Quien Salvara mi Alma
Quien Salvara mi Alma
Por: Tsukimorikan
Capítulo I

Quien salvara mi alma…

Incrédulo…

Así se sentía Matthew Hill al ver aquella dulce niña de pie frente a él, con su expresión de terror absoluto mientras en el suelo el gatito de peluche de la niña se encuentra, dado que la pequeña al querer ver a su madre chocó con el hombre, la mirada fría y aura dominante está asustando a la pequeña.

-¿Mami?...

- ¿Dónde están tus padres? – colocándose de cuclillas para tomar el peluche y entregarlo

Al levantar la mirada el corazón de Matthew da un vuelco al ver los ojitos de la pequeña y se da cuenta de que estos son dorados…y aquella mirada llena de inocencia es igual…es igual a ella…su primera esposa…

-Mami…trabaja aquí…papi ya no está…se fue al cielo, eso me dice mi abuelito…mi abuelita dice que es un ángel que me cuida a mí, a mi hermanito y a mi mami…

- ¿Cómo te llamas? – entregando el gatito a la niña

-Eres un señor muy bueno…el señor Whiskers está contento – abrazando a su gatito…

- ¿Cómo te llamas?

-Suzane Laurent – Matthew se queda pasmado, así era el apellido de aquel maldito que se llevó a su amada – mi papi me decía Suzie…y mi mami me dice Yuli…

- ¿Yuli? – en total estado de shock…

-Mi otro nombre es Yuli, Suzane Yuli Laurent y Dubois…

Matthew se queda boquiabierto mientras que sus ojos pican por las lágrimas que se niega a derramar, ya no puede hacerse el indiferente, esa niña lo tiene todo, desde ese bello cabello castaño y levemente ondulado, esos ojos dorados que eran de su madre…pero sobre todo el nombre, su madre se llamaba así…esa niña es su hija, misma hija que creyó haber asesinado hace tres años.

A lo lejos una joven de ojos verdes y cabello castaño observa aquella interacción, es muy pronto, no puede ser que se hayan encontrado tan pronto, Matthew no debería haber visto todavía a su niña, ella no sabe qué hacer, hasta que ve como Matthew está por tocar a su hija.

-¡Yuli! – haciendo que todos se giren hacia ella

- ¡Mami!

La pequeña se aleja corriendo de Matthew, dando una adorable sonrisa mientras se acerca a su madre, detrás de esta su niñera y guardaespaldas personal se acercan, Aurora toma a la niña en brazos y la lleva a su pecho.

-Lo siento, Madame Anderson…pero la joven ama quería venir a verla

-No te preocupes – mirando hacia la pequeña – convenciste a tu abuelo ¿verdad?

-Abuelito me dijo que podía venir, que mami se pondría feliz – dando una sonrisa – mami ese señor me devolvió al Señor Whiskers – mostrando su gatito de peluche

-Yuli, aléjate de ese hombre…

- ¿Eh? ¿Por qué?...

-Es malo, él y toda su familia es mala, mantente alejada de ellos – dando la espalda para entrar en el ascensor

- ¡Aurora!

Aurora se detiene de golpe…Matthew se acerca lo más rápido que puede hacia la joven, que aunque de expresión inocente, su mirada ya no es la misma de hace tres años…claro perdió la inocencia y la fe en la humanidad, solo su esposo y suegros le hicieron ver que no había personas crueles y déspotas.

-Aurora…esa niña…

- ¿Qué pasa con mi hija?

- ¿Quién es su padre?

-Su padre…su padre murió hace cinco meses – girándose y dejando ver su vientre de seis meses de embarazo, mismo que vuelve a consternar a Matthew…

-Aurora ¿Quién es su padre?

-Mami ya te dijo quién es mi papi, tío…además ¿Por qué buscas a mami?, acaso ¿no le deseaste la muerte y a mí también?

Ambos adultos se quedan pasmados…

-Mami quería decirte que ella fue a la que lastimaste esa noche, mami quería decirte que yo era tu hija, pero tu pateaste a mi mami en la barriga, le dijiste que yo era solo una bastarda y que deberíamos morir, porque te ibas a casar con quien te había salvado

Las lágrimas abandonan los ojos de Matthew sin permiso…

-¿Le dijiste? ¿te atreviste a decirle? – mirando a Aurora pero se da cuenta de que ella tampoco sabía que su hija de antemano sabía la verdad – ¿Cómo?

-No soy tonta…tengo dos años, tres meses y doce días…pero soy muy lista…solo fue buscar la historia de la “boda del siglo que acabó en tragedia” – dando una suave sonrisa – mami, tengo sueño…

-Ven Yuli – llevando a la pequeña hacia su pecho – mi hija es lista…demasiado para su propio bien…

-Quiero estar cerca de ella…

-No tienes ningún derecho sobre ella

- ¡Es mí hija!

