Estimadas lectoras y lectores ¡Gracias por los comentarios! Los tomo en cuenta, poco a poco les voy a ir develando las aventuras de ese par y de como finalmente terminaron juntos.
A la mañana siguiente la habitación de Valeria estaba impregnada con el aroma al perfume de Marco, sonó su despertador y noto que el hombre ya no se encontraba en la habitación, seguramente se despertó y se marchó antes de que ella despertara. Era viernes y debía levantarse para ir nuevamente al trabajo, Paloma al sentir movimiento en la cama, poco a poco fue abriendo sus ojitos, estaban somnolientos, se los comenzó a tallar para despertarse.- ¡Mami! ¡Mami! ¡Papi vino a verme! – Dijo la niña emocionada y sonriente.- ¿Cómo?- ¡Papi vino! Durmió conmigo… - Dijo la pequeña señalándose.Era pequeña y ya hablaba, pero aun no usaba tantas palabras, así que el hecho de que ella se esforzara para contarle eso, le estrujo su corazón. Se dio cuenta que, para Paloma, el básicamente era su padre, era la única figura masculina que veía, ya que, en casa de Camila, ella prefería rentar solo a chicas. No tuvo corazón para corregirle, así que solo se limitó a decir:- Palomita, ayer el señor Barzinni
Valeria entró a la oficina de Marco, este ya se encontraba absorto en sus pendientes, el hombre que hace unas horas estaba profundamente dormido a lado de su hija, había desaparecido. Ahora su semblante era otro, estaba serio y estaba concentrado en su mundo de papeles.- Valeria ¿Cómo amaneció Paloma? – Dijo el hombre sin levantar la vista.- Hola Marco ¡Ella esta bien! Gracias por preguntar.- ¡Me agrada oír eso, dile que la amo! – Dijo el hombre finalmente levantando la mirada.Marco vio a la chica que tenía frente a él, su semblante no cambio en absoluto.- Valeria ¿Tienes los reportes de anoche?- Si, permíteme… - Dijo la chica mientras pensaba en lo ridícula que era, preocupándose por como la vería su jefe con esa falda. – “Ese hombre tiene cosas mas importantes que fijarse en un detalle tan diminuto como ese.” pensó.Marco sintió una punzada en el estomago al levantar la vista, la mujer que tenia frente a el era absolutamente hermosa, rogo internamente que vistiera así, más segu
Llegaron al bar y le indicaron la mesa que fue reservada por el asistente de aquel cliente, Marco pidió un wiski seco y Valeria una copa de vino, ella no estaba para pedir otro tipo de copas, debía mantenerse sobria y hoy era una buena oportunidad para aprender sobre ese mundo que no imaginaba llegaría a conocer.Hoy, Marco lucia radiante en ese traje color gris Oxford, esa camisa blanca y corbata a juego, llevaba unas mancuernillas y pisa corbata de plata, su clásico Rolex que siempre le acompañaba, esos lentes sin montura le daban un aire juvenil pero poderoso. Era inevitable que Valeria no le viera y sintiera cosquillitas en las manos y una ligera punzada en el estómago, pero se mantenía firme, su mente le regañaba “Deja de pensar en cosas Valeria, ya lo hemos hablado, entre tu y este señor, nunca debe pasar nada, ya no estas para andar buscando amores”.Después de un momento de silencio, llegaron por fin los tragos, de ahí la lengua de ambos se soltó.- Valeria, ¿Qué tienes planead
Marco llevaba en una mano el maletín con el contrato y en la otra la pequeña mano de Valeria. Ella tenia las mejillas sonrojadas mas de lo normal. Marco debía aceptar que también se encontraba un poco mareado por los tragos que había tomado, pero, aun así, tendría a que manejar para llevar a casa a Valeria, no seria capaz de mandarla en un taxi en su condición.Llegando a la habitación que había reservado Marco, Valeria sintió una extraña punzada en el estómago, por su mente paso que el lugar era muy sugerente, por lo que le dijo a Marco:- ¿Te parece si espero en el pasillo?- Valeria ¿Cómo crees que te voy a dejar fuera? Pasa, el dejarte afuera es lo mismo que haberte dejado en el bar, además creo que necesitas un café.La chica con pena o sin ella, entro a la habitación y tomó asiento en uno de los sillones que había en la salita de estar, Marco se dirigió a la recamara en búsqueda de la caja fuerte, luego salió y se dirigió a la zona de Coffe-bar, preparo dos cafés expresos y uno d
