Capitulo 5
EL CAFE La Casa Blanca era un laberinto de pasillos y secretos, cada persona tenia su propio esquema, y todos estaban meticulosamente coordinados para funcionar como un enorme reloj. Amanda, la joven que habia llegado desde el parlamento hacia ya varias semana, había aceptado el cargo de primera secretaria presidencial con mucho entusiasmo, pero pronto tendría que descubrir que la politica en Washington D.C era un juego mucho mas peligroso de lo que habia imaginado, tenia que utilizar constantemente microfonos, audifonos, chalecos antibalas, y todo eso sin contar el servicio secreto y los multiples anillos de seguridad, los dias eran cada vez mas largos que de costumbre, pero con todos esos inconvenientes era sorprendente la quimica y tension que habia comenzado entre la joven y el señor presidente, ambos lamentaban secretamente que nunca podían estás solos, pero las mejores oportunidades llegan cuando uno menos las espera, esa tarde el despacho presidencial estaba sumido en una penumbra, solo interrumpida por los destellos de las luces de la ciudad que se filtraban a traves de las elegantes cortinas. El presidente con mirada preocupada, y olor a whisky tenía una mano tocando su sien y la otra se encontraba sosteniendo un papel firmemente. Estaba tan absorto en la lectura que no se había percatado de que la señorita Miller había entrado con una taza de café humeante en la mano. -Señor, no debería leer con las luces apagadas, eso no es saludable. Hablo la chica mientras encendía la luz y luego caminaba hasta donde estaba el presidente, que levanto la mirada por encima de los lentes y no dijo nada prefiero ignorarla y siguió leyendo, en este momento no queria hablar con nadie, Amanda coloco el café sobre la mesa y volvió a hablar. -Cuántas veces ha leído ese papel hoy? Pregunto Amanda con voz tranquila y pacífica, sabía que tenía que ser cuidadosa con su palabras, el presidente volvió a levantar la mirada pero está vez con cansancio, se saco los lentes y dio un gran suspiro antes de hablar. -Señorita Miller, creo que fui muy claro cuando dije que no quería ser molestado. En ese momento sus ojos se encontraron por unos segundos, había una chispa que nunca antes habían experimentado, era esa pequeña sensación de libertad lo que palpitaba entre ellos. No habían intrusos, está vez eran solamente dos personas que se atraían solos en una habitación. El presidente sonrió y desvío la mirada hacia el café, lo tomo en sus manos y hablo con voz ronca. -Muchas gracias, Amanda. Quieres acompañar al sillón? Tomo su taza de café y camino hasta los muebles para sentarse. Amanda extrañada por su comportamiento se acercó a el y se sentó en frente, movió un mechón de cabello detrás de la oreja y pregunto con voz afligida. -Cómo se siente? El presidente dío un sorbo de café, y hablo. -La situacion económica es complicada, se que todos estamos trabajando en la búsqueda de soluciones, pero hasta que no esté el responsable tras las rejas no voy a estar tranquilo. Amanda, mantenía su mirada fija en el presidente. La situacion era muy complicada, el antiguo presidente había hecho un gran robo y había salido del país en cuestiones de minutos, ahora toda la responsabilidad estaba bajo los hombros de Thomas. Mantuvo silencio por unos segundos mientras buscaba cuidadosamente las palabras para este momento hasta que respondió. -Entiendo su preocupación señor, cree que la situación se puede salir de sus manos fácilmente pero le aseguro que todo va estar bien, hay que tener paciencia y ver el escenario desde otro ángulo. Thomas la miro nuevamente algo en su mente le decía que lo que ella le había dicho era la verdad, dejo la taza de café en la mesita del centro antes de levantarse y sentarse a su lado, ella se rodó para poder verlo mejor y cuando menos lo esperaba sucedió. Thomas la tomo fuertemente entre sus brazos, y la habitación quedó sumida en un gran silencio donde solamente podia escucharse sus respiraciones que se volvieron aceleradas rápidamente, así estuvieron por más de un minuto ninguno dijo nada, pero en realidad con ese abrazo se dijeron todo. El se alejo unos sentimientos y coloco su frente sobre la frente de Amanda para poder ver sus ojos y hablarle. -Gracias.- Eso fue todo lo que pudo decir porque ella le tomo el rostro entre sus manos y le plasmó un beso en los labios, el aspiro intensamente su aroma queriendo conservar todos los detalles de ese momento mientras seguían besandose fue rodando su mano hasta la mano del ella en su mejilla y la apartó. Ella quedó en total asombro, que significaba esto?, que había sucedido? Pero todo sería respondido por si solo. Antes de que pudiera decir algo, el presidente se levantó para volver a sentarse en su sitio y seguir bebiendo el café. -Puede retirarse señorita Miller. Dijo con voz sería. Amanda vio a los lados buscando algo que ni ella misma sabía, se levantó despacio y mordió su labio antes de contestar. -Qué le sucede?- sus ojos se conectaron por unos segundos y ella siguió hablando. -Usted me abrazo, creí que.