Estimadas lectoras y lectores Espero se encuentren disfrutando de cada capítulo que voy subiendo.
Valeria se quedó largo rato sin moverse, sin decir algo, aun no podía creer la reacción de Massimo ante tal noticia, menos podía creer que la hubiera besado. Las manos y piernas de Valeria temblaban, con una mano temblorosa toco sus labios, aquellos que habían sido besados de una manera que solo él sabia hacer, por un momento se perdió en los recuerdos de aquello que nunca debió ser.Valeria se encontraba perdida en sus pensamientos, cuando de pronto fue abruptamente interrumpida por el director de mercadotécnica de la compañía, el chico apenas era un joven de veinte y tantos años.- Discúlpeme, no creí que mi reunión se prologara tanto, la verdad es que me tomo por sorpresa, ya tenía dispuestas unas horas, pera revisar su campaña, le agradezco su paciencia y su tiempo. – Dijo el joven viendo a la mujer con curiosidad.- ¡No, no se preocupe! Lamento mucho, pero debo retirarme, me ha surgido un inconveniente y debo salir, pero en la semana volvemos a concertar una cita. – Dijo Valeria r
Valeria se quedó parada frente a la tumba de Pietro, por largo rato, las flores que llevaba no pudo colocarlas al ver que recién habían colocado unas, era claro quien las había puesto, ella aun no podía creer lo que estaba sucediéndole, desde que nació Paloma había temido este día y ahora que Massimo sabia la verdad, ella sentía que esa pesada carga se aligeraba un poco, lo que era cierto era que no sabía cuánto más podría ocultar esa dolorosa verdad a Marco.- ¿Qué debo hacer Pietro? No sé cómo decirle a Marco la verdad… - Dijo Valeria mientras tenia puesta la mano en la placa.La mujer ahí tenia la cabeza hecha un lio, todas sus emociones estaban revueltas, ella hubiera preferido que Massimo reaccionara como se lo imaginaba, hubiera preferido que él le gritara, que la amenazara, hubiera preferido muchas de las reacciones que en su cabeza siempre se desarrollaron, pero el que él solo le pidiera estar cerca de ella, le dolía, ya que muy dentro de ese corazón, en algún momento sintió co
Luego de colgar con el guardaespaldas, Marco regreso a la mesa donde se encontraba Alessia y el cliente con el que cenaban, pasaron los minutos y este no se sentía cómodo en el lugar, sabía perfectamente lo difícil que le resultaba a su esposa visitar aquel lugar, estaba por levantarse cuando su móvil comenzó a vibrar y en el aparecieron fotos que uno de los guardaespaldas envió, el semblante de hombre se volvió frio.Rápidamente, Marco se levantó de la mesa disculpándose, debía marcharse, tenía un tema personal que atender y no podía continuar cenando con ellos.Rápidamente salió de aquel lugar, sin dar tiempo a Alessia de detenerle, ya en el auto marco al número del guardaespaldas.- ¿Qué demonios se supone que hace ese hombre ahí? – Dijo Marco en tono muy serio.- ¡No lo sé señor! Pero la señora se topo con él y me pido que no la siguiera, se que usted tiene muchas precauciones con esa familia, razón por la que le envié las fotografías. – Dijo la voz al otro lado de la línea.- ¡Muy
- Señor Pellegrini usted me va a meter en un problema muy serio con su padre, él pido que nos deshiciéramos de estas muestras. – Dijo el Dr. Riva con temor en la voz.- Mi padre no está aquí y si te pidió eso, algo está tratando de ocultar, así que voy a averiguar que… - Dijo Luciano Pellegrini con un tono de voz frio. – Repita las pruebas y quiero ver esos resultados.Era la mañana de lunes y Luciano iba camino a la oficina de su padre para decirle que entraría a laborar en la compañía, así como tanto quería, de repente, desde el pasillo lo vio pasar con demasiada prisa, eso era una situación anormal en Massimo, ya que él siempre prefería que las reuniones externas fueran por las tardes. El joven un tanto intrigado, decidió seguirlo, Massimo en ningún momento se percató de su presencia, este hombre se encontraba más concentrado en los resultados que acaba de recibir que en quien lo hubiese visto.En el primer lugar al que lo siguió, grande fue su sorpresa al verlo a lado de una hermos