Marco tuvo que enviar un mensaje a Camila, avisándole que Valeria había tomado de más y estaba indispuesta para regresar a casa, obviamente no diría nada de lo que pasó, le prometió que mañana llegarían temprano por Paloma, ya que saldrían de paseo.Camila recibió el mensaje y agradeció todos sus ruegos, seguramente ya habían hecho lo suyo, ella no podía creer en esa excusa, así que era obvio lo que estaba sucediendo, sin más que decir, solo escribió:- ¡Ok, señor Barzinni! Pierda cuidado, Palomita ya está dormida hoy la acompañare.Él observaba a la chica que dormía plácidamente a su lado, se convencía de que lo que habían hecho no estaba mal, ambos lo deseaban solo que ninguno lo decía. Aquel caballero en ese momento tomó una decisión y esta sería que, no importa lo que tuviera que hacer, él estaría en la vida de esta mujer, lo que acababa de ocurrir no solo era cosa de una noche, él quería formar parte de su vida, así como lo hacía en la vida de Paloma.“Amigo… Perdóname, sé que ell
Federico se percató de que su amigo y jefe estaba sonriendo mientras iban por Paloma, quiso omitir esto, pero con Marco nunca se sabía, por lo que era mejor asegurarse a qué se debía esa sonrisa, bien podría estar pensando en su familia o bien podría estar pensando en cómo deshacerse de Pellegrini.- Veo que algo te causó gracia…. - Dijo Federico nervioso.- Hace un momento mencionaste cuando Valeria se enojó conmigo. He tratado de olvidar ese penoso incidente, pero hoy recordé perfectamente lo que pasó, ¿Tú lo recuerdas?- ¿Cómo no recordarlo? Estabas hecho un desastre y no pensabas con claridad. – Dijo Federico sintiendo un alivio, no era nada de qué preocuparse.Marco volteó a ver a su amigo y le regaló una fría mirada.- ¡Eso no es gracioso! Viví momentos de angustia esos días, por un momento creí que todo estaba acabado antes de comenzar…- Al final recobraste la razón y hablaste desde el corazón, ve ahora llevas 15 años de matrimonio.—- Ciudad de México—-El fin de semana en la
Desde el día que Valeria acepto a Marco, su vida comenzó a cambiar, este hombre dejo de salir tan tarde del trabajo, claro, a menos que de verdad fuera muy urgente, pero al menos en los 15 días que llevaban saliendo, eso no había sido necesario.Marco procuraba respetar el horario de oficina, principalmente porque su intención era pasar tiempo con Valeria. Ella debía reconocer que jamás había experimentado muchas de aquellas cosas, él era un caballero en toda la extensión de la palabra, le abría la puerta para subir y bajar del auto, la tomaba de la mano sin pena alguna al salir a caminar, siempre cuidando que ella fuera de lado de la pared, la invitaba a cenar, los primeros días se esforzó en seleccionar elegantes restaurantes, pero luego, Valeria le dijo que prefería algo más modesto, así que iban a cafés que ella misma seleccionaba.Él por su lado, disfrutaba de la compañía de Valeria, disfrutaba complacerla en sus pequeños caprichos, que básicamente eran postres y caminatas por el
Marco después de hablar con Olsen regreso a su oficina, quedo un tanto sorprendido al no ver el bolso de Valeria, por lo que la llamó, esta no contesto, asi que llamo a Federico.- Federico ¿Has visto a Valeria? No veo su bolso en la oficina… - Dijo sintiendo opresión en el pecho.Al preguntar a Federico esperaba que este le dijera que había salido por algo de la oficina, aunque sabía bien que algo podría estar cruzando por la cabeza de la chica, ella sabía que Olsen no era cualquier persona e intuía que habría problemas.- ¡Oh! Valeria me pidió permiso para retirarse, están un poco indispuesta, de hecho, ahora que lo pienso la vi pálida, así que no dude en dejarla ir.Marco no espero a que Federico le dijera algo más y salió corriendo, era claro lo que estaba sucediendo, no necesitaba ser adivino para entender que Valeria había malinterpretado todo aquello que él quiso evitar. Fue a su oficina por las llaves de su auto y salió con un destino un tanto incierto, mientras llegaba a su au