Capítulo II

Afuera, Aurora es arrojada como un perro a la calle junto con los billetes, así que simplemente mira los billetes en el suelo, da media vuelta y se marcha…afuera del hospital, toma su celular y escribe un mensaje a su “padre” “no sabes cómo maldigo ser tu hija…te odio como no tienes idea…eres un bastardo hijo de la gran puta, mataste a mi madre, mataste a mi hermano y me vendiste cual prostituta…es que acaso ¿la bastarda que vive contigo no sirve para esos servicios?...no quiero volver a verte…desde este momento dejamos de ser padre e hija, sigue creyendo que esa m*****a es tu hija…púdrete en el infierno” y se marcha sin mirar atrás, jurando que en cualquier momento se vengará de todos los Anderson y de la mujer a la que con cariño llamaba nana de pequeña…

Desde la habitación de hospital, Edward observa cómo se marcha la joven, al poco suena su celular y lee el mensaje, y su corazón de padre se aprieta, primero por el lenguaje empleado por la joven y segundo…porque ella ha cortado lazos con él, cuando recordaba que Aurora era capaz de perder su cara y dignidad con tal de pedir ayuda económica para su madre y hermano…una lágrima rueda por su ojo, la cual seca rápidamente dado que no quiere que su ahora esposa lo vea llorar, por la ramera y los bastardos…

Desde la puerta la mujer observa, afortunadamente no vio a su esposo secando sus ojos, pero una sonrisa se forma…logró convencer al hombre de que sus verdaderos hijos eran bastardos que su esposa le quiso enganchar, mientras que su hija era la verdadera heredera de los Anderson…así todo el dinero de la familia sería para ellas…

Mientras Alice…simplemente se encarga de manchar el nombre de Aurora, para así evitar que se encuentre con el primer amo de la familia Hill…Matthew, a quien le enviaran a Aurora…ahora es momento de que ella intervenga y le haga creer al hombre que fue ella la que sacrificó su cuerpo para darle al hombre un motivo para vivir dado que estaba al borde de la muerte, no por enfermedad, sino por desesperación…porque no sabía cómo cobrarse a su familia paterna las humillaciones y el dolor de su madre, así que una virgen era requerida…para hacerlo a él vivir nuevamente.

Porque para Matthew Hill, su deseo era simple…tener a la más bella de Australia.

Y claro que Alice se hará cargo de hacerle creer al hombre eso.

Un mes después…

Un nuevo día de negativas, un nuevo día de buscar trabajo y recibir rechazos…ella no entiende por qué es rechazada en cada oferta de trabajo en el que se presenta, hasta que alguien “compadeciéndose” de su triste situación le dice el porqué, Peter Brown y Alice Anderson ha movido contactos e influencias para hacer que a la joven no le den trabajo en ninguna parte, hasta con mentiras con decir que es la peor y más desvergonzada de las mujeres…

Así que ahora se dirige hacia su hogar…a descansar para luego volver a su día a día de buscar trabajo, escuchó de otras personas que el hospital más grande de Camberra está por abrir así que seguramente estarán buscando personal, así que simplemente se dirige hacia su casa para descansar e ir a pedir una entrevista con el director del hospital.

Y mientras está ensimismada pensado en el día siguiente, se percata de una mujer madura que anda a la deriva acercándose peligrosamente hacia la calle, y no percibe el auto que se acerca a toda velocidad hacia la joven, así que Aurora no lo piensa mucho y corre hacia la dama.

-¡Cuidado!

Aurora toma a la mujer y ambas caen en el césped, el auto pasa de largo…varios testigos se acercan para auxiliar a las mujeres, la dama mayor se ha golpeado en la cabeza y ha perdido el sentido, llaman a una ambulancia y la mujer es llevada al hospital, pero antes de que los paramédicos subieran al vehículo; Aurora pregunta por el hospital al que llevarán a la mujer.

Recibiendo por respuesta que será llevada al hospital central dado que la dama escapó de ese establecimiento, así que gasta lo poco que le quedaba de dinero en ir al hospital para saber ¿Cómo está aquella dama?

