Los días han pasado tan lentos y las ansias son indescriptibles. Aunque todos los días Kerem y yo nos escribimos y hablamos por teléfono, hoy jueves no he tenido noticias de él.
Básicamente estoy tecleando por inercia mientras que Josh sostiene una conversación por teléfono. Ahora estoy en un escritorio que Josh improviso para mí en su misma oficina, y la verdad me siento mucho más a gusto trabajando a su lado.
Mañana será el día en que hablaremos en definitiva con él y ayer exactamente Kerem se reunió con su familia «Dios mío» no se nada en absoluto, tampoco sé cómo reaccionaría Amelia ante la noticia y lo peor de todo es que hasta mañana podré ver y saber de Sadik.
Hago un puchero mental.
—¿Qué dices? ¿Est&aac
Mis ojos se encuentran con los de él, y por su semblante no me queda mucho a la imaginación.Está molestoAunque él esté algunos metros de distancia, puedo escuchar su respiración agitada ¿o será la mía? Quito rápidamente la mano de Adam y este gira en dirección de mi mirada para encontrarse con la de Kerem. Su cuerpo se coloca más erguido de lo normal, mientras que mi hermano por fin sale de su escritorio para colocarse de mi lado.¡Gracias!—Lerman… es todo por hoy… Yo te llamaré —dice atropelladamente Joshua, cortando con el silencio torturador que se instaló hace varios segundos.Este asiente.—Recuerda lo que te he dicho Ale —Adam arroja esas palabras y comienza a caminar hacia la puerta donde Kerem no tiene ni la más mínima gan
—¡Vamos a pasar todos a la mesa! —anuncia Kerem. En conjunto cada quien se sienta en un silencio incómodo, y yo trato sin conseguirlo en encontrarme con la mirada de mi amiga.—Bien… Antes de que pida la cena…—Falto yo hermano.¡Dios! ¿Continuará llegando gente?Una voz que no quería escuchar hace que pase un trago amargo. Christopher se asoma al comedor un poco fuera del contexto. Lleva una sudadera y un bolso en sus hombros, frunciendo el ceño de sus padres.Kerem asoma una mano hacia ellos para que se puedan calmar.—Cris, pasa siéntate… Estábamos por comenzar —dice pausadamente su hermano.Este solo asienta y se sienta junto con Evielanzando una mirada siniestra hacia mí. Aparto al instante mi rostro y observo a Joshua que tiene la mand&
Por supuesto que desde ese día tomé la decisión de irme al apartamento de Kerem;que cada vez me recalca que es nuestro.Hablar con Millie fue una de las cosas más difíciles para mí, y no porque esta se negará; sino por nuestra amistad, por tantos momentos, tanto apoyo, y aunque ella también estaba haciendo su vida, y aunque siempre estaremos juntas, irme de casa fue una de las cosas más emotivas que he podido vivir.Las semanas siguientes fueron de trabajo fuerte, en lo que compete a Joshua y a mí. Hoy por la tarde tendremos una reunión para dar el primer informe general«Nuestro primer informe», luego de haber dado la inauguración el día del evento.De cierta manera tengo un poco de nervios, pues los representantes de todas las empresas involucradas estarán allí de nuevo.Cuando Kerem
Impactada y sin saber cómo reaccionar, observo a Sadik quién está con los ojos rojos, tan irritados, que pienso que van a explotarle en algún momento. Sus puños están tan rígidos que comienzo a temer nuevamente. Amelia por su parte esta blanca como la nieve sin quitarle la mirada a Kerem en ningún instante. Algo muy extraño siento cuando de repente ella pasa los ojos hacia Lerman y vuelve a mirar a Kerem.—No sabíamos la condición de la señorita Miller —dice un hombre más adelante.—Eso… Señor Hastings no le incumbe a nadie… —dice Sadik.—Pero ¿cómo no? Ella es la persona que está al frente de esto… Todo retrasará nuestros resultados —chilla Amelia.Por supuesto la hija de puta no podía quedarse atrás.—Se&ntild
“¡Cumpleaños feliz! ¡Cumpleaños feliz! ¡Cumpleaños mi Cocorita! ¡Cumpleaños feliz!—¡Gracias, papá! ¡Este oso era lo que más quería en el mundo!—Te mereces mil de estos osos.—¡Y tú eres el mejor papá del mundo!(Risas)—Trato de serlo mi amor, tu mamá Joshua y tú son lo más importante en mi vida, y nunca, nunca voy a defraudarlos…”***El tacto suave de unos dedos en mi rostro me hace parpadear varias veces, mientras se me dificulta divisar el rostro al principio. Cuando logro aclarar la visión el rostro de Kerem aparece perfectamente delante de mis ojos, este sigue acariciando mi piel.—¿Qué hora es? —pregunto en su
De prisa me dirijo a la cocina, apagando la hornilla de inmediato. Toda mi comida está literalmente quemada y el ambiente lleno de humo. Toso varias veces y veo que Christopher entra para encender la campana extractora, y seguido el humo comienza a disiparse.Pese a la circunstancia y pese al momento, me siento muy nerviosa ante la presencia de él en este lugar; y más sola. Trato por todos los medios de parecer tranquila y sin preámbulo le miro fijamente.—¿Qué quieres? —pregunto tajante.—Hay varias cosas que quiero hablar contigo, si me lo permites.«No hables con él… Recuerda todo lo que te han dicho.»“Ale… Si él intenta hablar contigo, por favor vete del lugar”recuerdo a Adam.El nerviosismo comienza a aumentar en mi cuerpo, pero debo ser inteligente.
Por más que niegue una y otra vez, por más que abro y cierro mis ojos, la visión de Adam no se va.No se va.Su rostro es, irreconocible. No está para nada impactado en ver a Amelia echa un desastre y con un arma apuntándose ella misma; más bien se burla de su situación. Y esto me perturba en gran manera.El rostro de Kerem es el único que no logro divisar, ya que está dándome la espalda; mientras que Adam y Amelia están justo frente a mi visión.—¡Eres un infeliz! —dice Kerem en tono retador, mientras Amelia aumenta el llanto.La sonrisa de Adam se ensancha mientras le envía una mirada amenazante.—No siempre puedes tener lo que quieres —y con estas palabras Lerman empuja a la mujer — ¡Dispárale! Te lo ordeno.¿Qué?Un im
He tenido visitas durante todo el día, mi hermano se ha instalado prácticamente en mi habitación del hospital junto a Millie. Evie y Omar han dado rondas preguntando por el bebé; pero nadie se ha atrevido a sostener una conversación, ni siquiera una básica.Es como si el tiempo se hubiese detenido, es como si mi mente de alguna forma estuviera en modo automático, respondiendo “sí” o “no” ante cualquier pregunta; probando uno o dos bocados de comida cuando corresponde la hora.He dado todo mi esfuerzo por tener en calma mi sistema; he traicionado mis emociones, dejando a un lado mi dolor, para poder atender la salud de mi hijo.Pero hay momentos en que los pensamientos se desajustan y el dolor vuelve, haciéndome trisas, y sin poder evitarlo el carbón caliente que aprieta mi garganta se vuelve cruel; tanto que siento que no podr&ea