Buen día Espero les guste el capítulo de hoy.
Pietro salió de casa, sabía que el hecho de comenzar a tener recuerdos se debía a Celeste, tal vez el estar cerca de ella, le ayudaba. El hecho de que la chica no tuviera nada que ver con su pasado hacía que él se comportara de manera natural, de lo que aquel hombre no se percataba era que, estando con Celeste, aunque solo habían sido unas horas, su comportamiento fue como cuando era joven, si algo tenía aquel hombre, era el don para conquistar a una mujer. Hoy nuevamente, Celeste estaba en aquel salón donde exponían sus pinturas y las de varios pintores más, el hombre antes de llegar a la exposición, paso y compro algunas cosas, nuevamente consiguió un hermoso ramo de fresias. Al llegar a la galería, busco con la mirada a aquella mujer, realmente sentía la necesidad de verla, no solo por el hecho de recordar cosas, sino porque ella realmente le interesaba y su compañía le resultaba especialmente encantadora. Discretamente, se paseaba por los pasillos, observando las pinturas cuando
Pietro volteó a ver a aquella mujer que inundó sus pensamientos el día de hoy, esbozo una sonrisa y dijo: - ¿Sí? ¿Qué pasa Celeste? Ella con duda, respondió. - El organizador del evento me envió a buscarte, al parecer tiene algo que revisar contigo, pero no me dijo qué. Pietro, no te sientas obligado a comprar cosas si no te gustan. - ¡No te preocupes! Eso es algo que difícilmente hago, además no creo que aún haya cosas que comprar, Teodore básicamente ya compro casi todo lo que está en la galería. – Dijo Pietro tranquilamente mientras se acercaba y se paraba frente a ella. De pronto, el viento soplo y era frío, lo que hizo que la piel de Celeste se erizara, él se percató de ello y la atrajo hacia su pecho, ella solo sintió como sus mejillas se llenaron de calor, desde ayer que había conocido al hombre, este había tenido varios detalles, y eso no pasó desapercibido por la mujer. - Bien, pues veamos que necesita tu compañero. – Dijo Pietro agarrándole el mentón a la mujer. Ella s
El camino no fue ni más largo, ni más corto, llegaron al edificio donde vivía Celeste, nuevamente la acompaño hasta la puerta de su apartamento, ella lo miró y dijo: - ¿Quieres pasar? Pietro la miro, sonrió ligeramente y dijo: - ¿Me regalas un poco de café? Ella lo vio con una mirada curiosa, luego dijo: - ¿Te gusto? - Sí, he descubierto que así es como me gusta el café. - Adelante, pasa, toma asiento mientras lo preparo. – Dijo Celeste mientras sonreía. Nuevamente, el viejo Spike estaba ahí, en la sala, vio al hombre y se acercó para tallarse, Celeste, al ver la acción de su gato, dijo: - Spike acaba de reclamarte como suyo… ¡Ya no eres mío…! Esa frase se le salió sin pensar, para cuando se dio cuenta, aquel hombre la miraba con curiosidad. - Bu… Bueno, no es como lo quise decir, era de otra manera. Pietro sonrió ante el nerviosismo de la chica, la cual no tardo en salir con dos tazas de café, él pudo oler como la fragancia de aquel café invadía todo el apartamento y eso l
Horas más tarde de salir del apartamento de Celeste, el avión privado que llevaba a Pietro estaba aterrizando en el aeropuerto en los Alpes Suizos, el hombre manejaba hacia Appenzell, mientras lo hacía, decidió marcar al médico que estaba llevando el tratamiento de Alessia.- Dr. Stephannoni, necesito verlo, al parecer mi esposa está recuperando la movilidad. ¿Puede alcanzarme en casa?- Sr. Pellegrini, eso suena a excelentes noticias, ¡muchas felicidades! Estaré ahí en una hora.- ¡Gracias!Pietro solo había pasado a la mansión por una pequeña maleta con ropa, le había explicado a Teodore que saldría a cerrar un trato, encargo a Enzo con él y antes de salir paso por la habitación de Enzo, en ella había palomitas regadas, sus dos chicos estaban profundamente dormidos.- Es increíble que sean padre e hijo ¿Verdad? - Dijo Teodore viendo a los dos dormidos.- Si… ¡Increíble el tiempo que ha pasado! Aún recuerdo cuando conocí a Aldo, ahora es todo un hombre de negocios.- Lo trae en los ge