Así que al llegar al hospital, pregunta por la dama…le informan que Madame Hill se encuentra bien, solo que estuvo desorientada dado que su tratamiento contra el cáncer la deja cansada y sin muchas fuerzas, es más los médicos no entienden cómo pudo haber escapado del hospital.

Aurora se anima y dice que desea una oportunidad laboral, el jefe de enfermeras Lian Thomas le informa que espere un momento mientras averigua sus datos, cosa que preocupa a la joven porque sabe que de consultarse aquellos datos, aparecerán todas las mentiras que Alice y Peter Brown han dicho sobre ella.

Pero aunque el hombre no quisiera contratarla, recibe la orden del mismo dueño y director del hospital para contratar a la joven…porque aquel hombre solo quiere dar oportunidades a quienes quieren de verdad ayudar a los enfermos.

Y así Aurora ha obtenido un puesto laboral, para cuidar casualmente a la dama que salvó aquel día, y una enorme sonrisa aparece en su dulce carita.

-Bien Aurora…aunque no deberíamos te hemos contratado…la dama que tienes que cuidar sufre de cáncer…le quedan apenas unos meses de vida

-Entiendo, haré todo por mantenerla cómoda – dando una sonrisa – gracias, señor Thomas

-Bien – llegando a la habitación – acá está Madame Hill…haz bien tu trabajo, su hijo no tolera la incompetencia

-Haré todo correctamente – entrando en la habitación – buenos días, soy su cuidadora

La mujer gira su cabeza con cuidado y observa a la joven con una enorme sonrisa, así que ella le devuelve la sonrisa.

-Oh…¿eres la cuidadora que ha contratado mi hijo? Creo que te conozco

-Sí…el amo Hill me ha contratado…no se preocupe me encargaré de cuidar de usted a tiempo completo, si yo…hace un rato…

-Entiendo mi niña, gracias por evitar que ese auto me atropellara – viendo la sonrisa de la joven – pero, pequeña…pero debes descansar…¿Qué pensarían tus padres?

La sonrisa de Aurora se desvanece.

-¿Dije algo malo?

-No, Madame Hill…soy huérfana, mis padres murieron hace mucho…tenía a mi hermano pero también murió

-Oh, pequeña…lo siento, entonces ten en mí una amiga

-Gracias Madame Hill ¿desea algo?, según su historial médico ya le fueron administrados sus medicamentos

-Bueno…podemos hablar, dime pequeña ¿Cómo te llamas?

Aurora se acerca y toma asiento junto a la mujer…

-Me llamo Aurora ¿y usted Madame Hill, cómo se llama?

-Yuli…

-Oh, su nombre es hermoso – dando una sonrisa…

-Gracias pequeña – detallando a la joven – eres muy joven ¿Qué edad tienes?

-Diecisiete años – dando una sonrisa – es que tuve una buena educación…e ingresé a la universidad a los diez años

-Oh, estás recién graduada – la joven con una sonrisa asienta

-Bien Madame Hill…acá veo que tiene varios libros…¿quiere que le lea alguno?

-Claro…escoge el que quieras…

-Bien – mirando en el estante de libros – ¿Qué le parece “Nuestra Señora de París”

-Oh…la historia de Cuasimodo y Esmeralda…léeme esa historia, es mi favorita – viendo la enorme sonrisa de Aurora…

Al caer la tarde un hombre joven, de unos veinte y cinco años entra y detalla a la joven que lee a su madre, luego gira la vista y ve la bandeja donde estaban los alimentos de la dama y la ve vacía algo que le sorprende dado que su madre no le gustaba comer, tal parece que esa enfermera le fue muy útil contratarla, aunque no le agrada…ella es la ramera que Alice le dijera que gustaba acostarse con cuanto hombre le ofrecía dinero…esa joven es indigna de ser la cuidadora de su madre…

Pero por el momento verá la interacción de ambas mujeres…si ve algo que no le gusta echará a patadas a Aurora.

No por nada ahora es el hombre más rico de Australia…podrá conseguir lo que quiera, hasta arruinar la vida de una joven de la cual solo sabe su nombre.

-Buenas tardes, madre…

La mujer se gira y da una sonrisa – Matt dime ¿Qué tal todo? ¿Cómo te fue?

