Estimadas lectoras y lectores Laura es una chica fuerte y sabe lo que no quiere, pero nada la impide sentir dolor, nada le impide sentir tristeza y dolor.
Después de aquella plática, Laura se sintió mejor, se recostó a dormir con su hija. Eran pasadas las 11:00 pm, cuando la puerta de su habitación se abrió. Laura, al sentir la mirada de alguien, despertó, se llevó un gran susto, pero luego reaccionó.Delante de ella estaba alguien, alguien que le hacía mucha falta desde hacía tiempo.- Luciano… ¡Hermano! – dijo Laura y luego se abalanzó sobre él. - ¡Hermano! ¡Eres tú! ¡Estás aquí! – decía Laura mientras le acariciaba el rostro, lo miraba y no lo podía creer.Los ojos de Laura se le llenaron de lágrimas, por su lado, Luciano no pudo ser el chico rudo, ella era su hermanita, ella era su hermanita chiquita, aquella a quien siempre defendió, a quien siempre cuidó.Luciano apretó el abrazo y luego se separó, no sin antes mirar a la pequeña niña que estaba profundamente dormida en la cama.- ¡Oye…! ¡Es hermosa mi sobrina! ¡Está preciosa!Laura se limpió las lágrimas, lo miró, se levantó de la cama y lo volvió a mirar.- ¿Dónde habías estado?
Massimo veía cómo sus dos hijos interactuaban, era evidente que ambos siempre habían sido muy unidos, estaba claro que Luciano siempre fue el hermano mayor.Por el lado de Almendra, se sorprendía cómo era el cambio de Sebastiano para con su hermana, el chico tímido evidentemente no era, el joven abrazador menos, con Laura era un joven protector y sonriente, en ese momento entendió que aún le faltaba mucho por conocerle.Luego de un par de horas, llegó el momento de ir a dormir, Massimo asignó dos habitaciones para los jóvenes y luego fue a dormir, mientras estaba recostado en la cama, pensaba en el futuro, aún tenía mucho que trabajar, aun había mucho que sanar. Él había permitido que se cometieran varios errores en su hijo, que Moretti sabía cómo manejar, pero él no.Una de las cosas que en ese momento le cruzó la mente, era lo incómodo que sería, el reencuentro de Paloma con Luciano, por poner un ejemplo, su hijo no era malo, pero eso no lo eximia de cometer errores como los del pasa
Paloma había decidido pasar los 6 días que faltaban para la boda, en casa de sus padres. Ella sentía que los necesitaba, sabía que ellos se irían pasando la boda, por lo que, ni lenta, ni perezosa, había hablado con Aldo. Su ahora esposo entendió claramente la situación y, aunque Marco le causara cierto miedo, él iría a verla todos los días.Dos días antes, Marco lo llamó y le pidió que ese día no fuese. Ese día quería que él y Paloma tuvieran un día de padre e hija, así que, Aldo entendió.- Papá, ¿A dónde vamos a ir? – Preguntó Paloma a Marco un tanto intrigada.- ¡Es una sorpresa! Anda, ya no seas tan desesperada, mira que voy a dejar a tu madre con las locas de sus amigas y eso ya es mucho… - Dijo Marco en un tono divertido.Marco, en estos pocos días, había visto a su esposa sonreír de maneras que solo lo hacía con sus amigas. Aunque era notorio que entre Aurora y Regina había muchas diferencias, ambas rayaban en lo divertido, cada una tenía sus propias anécdotas, su propia vida
Marco vio a su hija y no pudo evitar abrazarla y, sin que ella se percatara, limpiar una lágrima de nostalgia.- ¿Oye, papá?- ¿Qué sucede, hija?- ¿De verdad quieren regresar a México?- ¿Mmm? La verdad es que este país es hermoso, pero así como existen cosas buenas, también hay cosas malas. Mi pasado, el pasado de tu madre, son cosas que siempre nos dolerán a pesar de que no lo digamos todo el tiempo.- Ya veo…- ¿Tú y Aldo han platicado dónde vivirán ahora que se casen?- Bueno, él me dijo que donde yo elija estará bien, él puede trabajar desde donde esté, aunque no niega que algunas veces tendrá que reunirse con su padre y con Teodore. ¿Sabías que Teodore tiene familia?- ¡Teodore! ¿Ese viejo cascarrabias, hosco y amargado? ¡No!- Sí, no he ido a casa y no he coincidido con él, pero Aldo ha estado saliendo y enseñándole la ciudad a Ali, el hijo de Teodore. Al parecer, el chico tiene casi la misma edad que Aldo, incluso Teodore se acaba de casar. Aldo me dijo que su esposa es muy jo
