Estimadas lectoras y lectores Aquí les dejo un capítulo más de esta historia... Una disculpa, hoy tuve un contratiempo y no pude terminar de revisar un capítulo más y no quiero subir un capítulo con errores, les prometo que en el transcurso del día de mañana se los compensare.
Marco abrazaba fuertemente a Valeria, extrañaba su calor, su aroma, la extrañaba a ella, cuidar a los pequeños, no había sido fácil, más que nada, por aquella sensación de que no estaba bien lo que había hecho. Sabía que tanto él como ella habían tenido la culpa de que ahora su familia estuviera desperdigada por el mundo, él simplemente quería que todo terminara y regresar a México.Quería que volvieran a ser una familia, tal como lo eran antes, su mente soñaba con tener a todos en su casa, era obvio que debían agregar dos habitaciones más, pero quería a su familia de regreso; Paloma estudiando en la universidad, Gio en el preescolar, ahora entrando a la primaria, Alberto y Carolina jugando y gateando cuando así lo decidieran.— Valeria… ¡No sabes cuánto extrañaba tenerte así! ¡No sabes cuánto he sufrido por no tenerte! Sé que jamás podrás perdonarme por el daño que te hice, sé que me volví un maldito loco, sé que no pude ser como siempre, me dolió imaginar o pensar que te perdía. Por
— Papá es una lástima que no puedas venir, toda la familia estará reunida, planearon todo como un homenaje a Pietro el abuelo de mi esposo. — Dijo Valentina con pesar en su voz.— ¡Lo sé, hija! Perdón, pero es que Vicenzo chocó y el pobre Antonio anda desconsolado, mi chiquito está solito, tu hermano necesitará ayuda para moverse del hospital a casa, pero dile a tu suegro que me disculpe, pero ya conoce cómo es Vicenzo de atrabancado.— ¡Ese Vicenzo ya debería madurar! ¡Qué tal si le pasa algo! Dime tú, ¿Qué sería del pobre Antonio? — Dijo Valentina preocupada.— Pues lo adoptan tú y Marco, ya conoces a Antonio, él está obsesionado con tu marido, lo admira muchísimo, de grande dice que quiere ser como él.— ¡Papá! ¡Antonio no es un cachorrito para que lo ofrezcas así! — Dijo Valentina molesta ante tal declaración.— ¿Serias tan inhumana de dejar solito a Antonio? ¡Ya bastante tengo con que su madre se lo dejo a Vicenzo! ¡Ese irresponsable! No madura, aunque tiene hijo. — Dijo el hombre
Había pasado una semana desde que Marco regresó a Italia, Valeria regresó a su casa en Parioli, ella no podía esperar más para ver a sus pequeños, pero Marco consideró que lo mejor sería que, hasta que pasara el juicio, no debían traer a los pequeños niños. Toda la semana hicieron varias videollamadas y ahí pudo ver a Camila y su pequeño Alberto y Carolina.Sus hermosos bebes tenían el cabello negro y un poco quebrado, sus ojos eran los mismos de Marco, aunque la mayoría de sus rasgos faciales eran los de Valeria, estaban hermosos, gorditos y bonitos.El juicio fue programado en un lunes de la segunda semana de septiembre, antes de que eso se suscitará, Antonio Moretti había solicitado hablar con Marco, la idea era finalmente decirle quien era realmente, ya que por lo que él había visto, Marco no tenía ni la menor idea de quien se trataba, no lo culpaba, Antonio tenía 8 años cuando lo vio por última vez y, a su padre, jamás lo había visto más que en alguna fotografía, pero de cuando er
Vicenzo y Marco se encontraban frente a la tumba de Valentina y el pequeño Pietro, la tarde era fría, ambos llevaban flores, miraban con nostalgia aquella placa envejecida por el tiempo, ambos estaban perdidos en sus pensamientos, ninguno decía nada. Ambos hombres luchaban con el cúmulo de emociones que traían dentro, una lágrima rodó por la mejilla de Marco, un doloroso recuerdo de su pasado llegó, un nudo en la garganta le impedía emitir palabra.— Marco Barzinni… ¡Eres libre! Deja de cargar esa pesada carga que llevas en la espalda, se ha hecho justicia a nuestra Valentina, tu hijo también ha recibido justicia, tu familia ha sido vengada.Marco volteo a ver al hombre que tenía a su lado, el cual muy a pesar de su edad, aun lucia joven, sus líneas de expresión era lo único que te mostraba la edad, su andar era tranquilo, pero firme, aquel irresponsable hermano, ahora era un faro de tranquilidad, vivía día a día basándose en sus creencias, vivía para su hijo, para su nieta, para su nu