Massimo después del largo día que había tenido, finalmente llegó a una casa que le era muy familiar, la casa olía a humedad, los muebles estaban cubiertos con sábanas, todo estaba a oscuras, camino al que por años fue su estudio, busco como encender la luz, sacó una cajetilla de cigarros, encendió uno y fue a buscar un poco de alcohol, afortunadamente para él, la casa permanecía tal cual el último día que paso ahí.Decidió abrir un poco el ventanal para que se oreara el ambiente, luego de ello, dejo caer su pesado cuerpo en esa silla que por años le había hecho compañía a él, a su padre y seguramente en algún momento a su abuela.- Caterina, ¡Estoy nuevamente en casa! – Dijo Massimo viendo fijamente hacia el ventanal abierto. - ¡Cuanta razón tenias sobre todo! Algún día me arrepentiría de todo, al final eras una vieja tan sabia, ahora veme, no queda nada del arrogante Massimo Pellegrini.Hay Caterina, si estas paredes pudieran hablar, si tuviera la oportunidad de regresar el tiempo, cu
Matteo después de que Massimo terminara la llamada, procedió a enviar los memorándums a todos los accionistas de la compañía. Esto sorprendió a propios y extraños, ya que hacia mucho tiempo que no se mandaba a traer a todos, Leonardo a pesar de su avanzada edad, vio el memorándum y supo que lago debía haber sucedido, ya que Massimo no enviaría algo así, solo para charlar, sin dudar solicito que fueran a recogerlo a Portugal, lugar donde estaba viviendo actualmente.Marco por otro lado, admiraba el cuerpo desnudo de su esposa, cuando fue abruptamente interrumpido por una llamada, alcanzo su teléfono y vio el contacto, por lo que no dudo en contestar.- Matteo ¿Qué sucede? Ya es muy tarde para llamarme, debe ser algo realmente importante viniendo de ti la llamada. – Dijo Marco un tanto intrigado.- Señor Barzinni, mi jefe pido que enviara un memorándum convocando a todos los accionistas del Conglomerado Pellegrini, adicionalmente, me pido que le solicitara llevara a la señora Barzinni y
Luciano días atrás había conversado con Leonardo, este le había solicitado permiso para posponer por un tiempo sus estudios, traía todas las intenciones de formar parte del Conglomerado Pellegrini, era hora de que el próximo CEO se fuera empapando de los pormenores de la compañía. La llegada de Barzinni, le preocupaba, no solo por el futuro de sus hermanos, si no también que, dentro de él había planes ocultos, esos planes tenían relación con alguien que desde tiempo atrás venia tejiendo el futuro de la compañía, si él se postulaba como nuevo candidato, sería un duro golpe para Massimo, pero eso no le importaba en lo absoluto a Luciano.En base a esa idea, el memorándum que recién acababa de recibir, le sorprendió un poco, “¿Por qué su padre requería que los “Accionistas” se reunieran? Si era bien sabido que el único extraño ahí, era Marco Barzinni. Aquel joven desconocía por completo la historia de la compañía o al menos, no le habían tomado la importancia debida a ese “pequeño detalle
Cuando Luciano hablo con Leonardo eran las 3:00am, luego de 3 horas finalmente, aquel hombre anciano había llegado a Lazio, su andar era pausado, su metro con noventa ya no era tan imponente como antes, aún conservaba el bello rostro que la naturaleza le dio, pero ya contaba con varias arrugas, si lo se miraba fijamente, bien podría encontrar rasgos muy parecidos a Pietro.- ¡Padre! Permíteme ayudarte, y ano debes cargar cosas pesadas. – Dijo Luciano amablemente.- ¡Hay hijo! Tu viejo aún sigue siendo fuerte, estos años aun no acaban conmigo, ¡Hierba mala nunca muere! – Dijo Leonardo sonriendo alegremente.Cualquiera que viera a ese par, pensarían que era una adorable escena entre abuelo y nieto, quien no los conociera lo suficiente le causaría ternura.- Luciano hijo, aprovechando que estoy en el país, quiero ir a visitar a tu abuela y luego a Pietro, desayunemos cerca y vamos a verla, al final la reunión de Massimo será hasta la tarde. – Dijo Leonardo caminando hacia fuera del aeropu