Estimadas lectoras y lectores Espero estén disfrutando de los capítulos que voy subiendo, una disculpa, trabajo lo mas rápido que puedo, pero han sido unos días un poco atareados y no quiero subir capítulos de relleno, cado capitulo que subo tiene un por qué...
Cuando Luciano hablo con Leonardo eran las 3:00am, luego de 3 horas finalmente, aquel hombre anciano había llegado a Lazio, su andar era pausado, su metro con noventa ya no era tan imponente como antes, aún conservaba el bello rostro que la naturaleza le dio, pero ya contaba con varias arrugas, si lo se miraba fijamente, bien podría encontrar rasgos muy parecidos a Pietro.- ¡Padre! Permíteme ayudarte, y ano debes cargar cosas pesadas. – Dijo Luciano amablemente.- ¡Hay hijo! Tu viejo aún sigue siendo fuerte, estos años aun no acaban conmigo, ¡Hierba mala nunca muere! – Dijo Leonardo sonriendo alegremente.Cualquiera que viera a ese par, pensarían que era una adorable escena entre abuelo y nieto, quien no los conociera lo suficiente le causaría ternura.- Luciano hijo, aprovechando que estoy en el país, quiero ir a visitar a tu abuela y luego a Pietro, desayunemos cerca y vamos a verla, al final la reunión de Massimo será hasta la tarde. – Dijo Leonardo caminando hacia fuera del aeropu
--- Paris (25 años atrás) ---- Ya te dije que no puedo ofrecerte nada mas que el estatus que tienes actualmente ¿Por qué no lo puedes entender? Sabias perfectamente que era casado y aun así te quedaste a mi lado, ahora no me vengas a hacerme sentir culpable. – Dijo Gabriele furioso.- ¡NO DIJISTE LO MISMO CUANDO ME ENAMORASTE A LOS 16 AÑOS! ¿QUE PENSARIA TU ESPOSA DE ELLO? – Grito Alessia furiosa y con lágrimas en los ojos.- ¡ALESSIA NI SE TE OCURRA USAR ESE TRUCO TAN BARATO! – Respondió Gabriele perdiendo la paciencia y asentándole una fuerte bofetada.- ¡LARGATE! ¡VETE DE MI M*****A VIDA! ¡ERES UN DESGRACIADO! ¡TE DI LOS MEJORES AÑOS DE MI VIDA! – Grito Alessia con fuerza.- ¡Sera mejor que te regreses a Italia! Ve y busca a tu lindo noviecito, ese que tanto te amaba, seguramente sigue enamorado de ti, puedes rehacer tu vida con alguien que puede darte todo lo que necesitas. – Dijo Gabriele sintiendo culpa por dentro.- Ja, hasta ahora me sales con eso, ¡Por favor! Ahora resulta qu
Pasaron casi 3 horas para que Luciano y Leonardo llegaran al cementerio Flaminio, para Leonardo le resultaba incomodo estar ahí, por un lado, se sentía orgulloso de su hijo, pero, por otro lado, estar ahí lo hacía sentir culpable y sucio. En ese cementerio descansaban los restos de Martina y Pietro, llegar ahí acompañado de su hijo, le llenaba de culpabilidad, pero no podía evitarlo, Luciano se negaba a dejarlo caminar solo por aquellos fríos pasillos.Llevó un ramo de rosas blancas a su amada esposa, también eran sus favoritas, luego de unos breves minutos, susurro algunas palabras y se fue, estar frente a la tumba de su amada esposa, le quemaba, era como si ella lo viera a los ojos y pudiera sentir su repulsión hacia sus acciones en el pasado. Luciano por su lado, solo permanecía callado a lado de su padre, era obvio que él se daba cuenta de su actitud, entendía su sentir, pero lo hecho, hecho estaba, el claramente sabia de quien era hijo, aunque desconocía la historia completa, el s
--- Ciudad de México (15 años antes) ---- Leonardo, no sé qué demonios estés intentando, pero más vale que me entregues a mi hija. Sabes muy bien que, si algo le pasa, tú y tu familia pagaran muy caro las consecuencias. – Dijo Marco con un tono malicioso.- Ja, ¿Tú hija? ¡Ella no es tú hija! ¡Ella es hija de Pietro! ¡ES MI NIETA! – Grito Leonardo mientras abrazaba y cubría la boca de Paloma.- ¿Dónde estuviste estos 5 años? ¡Era muy fácil encontrar a Guadalupe! Hasta ahora me sorprende que aparezcas, sí bien sabias desde antes de su existencia y de su ubicación. – Dijo Marco acercándose sigilosamente a donde estaba el hombre.- ¡El motivo no importa, ella se va conmigo! – Dijo Leonardo nervioso mientras Paloma lloraba a mares.Unas horas antes Valeria y Paloma habían ido a comprar una mochila para el inicio de clases en la primaria, Paloma y su madre habían aprovechado para salir a dar la vuelta con el pretexto de la mochila, recorrían Mundo E, lugar donde se quedaron viendo el efecto