Marco iba manejando después de haberse detenido abruptamente, el estado de salud de Pietro no era bueno, por lo que, si quería hablar con él, debía esperar a que se estableciera.Memorias de lo que ocurrió el día de hoy por la mañana comenzaron a cruzar por su mente.--- Tribunal de apelación ---Marco Barzinni llegó al tribunal, era un testigo protegido, llegó acompañado de Valeria, su esposa. Era la primera vez en años que, el hombre se sentía nervioso, sabía que, si las cosas no salían bien, él terminaría en la cárcel, Valeria quedaría sola y sus hijos crecerían sin un padre presente todo el tiempo.Por otro lado, Pietro Pellegrini llegó tomado de la mano de Celeste Massimp, aunque las cosas entre ellos no estaban del todo bien, ella entendió que no podía dejarlo solo, era el padre de sus hijos y se sintió en la obligación de acompañarle. Pietro llevaba la misma incertidumbre que Marco, si algo salía mal, él terminaría en la cárcel y jamás podría volver a ver a sus hijos, ya que seg
Después de una serie de presentaciones, tomaron asiento y Massimo, guardó un lugar para Magnus D’Angelo, su padre, quien llegó pocos minutos antes de que iniciara el juicio. Era extraño, pero Magnus no había llegado solo, el hombre llegó en compañía de Vicenzo Moretti.Massimo dudó, ¿qué interés tendría el padre del famoso juez que presidiría el juicio del año? Esa pregunta, no tendría respuesta, al menos no para él.— ¡Orden en la sala! El honorable juez Moretti, las honorables juezas Sforza y Zucconi, están llegando a la sala. Señores, ellos serán los jueces profesionales, ahora vienen los jueces legos, el señor Vespucci y Cipriani. — Dijo el policía encargado del orden.Numerosas familias de muy buena posición estaban ahí, iban en apoyo a Franco Amato, el hijo del famoso juez Amato. Todas aquellas familias no podían creer las injusticias que se estaban cometiendo con un hombre tan intachable como Franco Amato hijo.Poco después de las presentaciones, llevaron al detenido y sentaron
Llamo a testificar al señor Franco Amato padre, quien desafortunadamente no está en condiciones de hablar, ya que lastimosamente le cortaron la lengua y las cuerdas bucales, pero afortunadamente, el hombre sigue fuerte y ha ideado una forma de comunicarse mediante la escritura.Por favor, apóyenme a pasar al señor Franco Amato, quien pidió ser testigo para detener a su hijo, pido comprensión y empatía ante este hombre, ya que muy a pesar de no poder hablar, tiene mucho que decir.La puerta de la sala se abrió y un anciano en silla de ruedas, entro a la sala, de aquel hombre fuerte y grande, no quedaba nada, el hombre en esa silla de ruedas estaba encorvado, llevaba puestas unas gafas de sol, tratando de cubrirse las cicatrices de sus ojos, el hombre llevaba una máscara de oxígeno, y sus manos temblaban.Marco y Pietro se quedaron helados al ver quien tenía a Franco Amato, según la última orden de Marco Barzinni, este hombre debía ser llevado a un hospicio lo más alejado de Italia, pero
Tras una larga sesión y análisis por parte de los jueces, fue declarado culpable Franco Amato hijo de todos los cargos relacionados con intento de homicidio en primer grado de Pietro Pellegrini, difamación y mal uso del poder judicial en el caso de Marco Barzinni, usurpación de funciones en el Grupo Pellegrini, dejando afectaciones en el señor Massimo D’Angelo.Los cargos por tráfico y explotación venían a cumplimentar la orden de arresto, el hombre pasaría toda su vida, encerrado en una de las peores cárceles de Italia, no habría derecho a fianza y debía cargar en su conciencia, el haber dejado a su hija en manos de su abuelo, ya que, si algo era falso en esa declaración, era que él supiera de qué Alessia sufría de abuso s****al.Antes de concluir esa larga lista sesión, donde se desahogaron todas las pruebas presentadas, donde la defensa quedó sin palabras debido a la falta de sinceridad del cliente, el juez Moretti dijo:— El caso inicialmente se abrió por la familia Barzinni y la m