Pietro se levantó de aquella cama, dejando sola y congelada a Alessia, las imágenes vistas, hablaban por sí solas, de todas las personas que podrían haber cobrado venganza por sus acciones, había caído en las peores manos. Ese lado de Pietro, jamás lo hubiese imaginado, el hombre que ella creía conocer fue aquel jovencito de 16 años que era amigable y cálido, el cual tenía como único defecto fue haberla visto con Gabriele.Ella intentaba ver más allá de lo que tenía frente a él, pero no, el Pietro que ella conoció, ya no estaba ahí, este hombre era su verdugo, era su peor pesadilla, sabía que la tenía en sus malditas manos y no dudaría en recordárselo.- Señora Pellegrini, ¡Me da gusto verla despierta! Las últimas veces que he venido, había estado dormida, veamos qué es lo que sucede, voy a tocarla ¿De acuerdo? - Dijo el médico al comenzar a revisarla.Ella permaneció callada, quería saber si se recuperaría, aún mantenía la esperanza, si había podido mover los dedos y su muñeca, podría
--- Florencia, Italia (Poco más de 12 años atrás) ---Pietro estaba recostado en el diván de su estudio, cerraba los ojos e intentaba imaginar a la mujer de la fotografía, su sonrisa era hermosa, esos ojos color avellana, se preguntaba ¿Cómo estaría? ¿Qué sería de su hija? ¿Qué haría ahora que las volviera a ver? ¿Cómo podría explicarle que no estaba muerto? ¿Cómo podría explicar que no la recordaba?- ¿Pietro? - Se escuchó una voz fuera del estudio.- Si… Respondió el hombre abriendo aquellos ojos oscuros.- El avión aguarda, ya podemos irnos, ¿Estás listo? - Preguntó Teodore con un poco de duda.La puerta del estudio se abrió, Pietro salió caminando con apoyo de su bastón.- Estoy listo… Han sido muchos años sin ella, pero que es lo peor que puede pasar, solo es cuestión de hablar, explicarle lo que sucedió y lo que me sucede ahora.- Vamos… Estando en México ya veremos qué pasa. – Dijo Teodore al hombre que tenía frente a él.- Suena tan fácil, ¿Verdad?- ¡Es fácil!Pietro tan pront
Pietro estaba recostado en la habitación de invitados, seguía esperando a que el cansancio lo venciera e hiciera quedar dormido, mientras ello sucedía, recordó aquel primer doloroso recuerdo de su nueva vida. Guadalupe y Paloma jugando en el parque, su hija casi tenía 8 años, tenía mucha energía, subía, bajaba, se columpiaba, recordó cómo se sintió cuando supo que su mejor amigo se había casado con quien hubiera sido su esposa.A pesar de no tener recuerdos, el solo hecho de pensar en aquella penosa situación, le había dolido, pero no podía culparlos, ellos habían seguido con sus vidas, para ellos, en ese tiempo, él estaba muerto.Bien pudo un día tocar a la puerta y decir “Estoy vivo” Pero ¿Qué ganaría con ello? Tal vez recuperaría a su mujer e hija, pero seguramente el sentimiento que tenían antes de morir, al menos de Guadalupe, ya no sería el mismo y Paloma, ni se dijera, ella no tendría ningún recuerdo de él, para ella su padre era Marco, las cosas no hubieran resultado fáciles, n
Pietro regresó tan pronto como Elijah estuvo de vuelta en casa, el camino de regreso se le hizo eterno, ansiaba ver a su familia; pero, sobre todo, ver a Celeste, durante su estancia en Suiza, ella no se había comunicado con él. El hombre entendía que ella no había aceptado su propuesta, aun así, ansiaba verla, el hecho que ella no aceptara su propuesta le había agradado, eso mostraba que no era cualquier mujer, tenía su carácter a pesar de ser una mujer dulce. Al llegar a casa, con el primero que se encontró fue con su nieto, quien al ver su auto entrar por el portón, detuvo su juego con chéster y espero tranquilamente sentado en las escaleras para acceder a la casa. Una vez estacionado el auto frente a esta, el chofer fue a abrirle la puerta. — Señor Pellegrini, me hubiera avisado para ir a recogerlo. — No te preocupes David, me gusta conducir, por favor, prepara mi camioneta, voy a salir en breve. — ¡Si señor! — ¡ABUELO! ¡LLEGASTE! ¡LLEGASTE! – Dijo Enzo dando brinquitos