-Muy bien madre – mirando a Aurora quien se sonroja en el acto – ¿eres la cuidadora de mi madre?

-Sí, amo Hill…prometo cuidar bien a su señora madre – empezando a sentir mareos, pero se controla

-Pequeña ¿te pasa algo?

- ¿Eh?

-Estás pálida…ve y come algo…han pasado varias horas desde que estás acá, apenas has probado bocado, no te preocupes estaré con mi hijo

-Madame Hill…

-Ve y come algo…la única persona que merece mis gastos es mi madre…

La joven asienta y sale, para luego llevar su mano a la boca y correr hacia un bote de basura donde vomita, Aurora se asusta y decide que irá a un laboratorio médico aprovechando que le han dado un rato libre, así que se dirige hacia el quinto piso del hospital, para solicitar un examen de embarazo…

Luego de eso ella regresa y encuentra a la mujer sonriente sosteniendo la mano del joven, y este en el acto le dedica una mirada de total desprecio.

-Madame Hill ¿necesita algo más?

-No pequeña, por el momento no ¿piensas irte?

-Pensaba ir a mi departamento para comer algo y después volver…

-No hace falta que me cuides a tiempo completo – sonriendo – Matt contrata a una enfermera para las noches, no quiero que Aurora se exija de más

-Madre…ella…

- ¿Vas a desairar a tu agonizante madre?

-Nunca madre – besando la frente de la mujer – ya escuchaste a mi madre, vete…pero llega antes de las siete

-Antes de las siete, entendido ¿desea algo en especial Madame Hill?

-Podrías traerme un cheesecake de frutos rojos, sin azúcar…

-Bien entonces tendrá ese pequeño postre – haciendo una reverencia para marcharse – hasta mañana

Y así la joven sale y se marcha al departamento que el amigo de su hermano les ha regalado…así que por desalojos por no pagar alquiler no tiene que temer.

Adentro de la habitación Matthew continua con su ceño fruncido, claro no le ha gustado para nada la última petición de su madre…

-Madre es absurdo lo que me pides…

-Matt, no te pido nada del otro mundo…por favor

-No pienso casarme con esa zorra viciosa

Yuli frunce el ceño en el acto.

-Agradece que estoy convaleciente, porque ahora mismo te haría respetar a las damas

- ¿Ella, una dama?, madre acaso ¿no sabes lo que hizo?

- ¿Qué hizo?

-Alice me contó su historia, madre esa zorra junto con su madre y hermano le hicieron la vida imposible a ella y su madre…

-Y ¿acaso has escuchado la versión de ella?

Matthew se queda pasmado…

-Madre…acaso usted…

-Matt…yo conozco a Caroline…y te diré de una vez…ella y su hija son unas zorra viciosas, por favor…Aurora no tiene a nadie en el mundo, quiero que esté segura y sé que lo estará contigo

Mirando a su hijo de manera suplicante.

-Matt, por favor te lo pido con el corazón en la mano, Aurora es una joven tan dulce y buena, no tienes que pensar cosas negativas de ella, en cambio, esa mujer Alice no te va a dar nada bueno ella es igual que su madre

-Madre ¡Alice será mi esposa!

-Entonces lo será cuando muera, mientras viva quiero que te cases con Aurora o puedes considerar no volver a este hospital – dando una sonrisa que su hijo conoce a la perfección

- ¡Alice fue quien me salvó! ¡ella es la mujer que estuve buscando durante días!

-Pues no le molestará esperar ¿verdad?, si tanto dice amarte, esperará porque su “suegra” muera…porque ya te dije no daré mi bendición, no reconoceré posibles nietos que esa zorra tenga y lo más importante tú no me verás morir, ahora vete…verte me pone de malas…

Y así Matthew fue vencido por una agonizante mujer…pero hay que recordar que esa mujer es su madre, y él hizo todo lo que hizo por ella, para que tuviera lo que le pertenecía por derecho, el lugar como la ama de la familia Hill…solo que para ello tuvo que matar a su padre, madrastra, hermanastros y demás miembros de la familia Hill…cosa sencilla…

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