Rodrigo. En frente de él. Con mi mano entrelazada con la de Renato.Él se arrodilla.No no no por favor Renato no lo hagas.Saca del bolsillo una pequeña caja.No no noÉl la abre. Hay un anillo de diamantes dentro. Él lo saca lentamente y lo pone en mi dedo.- Gracias Abigahil, por concederme el honor de ser el primer hombre en poner realmente un anillo en tu dedo. Por permitirme hacerte la mujer más feliz. Por permitirme ser
Once años atrás-¡Vamos Alexander! No seas miedoso.Una vez más ella se escapó de la casa. Una vez más ella está haciendo de las suyas. Una vez más no puedo decirle que no. Ella es una niña de trece años de edad que tiene la capacidad de hacer lo que quiera conmigo. No puedo decirle que no. Nunca puedo.Ella está nadando en el río con su vestido nuevo. Su extenso cabello completamente suelto. Tomasa hoy la peinó con una larga trenza. Pero ella se la quitó. Decía que le molestaba.- ¡Alexander!Ella me grita una vez más.- ¡Ya voy!Me quito mi camisa y corro hasta el río. Entro al agua. Está muy fría. Ella me sonríe con malicia. Me comienza a lanzar agua y yo me hundo para atrapar sus pies y desequilibrarla. Ella cae hacia atrás.-¡Tramposo!Me dice cuando vuelve a salir a la superficie. Ella se queda en silencio mirándome un instante.-¿Sabes? Tengo un secreto.- ¿Qué hiciste esta vez Abigahil?Ella sonríe en silen
Ella está con ese imbécil.Qué idiota fui. Siempre fue él. De seguro ni recuerda que su primer beso de verdad o como su inocente mente de niña de trece años decía, su primer beso de novios fue conmigo.Ese fue mi verdadero error, mi pecado.Mi error fue besarla.Mi error fue dejar que una niña de trece años me diera su primer beso.Mi error fue creer que esa niña no crecería.Que por mucho que quise evitarlo, que quise alejarla, que quise protegerla, al final se embarró con mi mierda. Al final yo la metí en mi mierda.Fui yo quien la metió en ella. Yo y solamente yo.Ella nunca quiso estar en ella.Ella era la única mujer en el mundo que no la buscaba. Que no me buscaba.Incluso Constanse se metió en mi mierda ella sola. Con sus dieciséis recién cumplidos. Ella se acercó a mí y me dijo que ya no quería más besos ni caricias, que quería que fuera su primer hombre.Todas las demás venían solas, solas buscando mis