CAPITULO 11 VIENA Luego de la inusual cena ambos regresaron a la casa blanca, acababan de compartir una noche agradable donde ambos habían podido conectar como nunca antes. Trataron de regresar temprano ya que al siguiente día tendrían que hacer un largo viaje. A la siguiente mañana todos se levantaron más temprano de lo normal y el avión presidencial ya surcaba los cielos con destino a Viena a las 8 de la mañana llevando a bordo a una completa comitiva entre los cuales estaba. El presidente Thomas Brown, con una mirada que ocultaba más secretos de los que su país podría imaginar, se sentía inquieto, por lo que pronto tendría que hacer. A su lado, su padre, el señor Jonathan Brown, un veterano de la política con una sabiduría que solo los años pueden otorgar, hojeaba tranquilamente una novela de Julio Verne, enfrente de ellos, la Srta Amanda Miller, la primera secretaria del presidente, tecleaba en su portátil con dedos ágiles. Su mente estaba tan enfocada en su trabajo como su c
CAPITULO 12CELOS El presidente Thomas Brown se detuvo en seco al cruzar el umbral de habitación presidencial, su mirada capturada por la visión que se desplegaba ante él. Amanda, su secretaria, estaba de pie junto a la ventana, las luces de la ciudad bañando su figura. El vestido negro de gala que llevaba parecía estar abrazando sus curvas con elegancia y destacando su cabello castaño recogido en un moño sofisticado.Por un momento, el presidente se permitió olvidar los informes, las reuniones y las responsabilidades que pesaban sobre sus hombros. Solo había espacio para la admiración, y una calidez desconocida que comenzaba a florecer en su pecho. Era una sensación peligrosa, una que no tenía cabida en el mundo calculador de la política. Pero ahí estaba, innegable, mientras observaba a Amanda ajustarse un pendiente, completamente ajena a su presencia.—Señorita Miller— Comenzo Thomas, su voz más suave de lo habitual —está... deslumbrante esta noche.—Amanda se giró, sorprendida al
Capitulo 13Padre e HijoLa luna colgaba baja en el cielo,y un faro pálido sobre la ciudad que nunca dormía. Amanda camino hasta el balcón del hotel, su silueta recortada contra el paisaje urbano. El aire fresco de la madrugada jugaba con los pliegues de su vestido, y en su mano, una copa de champán reflejaba las luces distantes.El presidente Thomas Brown se acercó a ella, su presencia apenas un susurro en la brisa nocturna.—Pensé que te encontraría aquí.— Dijo, apoyándose en la barandilla a su lado.Amanda se volvió hacia él, una sonrisa melancólica en sus labios.—Es un buen lugar para pensar.— respondió, su voz apenas audible sobre el murmullo de la ciudad.Thomas asintió, su mirada perdida en el horizonte.—¿Sobre qué piensas?— preguntó, aunque temía conocer la respuesta.—Sobre cómo las decisiones que tomamos nos llevan por caminos inesperados.— Dijo ella, su tono reflexivo. —Sobre cómo el poder y la pasión a menudo se entrelazan de maneras que no podemos controlar.——Son pensa
CAPITULO 14AMANECER EN VIENA Luego de que la puerta de la suite presidencial se cerró con un golpe sordo, resonando a través de los opulentos pasillos del ala oeste. El señor Jonathan Miller, con su porte digno aún en la ira, abandonó la estancia dejando tras de sí un aire cargado de tensión. Sus pasos firmes y decididos se perdían en la distancia, marcando el ritmo de un desacuerdo no resuelto, Decidió volver lo antes posible en un avión privado, no esperaría el avion presidencial de media mañana, el tenia que irse ya. En el interior de la suite, la calma parecía haberse restaurado, pero solo era una fachada. Thomas Brown, con su mirada perdida en la vista nocturna de la ciudad que se extendían más allá de las ventanas, aún pensaba en las palabras de su padre. La serenidad del lugar contrastaba con la tormenta que se estaba formando en su interior.Fue entonces cuando la suave voz de Amanda Miller se coló en la sala, tan delicada como el roce de la seda. —Thomas, ¿qué ha sucedido
