Ignacio le sujeta el brazo y observa marcas moradas con la forma de los dedos de doña María. Suavemente besa cada marca, se pone de pie y abandona el lugar furioso yendo tras doña María. Eli empuja la silla y sale de la sala. Llega a la puerta, se pone de pie y sale hacia su casa. Durante el camino se detiene algunas veces, se siente débil pero el querer refugiarse en la seguridad de su hogar le da las fuerzas para seguir. Mientras tanto en el rancho Caballero, una asustada mujer está contra la pared mientras Ignacio arremete contra ella verbalmente.
—Le puso la mano encima. Vuélvalo a hacer y va a desear no haber nacido.
—Soy tu...
—Empleada, no lo olvide. Para mi deshacerme de usted no es difícil.
Ignacio llega a la sala y no la ve, avanza a la puerta y ve la silla.
—Maldición...
Va tras ella a pisa y la encuentra de camino, sentada en el suelo, está muy pálida y respira de forma agitada.
—¡Eli!
Ella se pone de pie ta
Después de que José se va, Ignacio se acerca a Eli, pero esta retrocede. Tiene miedo. —Cariño, discúlpame es que estaba muy tenso. —No estoy en una de esas novelas de amor que me encanta leer, estás actuando como un abusador y no me gusta y no pienso consentirlo. —Eli, amor, estás muy estresada y ves cosas donde no las hay. —Largo de mi casa o pediré al oficial que te saque, hablo en serio. —Nos veremos luego, amor. 9 Algunas horas después, cuando el reloj marca las 8 am llegan a la propiedad de Eli, tres autos, con oficiales del CIJ, quienes pasan todo el día recopilando evidencias. En la noche Ignacio revisa todo en casa de Eli. —Llámame si escuchas algo más o si tan solo quieres hablar.<
Nancy la estudia con cuidado, es evidente que algo más le sucede a Eli y si no se equivoca, tiene que ver con Ignacio. —Eli…hay algo más, ¿cierto? —Es Ignacio, él me maltrata. —¿De qué hablas? —Cuando se enoja me sujeta las muñecas y las aprieta tan fuerte que deja marcas, o me grita. Le tengo miedo la mayor parte del tiempo. —Vete de su casa, no puede hacerte eso, en inconcebible. —Si me marcho a un hotel quien me quiere muerta me tendrá a su merced, de alguna forma puedomanejar lo de Ignacio. Si regreso a San José pondré en peligro a quienes me conocen, además don José ya trabaja en esto, con la policía allá sería que empiecen a conocer el caso desde el inicio y no habría nada que investigar allá, quien me quiere muerta es aparentemente, alguien que vive acá. —Si la cosa se pone inmanejable con Ignacio me avisas y te vas a mi casa. —De acuerdo. Ahora me marcho a comprar algunas cosas. —Te acompaño, estoy
Ignacio se pone de pie y la sacude por los hombros. —No me engañe con algo así. —No lo hago, había dos ambulancias, la primera se llevó a una mujer joven que iba inconsciente, la ambulancia que nos pasó cuando veníamos hacia acá llevaba a Eli. —Vamos. Ignacio llega a pedir información al hospital, pero parece ser que ni su nombre ni posición le otorgan privilegios. —Llegó una ambulancia con una mujer dentro, venían de un incendio. —Solo puedo dar información a familia. Ignacio y Doña María se ven entre ellos realmente angustiados. En eso llega Christian, quizás él si pueda ayudarlos. —Nacho, ¿qué haces acá? —Eli entró hace poco. No me dicen nada. ——Deja y averiguo. Se quedan en la sala de espera, el reloj marca la 10pm, siguen sin noticias, el reloj marca las 11. —Hola, lamento la demora, pero las cosas estaban medio enredadas. —¿Está viva? —Sí, incluso pudo decirme lo suc
Mientras Eli mete la maleta al carro de Andrés llega Doña María —¿Y esa maleta? —Voyde viaje unos días. Ignacio lo sabe ya, pero ha tenido que irse a una reunión así que Andrés va a llevarme. —Buen viaje mi niña, espero que de veras Ignacio lo sepa, no estaría en una reunión cuando debes irte al aeropuerto. —Él me puso a prueba a ver si era como las cualquieras de su vida. Andrés y sabrá Dios quien más se enteró de que fui abusada en mi adolescencia. —Lo lamento Eli, no deberías haber pasado por algo así —Exacto y el.... —¿Te gritó? —No, dio media vuelta y se fue sin decirme nada. —No te marches, no sin al menos hablar con él. —¿Cuándo va a Fortuna, ¿dónde acostumbra a ir? —Andrés lo sabe, al menos dale una oportunidad de aclararse Contra su buen juicio decide ir a buscarlo. Entró con Andrés a uno de los bares que más frecuentaba y allí estaba él, con una mujer en su regazo. Andrés