-No…su padre era Philip Laurent…el hombre que con su cariño y cuidados nos salvó a mí y a nuestra hija…si te preguntas por su segundo nombre…la única persona decente en tú familia era tu madre…supongo que ella ahora debe estar sufriendo donde quiera que esté…dado que su hijo es un bastardo sin corazón – tapando la oreja de su niña, la otra está siendo cubierta por el pecho de su madre – que aparte de haberme violado a los diecisiete, me quiso provocar un aborto…

-Aurora…lo…lo siento…yo…yo…

-Ahora solo nos veremos para negocios, Philip fue muy considerado en dejarme las armas para arruinarte y arruinar a las cinco grandes familias de Canberra incluidos los Anderson…ya han vivido bastante bien…saluda a tu flamante esposa de mi parte y dile…que ella y su familia van a lamentar haberme vendido hace tres años – mirando con sumo odio a Matthew – después de todo, solo soy una miserable enfermera…miserable y todo pero tu madre me amó durante esos pocos meses…

Y con esa clara amenaza, Aurora se gira y se dirige hacia el ascensor, siendo seguida por la niñera de su hija y sus guardaespaldas…

-¡Aurora! ¡yo ya no tengo que ver con Alice! ¡Aurora! ¡escúchame, escúchame por favor! ¡estoy casado con ella pero puedo divorciarme! ¡no me niegues a mi hija, no me la niegues! ¡¡¡¡Aurora!!!!

Tres años atrás…

¿Qué hizo ella para merecer esto?

Ella solo quería salvar a su hermano, a su única familia…lo único que le quedaba en la vida, ¿Por qué confió en aquel hombre que decía llamarse su padre?

Todas esas preguntas rondaban la cabeza de Aurora Anderson, mientras era cruelmente profanada por aquel extraño, sus lágrimas caían de sus ojitos verdes, mientras escuchaba las obscenidades de parte de aquel hombre tan horrible…

Ella solo quería salvar a su hermano, ¿Por qué, por qué la vida se ensaña con ella de ese modo? Perdió a su madre, puede perder a su hermano, pero…pero…

Horas antes…

Aurora Anderson, se encontraba aterrada, mientras viajaba en aquel auto, ella solo se dirigía a ver a su hermano, para decirle que había encontrado un trabajo como enfermera, y que así podría pagar el tratamiento médico, aunque claro todo fue una treta del "padre" de la joven quien deseoso de hacerla sufrir, vendió la inocencia de su hija para satisfacer el placer carnal de un hombre que le prometió darle todo en la vida, inclusive amar a la bastarda que cree que es su hija biológica...

Aquel auto se detiene en una desolada mansión, de dónde baja siendo llevada a empujones hasta una puerta en donde escucha una voz ronca, como si esa persona estuviese gravemente enferma.

-¡No por favor, déjenme, no me hagan esto! ¡yo no he hecho nada!

-Déjala en la puerta y véndale los ojos...

- ¡No, por favor no me hagan daño! ¡déjenme, ayuda, ayuda!

Pero ella no puede evitar que aquel sujeto coloque la venda en sus ojitos, y a empujones la entre en la habitación, ella está asustada, no sabe lo que le pasará...

-Así que, tú eres aquella a quien enviaron a mí...

-Po...por favor no me haga daño ¡por favor, no me lastime! – siendo tomada de la cintura – ¡¿Qué va a hacerme?!

-No es necesario que lo sepas…fuiste enviada solo para servirme por esta noche…cumplirás mi deseo, además estoy muriendo…sé una buena niña y cumple mi última voluntad

Y así aquel hombre misterioso lleva a Aurora hacia la cama.

Las lágrimas de Aurora empapan aquella venda, mientras siente como su cuerpo es tocado, besado, profanado con fuerza y crueldad…ella no entiende cómo terminó en aquella situación, solo siente el dolor que aquel extraño le causaba al robarle lo que le quedaba de humanidad…

Al finalizar aquel acto, sus ojos son liberados de aquella venda, para luego sentir un frío beso en la frente.

-No abras los ojos, espera una hora después de que me haya ido...más te vale no intentar escapar

Ella asiente con su cabecita.

Y así que aquel hombre se marcha, disfrutando de haber probado aquella flor sin abrir…ahora toma rumbo hacia la mansión de su familia…es hora de reclamar lo suyo por su puesto y lo más importante es hora de cobrar todo el dolor, lágrimas y humillaciones a su madre…

Esa madrugada, Aurora como puede escapa de aquella mansión; eludiendo a los guardias apostados en todo el lugar y de paso cortándose sus brazos al caer en unos rosales, así pues al verse libre toma rumbo hacia el hospital, para decirle a su hermano que el "trabajo" no salió como ella pensaba, pero al llegar se encuentra con su "hermana" Alice...

- ¿Eh?

- ¿Ya supiste la noticia? – dando una sonrisa – ese perro bastardo está muerto

Aurora ha quedado en shock...

- ¡Eso no es cierto! ¡¿Por qué eres así de cruel?!

-No soy cruel – sonriendo mientras se mira las uñas – ya que tu perro hermano quería despojarme de mí herencia, tuvo el final que merecía

De la habitación sale un hombre entrado en años, quien apenas observa a Aurora con desprecio – ¿que haces acá?

- ¡¿Dónde está mi hermano?! ¡¿Qué le hiciste?!

-Ese bastardo murió como el perro que era – Aurora empieza a llorar...

-Papi, dale su paga a la zorra – Aurora queda en shock...

- ¿Eh? – mientras ve como aquel hombre arroja a su carita el puñado de billetes

-Ahora largo, no verás al perro bastardo

- ¡No tienes derecho a hacerme esto! ¡es mi hermano!

-No, tú no tienes hermanos, puta – y haciendo sonar sus dedos, ordena sacar a Aurora del hospital

- ¡¡¡No!!! ¡¡¡Lucas!!! ¡¡¡Lucas, hermano!!!

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