- Amanda no pudo terminar la frase porque fue interrumpida. -Señorita Miller, aquí no sucedió nada. Amanda estaba confundida y Thomas también lo estaba, ese momento juntos era lo que había estado deseando por los últimos meses y ahora lo estaba arruinando. Ella por su parte hizo un sonido con la boca y vio al techo respiro hondo y pregunto. -No fue nada? El presidente le dio un sorbo al café, su mirada era la de un cazador a su presa, aunque no lo podía evitar ella se sentía vulnerable, el desea poder abrazarla nuevamente y darle un apasionado beso pero no fue así. Sus labios se movieron solos pronunciación unas palabras de las cuales se sentiría luego avergonzado. -Fue un error Señorita Miller y no se volverá a repetir. Amanda sonrió, tenía muchas palabras en su mente para decir pero ella era solamente la secretaria y el un presidente, sabía que si quería escalar en este mundo tan peligroso tenía que ser más fuerte que los demás así respiro hondo y hablo con voz calmada mientras se retiraba. -Si, tiene razón señor presidente, no se volverá a repetir...Capitulo 6ROSAS Y ESPINAS La señorita Miller cerro la puerta tras ella y se quedo unos segundos mientras procesaba lo que acababa de suceder. Pudo escuchar como el señor presidente arrojaba y rompía cosas contra las paredes del despacho, cerró sus ojos, suspiro y se retiro a su habitación mientras sus lagrimas caían suavemente por sus mejillas.Al siguiente dia no queria salir de su oficina, y como su horario de desayuno era diferente al de el presidente no fue difícil evitarlo las primeras horas del dia, luego del desayuno se interno en su oficina y allí pretendía estar un tiempo porque debido a su trabajo era inevitable que se vieran a diario. Se encontraba sentada en su pequeña oficina con paredes de color crema y la luz de la mañana entrando cálidamente, ese era su refugio tranquilo en medio del bullicio de la casa blanca. Ella se sentia comoda alli, rodeada de papeles, boligrafos y su fiel computadora. El reloj marcaba las 10 de la mañana cuando un golpe suave en la puerta l
CAPITULO 7MIRADAS.La fría habitación con paredes blancas se encontraba más cálida que de costumbre, solamente los peluches en el piso fueron testigos de lo que acababa de suceder, aun con la respiración acelera Amanda se encontraba acostada sobre el pecho de Thomas mientras el acariciaba su espalda, ella se levantó y sus miradas se conectaron por unos segundos, pero fue suficiente para entender lo que pensaba el otro, Thomas llevo su mano hasta el cuello entrelazando sus dedos con el cabello de Amanda, luego la acerco y volvió a besarla apasionadamente, hasta que ella se separó y le acaricio el rostro.—Deberíamos hablar de lo que acaba de suceder— Dijo Amanda mientras veía al presidente con determinación.El la vio fijamente a los ojos y respondió —No hay nada de que hablar—Amanda suspiro y se alejo hasta sentarse en el borde de la cama, luego hablo —Usted sabe que esto no es correcto—El presidente vio hacia la puerta y respondió —Somos dos personas adultas——Exactamente y por es
CAPITULO 8SOMBRAS DEL PASADOEl señor presidente, con la mandibula tensa y los ojos chispeantes de ira, salio junto con su padre de la oficina de la señorita Miller. Su padre habia cruzado una linea imperdonable y el merecía una explicación de ¿por qué lo había hecho?, el expuso uno de sus secretos y justamente ese que debería haber permanecido enterrado en el pasado, ¿por qué ese? y ¿Por qué justo en ese momento?.Se encontraban caminando en pleno corredor de la Casa Blanca, con sus paredes llenas de históricos cuadros, el señor Brown iba al frente de su hijo, sabía que lo había hecho y lo que eso estaba a punto de ocasionar. El presidente vio que no había nadie cerca y camino más rápido para alcanzar a su padre, no podía esperar más tenia que intervenirlo. —¿Como pudiste hacerlo, padre?— gruño el presidente, alcanzando a su padre justo antes de entrar en la oficina de la vicepresidencia.—He hecho muchas cosas en esta vida Thomas, se más específico— Respondió el señor Brown vie
CAPITULO 9FRANCHESCA HUGHES Thomas estaba cansado de ir un paso adelante de todas las mujeres que conocía, cuando vio a Franchesca la primera vez era tan joven y hermosa que decidió que la mejor manera de conocerla debía ser de forma natural y no investigar su pasado, después de todo ¿que pasado podria tener a los 25 años una joven de la alta sociedad británica.? Pero que equivocado estaba y esa decisión lo marco para siempre. Luego de la discusión con Franchesca llamo a su detective de confianza y se dirijo hasta su habitación de hotel en el Strand Palace en el centro de Londres, se dió un baño para aclarar las ideas y luego fue a la cama, no podía dormir pensando en lo había sucedido, lluvia golpeaba las ventanas mientras el tenía la mirada fija en la nada, hasta que un sonido en su computadora le alertó de que lo que estaba esperando por fin habia llegado, se levantó rápidamente y se sento en una silla junto a la mesa para revisar su correo electrónico, allí estaba el archivo.