CAPITULO 15EL ALMUERZOEl viaje de regreso a Estados Unidos había sido cancelado inesperadamente, pero no por las razones que su equipo había dado a la prensa. La verdad era que Thomas había decidido quedarse un día más en Viena, impulsado por un deseo que había estado latente durante una década.En el restaurante del hotel, su ex amor lo esperaba. No se habían visto desde que sus caminos se separaron hace diez años, cuando ella lo había abandonado y desapareció para casarse con un mafioso ruso.Aunque el restaurante estaba en un hotel este era íntimo y acogedor, con mesas de madera oscura y flores frescas en cada una. Thomas llegó puntual, su corazón latiendo con una mezcla de nerviosismo y anticipación. Ella ya estaba allí, tan hermosa como la recordaba, con esa misma sonrisa que siempre había podido derretir su corazón, los ojos azules como el cielo y su cabello rubio natural cuál rayos de sol, aunque habian pasado 10 años ella seguia siendo perfecta.Se saludaron con un abrazo ca
CAPITULO 16DE REGRESO EN CASADespués de un largo y agotador viaje, desde Viena el presidente Thomas Brown y su secretaria Amanda Miller finalmente tocaron suelo estadounidense. El avión presidencial aterrizó suavemente en la pista, bajo un cielo teñido por los colores del atardecer, hicieron una corta parada en Londres para recargar combustible, saludar a unos diplomáticos y pronto retomaron su vuelo.Amanda observó al presidente mientras se preparaba para enfrentar a la prensa y al público que los esperaba, después de su discurso en la ONU. A pesar del cansancio evidente en sus ojos, había una chispa de determinación molestia que no había visto antes en el viaje.—Señor Presidente, ¿está listo?— preguntó Amanda, ofreciéndole una carpeta con las últimas actualizaciones.Thomas asintió con firmeza. —Más que nunca— respondió. —Este viaje ha sido largo, pero necesario. Hemos logrado mucho y es hora de compartirlo con la prensa.Juntos, salieron del avión y fueron recibidos por una mult
Capitulo 17Foto Internacional El despacho presidencial estaba cargado de tensión. Thomas Brown, el presidente, apretaba los puños mientras miraba a su padre. Las fotografías de Franchesca Hughes y él, abrazados y sonrientes estaban en la carpeta roja acompañadas de nota de prensa internacionales, el presidente vio a su secretaria y suspiro antes de hablar.—Amanda puedes retirarte——Si señor, esperaré sus órdenes para bordar este problema——Esta bien.—Amanda salió lentamente del despacho y cerró la puerta tras ella. Sabía que esas fotos habían enfurecido aún más al presidente y estaba segura de que el señor Brown tenía algo que ver en eso.—¿Qué has hecho, padre?— gruñó Thomas. —¿A caso esto es parte de tu plan?—El señor Jonathan se encogió de hombros, sus ojos fijos y desafiantes. —Yo no hice esto, alguien más los vio y envío esas fotos.— Suspiro y continuo —Esto va ser perjudicial para el partido—Thomas se inclinó hacia adelante, sus dedos rozando las fotografías. —¡No es solo
Capitulo 18ATENTADOEl escándalo había sacudido los cimientos del país. Las fotos comprometedoras del presidente Thomas Brown y la deslumbrante modelo Franchesca Hughes se habían esparcido como un incendio forestal. Los titulares de los periódicos rugían con indignación, y las redes sociales ardían con comentarios y memes.Aunque ya habían pasado varias semanas la agenda aún se tenía que enfrentar a la tormenta política. Sin embargo Amanda había permanecido en silencio y eso lo tranquiliza a más que cualquier cosa, pero algunas veces su mirada gélida decía más que mil palabras.Franchesca, por otro lado, había desaparecido de la vida pública. Habían rumores de que se había ido con su esposo a Rusia pero nada era confirmado.El partido conservador tuvo la idea de que para aplacar las aguas el presidente debería hacer más apariciones públicas, y giras dentro del país. Eso lo llevaría a las largas carreteras que se extendían como serpientes de asfalto, llevando consigo el peso de la his