--- Ciudad de México (15 años antes) ---Actualmente, el estado de salud de Caterina iba mermando cada vez más, la última vez que Leonardo había visto con buen humor a su madre, fue una semana después de que Marco Barzinni la había visitado, pero de eso ya habían pasado más de dos años.Caterina estaba siempre afligida por la vida de su nieta, no sabía qué clase de vida llevaban ella y Guadalupe, por más esfuerzos que hiciera, sus investigadores no daban con ellas, ¿Cómo iban a dar con ellas? Si Leonardo tenía comprados a todos aquellos que se disponían a buscarlas, ya fuese por el lado de Caterina como por el lado de Massimo, llámenlo conciencia, llámenlo remordimiento, cuando Caterina cayo en cama, Leonardo quiso espiar sus culpas, pensó en que lo único que podría levantar a su madre de la cama era que conociera a su nieta, por lo que un buen día, decidió que viajaría un viaje a México.Grande fue su sorpresa al darse cuenta de que Guadalupe, ya no estaba sola y ya no vivía en la cas
Luego del intento fallido de traer a la hija de Pietro a Italia, Leonardo no tuvo mas opción que ir a enfrentar a su madre, ella le había citado tan pronto tuviera oportunidad de venir a Italia, lo que ella desconocía era que el normalmente solo estaba una semana en Nepal y luego se dedicaba a viajar por varios lugares del mundo.Caterina había notado que el Leonardo que tenia frente a ella, lucia mas jovial y platicador, eso no era de extrañar, pero el cambio sí que era notorio. Ella conociendo a su hijo y nietos como los conocía, llego a la conclusión de que solo debía tratarse de que el hombre estuviera saliendo con alguna mujer, eso en parte, le alegraba, ya que su pobre hijo llevaba ya varios años solo y nada le haría mas feliz que su hijo, le diera la sorpresa de que reharía su vida a lado de alguien que lo amara.Algo que no esperaba era que un día de tantos, sin querer escucharía una conversación que le cambiaria todo, en su momento solo parecía una mera suposición, pero, poco
Valeria se encontraba sentada a la orilla del lago en el parque de Villa Borghese, su cabeza la tenia metida entre sus piernas, sus brazos cruzaban las piernas para envolverse en un abrazo ella misma. Nuevamente se sentía sola, su rostro estaba cubierto de lágrimas, “¡Jamás debí regresar aquí! ¡Este lugar solo tiene dolor y problemas!” pensaba la chica. Toda la vida que había formado durante 20 años se había ido al caño en un abrir y cerrar de ojos, recordar la mirada con la que la veía Marco, le dolía, sabia que esto era algo que no le perdonaría ¡Jamás!, los ojos de decepción y a la vez de sorpresa de Paloma, la mataban.Ella deseaba que este día nunca hubiera ocurrido, no al menos de la manera en la que ocurrió, al final salieron a relucir no una si no dos verdades, ella no había sido la única lastimada, ella no había sido la única expuesta, increíblemente Massimo también había salido arrastrado en todo este proceso, él quería cargar con toda la culpa y salió perdiendo de igual mane
Marco llego a su oficina, pregunto a su asistente compartida si Massimo estaba en su oficina, tenía temas personales que tratar con él, pero la chica solo movió la cabeza en señal de negación. Ella no quiso ni levantarse al sentir el aura peligrosa que despedía Marco, quien normalmente era un hombre sereno y amable, hoy se veía que no quería ser molestado y si lo fuera despertaría todos sus demonios.En la vieja mansión Pellegrini, Massimo se había quedado completamente dormido en su estudio, después de casi una botella de wiski. El hombre se levantó casi a medio día con un fuerte dolor de cabeza, camino a lo que por años fuera su habitación, afortunadamente había dejado algo de ropa ahí, tomo un baño con agua fría y se alisto para ir a la oficina, claramente sabía que después de hoy, posiblemente dejaría de ser el “famoso CEO del grupo Pellegrini”, pero eso ya no le importaba tanto como hace al menos una semana.Massimo se vio en el espejo mientras acomodaba su corbata, de reojo podía