Valeria se levantó por la mañana, siguió la misma rutina que había estado llevando desde que llegaron, aunque existía personal para todas las tareas diarias, ella disfrutaba de preparar el desayuno a su esposo. Él por su lado estaba acostumbrado al delicioso sabor de su café de olla, así que para el desayuno prefería este, ya en la oficina tomaba algo más fuerte para pasar el día.

Marco adoraba verla cocinar, ella lo hacia con tanta delicadeza y esmero, que siempre por muy ocupado que estuviera, siempre destinaba un espacio en la mañana para probar sus deliciosos platillos. Eso mismo sucedía con la vida escolar de sus hijos, él siempre, no importaba que fuera, salvo algunas grandes excepciones, siempre estaba ahí para cualquier evento que sus hijos tuvieran, él había acompañado a Paloma durante su vida escolar, no importaba que fuera, Valeria sabia perfectamente que Marco era su padre en toda la extensión de la palabra, salvo los poco mas de dos años que se perdieron la pista, él había