CAPITULO 10 UNA CENA AGRADABLE. Después que el señor presidente y su padre salieron de su oficina Amanda quedó pensativa. "¿La ex del señor presidente? Nunca había escuchado que el tuviera alguna pareja, siempre ha sido conocido por ser alguien muy discreto" aunque su relación por ahora solo había sido de una noche no podía evitar sentir crecer dentro de ella esa pequeña semilla de los celos. Termino de ordenar los papeles, y hacer las llamadas correspondientes luego se fue a su habitación, había organizado el viaje para salir el siguiente día temprano y necesita comprar algunas cosas antes del viaje, reviso su celular mientras caminaba por el pasillo y eran las nueve de la noche sus pasos retumbaban en el silencio, era temprano aun, cuando llegó a su habitación entro al baño y se quitó la ropa para darse un baño donde lavo su largo cabello, luego fue hasta el closet y busco un comodo vestido azul holgado y sandalias bajas color blanco para ir al centro comercial, dejo todo arriba d
CAPITULO 11 VIENA Luego de la inusual cena ambos regresaron a la casa blanca, acababan de compartir una noche agradable donde ambos habían podido conectar como nunca antes. Trataron de regresar temprano ya que al siguiente día tendrían que hacer un largo viaje. A la siguiente mañana todos se levantaron más temprano de lo normal y el avión presidencial ya surcaba los cielos con destino a Viena a las 8 de la mañana llevando a bordo a una completa comitiva entre los cuales estaba. El presidente Thomas Brown, con una mirada que ocultaba más secretos de los que su país podría imaginar, se sentía inquieto, por lo que pronto tendría que hacer. A su lado, su padre, el señor Jonathan Brown, un veterano de la política con una sabiduría que solo los años pueden otorgar, hojeaba tranquilamente una novela de Julio Verne, enfrente de ellos, la Srta Amanda Miller, la primera secretaria del presidente, tecleaba en su portátil con dedos ágiles. Su mente estaba tan enfocada en su trabajo como su c
CAPITULO 12CELOS El presidente Thomas Brown se detuvo en seco al cruzar el umbral de habitación presidencial, su mirada capturada por la visión que se desplegaba ante él. Amanda, su secretaria, estaba de pie junto a la ventana, las luces de la ciudad bañando su figura. El vestido negro de gala que llevaba parecía estar abrazando sus curvas con elegancia y destacando su cabello castaño recogido en un moño sofisticado.Por un momento, el presidente se permitió olvidar los informes, las reuniones y las responsabilidades que pesaban sobre sus hombros. Solo había espacio para la admiración, y una calidez desconocida que comenzaba a florecer en su pecho. Era una sensación peligrosa, una que no tenía cabida en el mundo calculador de la política. Pero ahí estaba, innegable, mientras observaba a Amanda ajustarse un pendiente, completamente ajena a su presencia.—Señorita Miller— Comenzo Thomas, su voz más suave de lo habitual —está... deslumbrante esta noche.—Amanda se giró, sorprendida al
Capitulo 13Padre e HijoLa luna colgaba baja en el cielo,y un faro pálido sobre la ciudad que nunca dormía. Amanda camino hasta el balcón del hotel, su silueta recortada contra el paisaje urbano. El aire fresco de la madrugada jugaba con los pliegues de su vestido, y en su mano, una copa de champán reflejaba las luces distantes.El presidente Thomas Brown se acercó a ella, su presencia apenas un susurro en la brisa nocturna.—Pensé que te encontraría aquí.— Dijo, apoyándose en la barandilla a su lado.Amanda se volvió hacia él, una sonrisa melancólica en sus labios.—Es un buen lugar para pensar.— respondió, su voz apenas audible sobre el murmullo de la ciudad.Thomas asintió, su mirada perdida en el horizonte.—¿Sobre qué piensas?— preguntó, aunque temía conocer la respuesta.—Sobre cómo las decisiones que tomamos nos llevan por caminos inesperados.— Dijo ella, su tono reflexivo. —Sobre cómo el poder y la pasión a menudo se entrelazan de maneras que no podemos controlar.——Son pensa