Faltaban dos días para la boda de Paloma y Aldo, Massimo buscaba qué obsequiar a su hija y sobrino, realmente no sabía qué comprar, caminaba por las tiendas exclusivas en Lazio, pero por más que lo intentaba, no sabía qué regalar.Desde la llegada de Luciano, hace dos días, Laura y los niños se la pasaban pegados a él, Massimo se sentía un tanto excluido, pero al final, les estaba dando el tiempo para conversar. Aunque, Almendra, le daba la opción de integrarse, Massimo inventaba alguna excusa para no estar, de igual manera, no ayudaba mucho que Diana hubiese tenido que viajar.Frustrado, Massimo se sentó a tomar un café, no sabía qué regalar, no sabía qué comprar. Nunca había hecho esas cosas, Mateo siempre estaba para ayudarle, él conocía sus gustos y de las personas que le rodeaban, aunque en el caso de Paloma y Aldo, creía que de igual manera no sabría qué regalar.Mientras esperaba su café, revisaba su móvil, veía las fotos de su hija, trataba de buscar una pista, veía las fotos
Señor Massimo, ¿Esto le refrescó la memoria o debo continuar detallando los verdaderos hechos?- Señor Legrand, no logro comprender. ¿Cuál sería el interés de usted sobre Alessia, mi esposa?- Bien, debo decirle algo de suma importancia. Bueno dos cosas, señor D’Angelo.Primero: Lamento infórmale que la señora Alessia Amato acaba de fallecer hace dos días, finalmente su deseo se hizo realidad, su corazón ya no pudo soportar más y perdió la vida. La señora Amato no tuvo funeral, solo fue cremada y sus cenizas descansan en la urna familiar de los Legrand.Segundo y, lo que me trajo a verle: Estoy completamente seguro de que usted sabe que uno de sus hijos son es suyo, ¿Es correcto?- Señor Legrand, apenas estoy asimilando lo primero y ¿ya viene con lo segundo? – Respondió Massimo sin ocultar su malestar.- Massimo D’Angelo, pareciera ser que ya recordó que su mujer no murió… Y, ya recordó que uno de sus hijos no le pertenece. – Dijo Pierre con una voz seductoramente peligrosa.- ¿A dónd
- ¿Así que esa fue su última voluntad? – Dijo Massimo con asombro.- Sí, por esta misma razón estoy aquí y no en el cine buscando a tu hijo. – Dijo Pierre, haciéndole saber que él sabía todos los movimientos de su hijo.- Alessia, mi mujer, hizo mucho daño, ella para mis hijos ya está muerta desde hace mucho tiempo, ¿Por qué quieres aparecer de repente y contar una verdad que solo le hará daño a Paolo? Yo, como sea, pude soportar que mi hijo no lleve mi sangre, eso a mí no me importa. Él seguirá siendo mi hijo, pero él, él está joven, él no merece esto. – dice Massimo, molesto al punto de querer levantarse de la mesa.- Massimo, será mejor que tomes asiento y lleguemos a un acuerdo, porque de lo contrario, tanto tú como yo sabemos que iré a buscarlo. – Dijo Pierre en tono de advertencia.Massimo no tenía opción, sabía que Pierre era alguien poderoso, más poderoso que él, si bien quería podía actuar, si bien quería se lo podía llevar, si tan solo Pierre, le decía a Paolo la verdad, la
Luego de que Massimo, por fin, aceptó que Paolo tuviera un acercamiento con su verdadero padre, tenía mucho que pensar, mucho que hablar con su hija Laura y Luciano, pero, por el momento, no sabía cómo quitarse aquella sensación de ansiedad.De la nada, tomo su móvil, busco entre sus contactos a alguien, le llamo y espero que tuviera un tiempo libre para platicar.- ¡Hola! ¿Massimo?- Paloma… - Dijo Massimo un tanto descansado.Por el momento quería todo y nada a la vez, solo quería no pensar, tenía que hacer, pero se resistía a ello.- ¡Massimo! ¡Qué agradable sorpresa! – Dijo Paloma al escucharlo.Paloma rara vez hablaba con Massimo, si bien, ambos sabían que eran padre e hija, esa parte Massimo prefería dejársela a Marco. Ya que, aunque le costase reconocer, Marco Barzinni era el padre de su hija y él, él solo era lo mismo que ahora sería Pierre para con Paolo, nada.- ¿Estás bien, Massimo? – Preguntó Paloma, intrigada.- Eh, ¿Mmm? ¿Me preguntaba si estabas libre un par de horas o a