JARDIN DE EDEN

JARDIN DE EDEN

“El amor es el espacio y tiempo medidos por el corazón” Marcel Proust

Isabella luchaba con sus propios recuerdos e ilusiones.

Quería volver a ver a Lotti sonreír como en esos primeros sueños que tubo de ella apenas partió. Ahora  mente  de Isabella era un manojo de líneas, restaba enderezarlas no perder la perspectiva.

 

Detrás de unas macetas robustas donde florecerían sin duda delicadas rosas_ “nada  de pinos, que es una tierra de coníferas pero…!”- se ocultaba un hombre delgado y con el  cabello cano, sus labios eran una línea y estaba perfectamente rasurado,controlaba crecientes brotes, tenía sus guantes oscuros puestos y hasta un blanco delantal, el perfecto criado más que otra profesión casi  mayordomo.

Miró con ojo crítico las plantas de esa maceta en su manos y pensó en un par de bulbos a adquirir sin falta. Un orden, una rutina, casi si añorara la campanilla con que era llamado desde la sala o más bien desde un atelier. Un prodigiosa memoria atenta a cada detalle eso era fundamental en su trabajo y él seguía manteniéndola a prueba cada día, más que lista de compras o de visitas . A un lado de esa mesa rústica pero ordenada descansaba un teléfono celular siempre encendido y con sus app ordenadas prolijamente en orden alfabético. Esperaba un llamado.. que rara  era su vida ahora! Pacíficas de tardes de té, paseos por ese camino solitario, austeras  compras y demás, una vida de descanso merecido. Enterró los dedos enfundados en los guantes en la tierra ahora húmeda  y tomó una asa pequeña recordando tal vez su  Francia natal. Otras épocas donde le echaba un ojo al perfecto jardín de una mansión más por afición que por orden. Un paisaje extra de flores y de vibrante y colorida vida que moría y renacía cada día. Solo veía ante él ahora una tarea. Un papel que debía hallar un criado que todo lo sabía y con lógica a veces calla. Por más que Tib desconfiada de este pistolero yankee rústico de camisas campechanas aquello iba mucho más allá de recuperar ese sitio codiciado y disputado.

”Solo se que-murmuró  para si el hombre sin perder la calma- va mucho más allá. Y regresar al pasado. Simulación “pensó en ello y luego cerró los ojos para que un paisaje idílico volviera a su memoria, todos necesitábamos un lugar en que hallar tranquilidad, un paisaje perfecto…

 

Por esas horas Trudy debía justamente de estar en medio de un nuevo de rol de simulación,un nuevo juego en red, podía elegir en cada partida ser uno u otro , perderse en paisajes a veces medievales otras escenarios de pesadilla. Desde escenarios sitios 3d en donde  estudiar de cerca a sus enemigos. A los extremos de la pantalla cada uno tenía un nombre falso y un rostro oculto. Eso era maravilloso para Trudy, la tímida, la que se permitía esas distracciones.  Como esas intensiones veladas de cada visitante a una casa rica y suntuosas. Realidad y ficción cada uno en su trabajo y su puesto Trudy y este hombre, el ahora experto en jardinería, otrora mayordomo, habían aprendido a no fiarse de los gestos amables , de los planes hechos, la tradición era una moneda corriente y era lo mejor para el juego no darse a conocer cómo delator. Luego llegaría el final de la partida…automáticamente el ganador sería recompensado, el más hábil y el más paciente. También el que más ocultaba? Si. La vida a veces era un simple juego de rol.

 

Técnica. Siempre habían alabado eso en una artista y más en alguien como Lotti. Técnica aérea. Su vaporosa habilidad de disfiminar contornos, los colores cálidos que envolvían sus paisajes dándole una atmósfera de te so drama o de luminosa realidad. Esos horizontes nada marcados ese fondo diluido perdido en tonalidades, el colorido y las pequeñas figuras humanas o animales si es que las incluía…una escenografía. Lotti pintaba aquello nada de retratos, nada en apariencia real…pinar retratos sería para ella la escenificación de la expulsión del Edén, el sacar al ser humano de la naturaleza. Trudy había visto centenares de reproducciones y copias de las obras de Lotti, había intervenido junto a peritos para desbaratar bandas de falsificadores que vendían copias en el mercado negro incluso y ningún otro pincel, en ningún otro lienzo había captado nunca lo que Lotti pintara. Paz, un sitio seguro, un Edén. Isabella había conservado en una de más mansiones un gabinete de dibujos, todos a carbonilla, los veía una y otra vez se tarda allí como si fueran jeroglíficos. Trudy sabía que quería descifrar, un mensaje oculto, un aliento del más allá para impulsarla a más. No podía culparla. Hasta la muchacha misma intentaba papel y lápiz en mano rápidos apuntes, sombras apenas delineadas. No, no se animaría a pintar una obra completa no era lo suyo?

Ella no tenía la menor idea de los negocios. Trudy misma la ayudaba a invertir  daba datos sacados de la Web para ser luego comprobados y no hablaba directamente ella con aquellos agentes de bolsa. Archi era el intermediario lo había sido siempre, aún cuando Lotti viviera. Aún así la fortuna no había enflaquecido, había logrado mantenerla, burlonamente la muchacha lo atribuía a su buena imagen.

Isabella a pesar de su edad prefería ver su propia vida como un cuento  de hadas, un cuento infantil que se negaba a abandonar. Se había perdido en el bosque y había recuperado su reino ahora un enemigo quería arrebatarle su castillo de ensueño eso era todo. “Blanca Nieves” ya había huido ahora debía de volver a ser ella, misma conservar todo  lo haría con tal que no debiera mentir como “Pinocho”!

Lo lograría porque no? Aquel era un mundo irreal, de simulaciones más bien, en los negocios habían enemigos ocultos, actuaría como todos.

 

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