Ignacio entra y dirige a Alexandria una mirada iracunda —Deja tus consejos idiotas, la vida de Eli corre peligro y debe llamarme cuando lo necesite, no soy estúpido y sé que no me quiere como pareja, no significa que vaya a dejarla desprotegida. Andrés entra y se dirige a Alexandria —Ya viene uno de mis peones por ti, para llevarte a tu casa Alex. —Creí que me llevarías —Te das atribuciones que no te corresponden, lo de hoy fue una ayuda grande mientras buscamos quien trata de inculpar a Ignacio, pero no te da derecho a molestar a Eli —le dice Andrés— Alexandria abandona la casa sin mirar atrás. Por un segundo Andrés quiere patearse a sí mismo. Acaba de hacer lo mismo que hace Ignacio cuando se trata de defender a Eli. Por estar pensando en aquello no lleva el hilo de la conversación entre Nacho y ella hasta que la escucha decir —Necesito volver a casa. —Vamos que te doy un aventón. —La llevo yo,
—Lo siento Eli, es que ya uno se vuelve frío, sin embargo, me afecta, la conocí desde que era una niña. Se está manejando localmente y no se ha dicho, sin embargo, no la llamo por eso, sino porque han dejado una nota que dice que esta es otra advertencia para que no abandone la ciudad. Por favor no diga esto a nadie, no sabemos si quien busca inculpar al señor caballero es alguien de adentro. —¿Uno de sus trabajadores? —eso creo, el señor caballero estuvo por acá y sabe sobre esto. Un policía observa a Eli, Andrés y al Jefe de policía salir y este policía se mete a la oficina del jefe y llama por teléfono. —Descartaron a Ignacio, sospechan de alguien de sus trabajadores y conocidos incluyéndolo. No se lo dijeron a Eli, pero vi una hoja, su nombre estaba ahí. —Eso no puede ser, esto es culpa tuya. —mire, le informo de cada movimiento acá y ni siquiera estoy con quienes siguen las pistas. Así que no crea que puedo ser culpable de que ya
Doña María —Miren, acá hay dos posibles escenarios. Ningún trabajador de Ignacio pasa de los treinta salvo uno y tiene coartadas solidas durante los homicidios. Del resto de ellos para el día que se asesinó al padre de Ignacio no serían más que unos niños. —Cree que es el hijo del que mató al padre de Ignacio —si Pablo. Llevo demasiados años en esto. Hay algo más, está perdiendo la paciencia, está sintiéndose rodeado. Nancy y doña María son distintas, estas últimas veces fue más brutal, descuidado, dejó las escenas aún peor que otras veces y la cantidad de sangre en ambos casos, no lo sé, excesivo aun para él. Revisen archivos de niños que hayan sido abusados física o verbalmente por sus madres o que les hayan abandonado. —¿Por qué jefe? —a los hombres les hace corte limpio, se ensaña con las mujeres, les corta vaginalmente y según forense las heridas son hechas antes de morir. Buscamos alguien corpulento, la fuerza necesaria para someter a lo
Una vez en su casa la acomoda en el sofá, acaba de llevarle algo de beber cuando llega José. —Necesito que ella declare. —solo déjeme ver si esta lista… —Hablan como si no estuviera acá. Voy a decirle lo que paso. Ambos se sientan, Ignacio sujetándole la mano y el oficial coloca una cámara de video sobre la mesa para grabar la declaración. —Después de que me sacaran manejaron hasta esa casa, el policía me arrojó al suelo y comenzó a patearme, creí que iba a matarme. No sé más. —De acuerdo, si recuerda algo más hágamelo saber Ignacio se pone de pie apretando puños, sale de la casa junto a José —Ella miente, sé que recuerda más, la violaron por Dios… —¿Violación? —creí que lo sabía. —Váyase de acá, ella es la víctima y usted viene a grabarla, forzarla a hablar cuándo debe estar tranquila. Es amiga de Eli, si supiera algo sobre el sicario se lo habría dicho. Ignacio no duerme, el reloj avanz