Hola queridas lectoras y lectores Estoy trabajando para subirles más capítulos, espérenlos...
¿Sabes dónde está?Marco despertó luego de una larga noche, aunque durmió no había descansado del todo, sus problemas de ansiedad habían regresado con solo una discusión, él necesitaba de Valeria para estar tranquilo, no podía ser que por un arranque de celos perdiera a la mujer de su vida. Él se disponía a ir a Gaeta cuando su teléfono sonó, al ver quién lo llamaba su rostro cansado cambió drásticamente y se volvió frío y serio.- Massimo, ¿Qué demonios quieres?- Paloma… ¿Sabes dónde está?- Massimo ¿Acaso no fui claro contigo? ¡Aléjate de mi hija…!- Barzinni, ella también es mi hija, ella me llamó y quería verme, yo no me voy a negar si ella me busca. Pero ese no es el tema Barzinni, yo la vine a ver, pero no la encuentro, su auto está abierto y encendido, dime que tiene guardaespaldas… - Dijo Massimo lleno de preocupación.- ¡Si tiene! ¿Dónde estás? Voy inmediatamente para haya… - Dijo Marco sintiendo como un nudo se le formaba en la garganta.- ¡Estoy en la universidad! Estoy en
Massimo llego antes que Marco al cementerio, no espero a que llegara más personal, entro y se dirigió al lugar indicado, llevaba el alma en un hilo, no sabía quién le había hablado, aunque su voz le resultaba familiar, Paloma estaba con ese misterioso personaje, no podía dejarla sola ni un minuto más.Cuando iba llegando al lugar donde descansaban los restos de Pietro, se sorprendió al ver una silueta conocida, “¡Era Pietro! ¡No había muerto!” fue lo primero que pensó al ver la silueta parada frente a la placa, el hombre ahí parado, arreglaba meticulosamente flores que le estaba colocando, no pudo mas con la duda y dijo:- ¿Pietro…? ¿Eres tú?El hombre parado frente a la placa volteo junto con Paloma, ahí fue donde ella dio con quien era la persona a la que le recordaba. Ella recientemente haba obtenido una fotografía de quien toda su vida pensó, era su padre, volteo a verle, pero inmediatamente salió corriendo al encuentro con Massimo.- ¡Massimo! - Paloma grito y corrió a los brazos
Massimo solo vio como Marco se llevó a Paloma, por un momento sintió un poco de nostalgia, su hija se encontraba muy asustada, al grado de alegrarse al verlo y abrazarlo, aunque debí entender que Marco era legalmente y por años su verdadero padre y no debía forzar las cosas. Luego de analizar eso, volteo a ver a aquel joven que observaba a la pareja que se alejaba y dijo:- Y bien, ¿Qué quieres saber de tu padre?- No sé nada, salvo lo que me ha contado mi madre, por lo que necesito saber cómo era él. – Dijo el joven con los ojos llenos de interés.Massimo sonrió, el jamás tuvo la oportunidad de platicar con su hermano cuando tenía esa edad y ahora este chico, no estaba dispuesto de dejarlo ir, no al menos sin antes saber quién era su padre.- Hoy fue una mañana un tanto ajetreada, ¿Te parece si vamos a tomar algo? – Dijo Massimo fingiendo no estar emocionado.- ¡Claro! Solo permíteme, debo hacer una llamada.- ¡Esta bien!- ¿Vamos en su auto o en el mío? – Dijo Aldo marcando a Nacho.
Marco iba sentado en la parte trasera de la camioneta, Paloma le acompañaba, ella después de lo que había sucedido, finalmente al sentirse cobijada por su padre, se quedó profundamente dormida.- Mi niña, no sé qué haya ocurrido, pero voy a averiguarlo y créeme, Leonardo y Luciano se arrepentirán de haberte tocado un pelo. He sido muy complaciente con esta familia, pero ellos se metieron contigo, ahora les voy a dar donde más les duele.- ¿Qué quieres que hagamos con ese par?- Congela sus cuentas, estoy seguro de que tan pronto lo hagas, estos dos buitres saldrán del hoyo donde se escondieron. – Dijo Marco con sus ojos llenos de ira y un tono de voz que no dejaba lugar a duda de que les haría sentir el infierno.- Luciano me ha sorprendido, creí que con lo que le hiciste en Nueva York, temería meterse contigo. – Dijo Federico tranquilamente.- ¡Lo hacía! Pero estoy seguro de que su ahora padre, le ha lavado el cerebro, ese maldito escuincle apenas esta aprendiendo a caminar, pero ya s
Valeria desconocía todo lo que había ocurrido durante este día, ella solo se levantó de aquella cama que la acompaño durante sus primeros 9 meses en Gaeta, Aurora y ella escogieron dormir ahí, Valeria no quiso utilizar el dormitorio principal, ya que no se sentía lista para mover algo de lo que ahí estaba, ni siquiera había querido mirar dentro. La casa se había mantenido limpia, Marco pagaba para que así estuviera y las cosas estaban tal cual la habían dejado, por lo que ella no quería ver lo que en algun momento fue la habitación que compartió con Pietro.- Valeria, oye amiga, debo ir a casa, voy a ver a mis criaturas, ellos son una bala y mi esposo es su rehén, así que antes de que mi casa termine en un reverendo caos, prefiero ir a checar que todo esté en orden, pero cualquier cosa que necesites, por favor, avísame.Ya no desaparezcas, te extrañe durante años, por favor, cuando las cosas se arreglen entre tú y tu marido quiero que me visites y me presentes a tu familia, que por lo
Massimo sentía que el USB que le había entrañado su sobrino le quemaba las manos, era una extraña sensación, él había notado como el semblante de Aldo cambio cuando este le entregó la memoria, no entendía la razón, pero era importante que viera su contenido. Massimo condujo hasta lo que era su nuevo hogar, era impresionante la eficiencia con la que aún seguía trabajando Matteo, la casa ya estaba iluminada y hasta portero había, al entrar a la mansión, no olía a polvo y viejo, todo relucía y comenzaba a sentirse el calor de su hogar, aunque solo, este de ahora en adelante sería su hogar, aunque en realidad no era muy diferente a cuando era joven, ya que su única compañía era Emma, su ama de llaves. El hombre caminaba hacia su estudio, cuando una voz femenina, se escuchó por el pasillo. - Papá ¿Eres tu? - Dijo Laura con duda. - ¿Laura mi vida que haces aquí? - Me preocupaste, ayer tampoco llegaste a casa y preferí buscarte. - Dijo Laura con sus ojos expectantes. - Mi niña, lamento
Alessia abrió los ojos, le dolía todo el cuerpo, se sentía confundida, la habitación tenía un extraño olor a limpio, una mezcla de desinfectante y medicamentos la rodeaban, sus ojos se movían de un lado a otro intentando ver mas haya de lo que enfocaban, pero por mas que lo intentaba, lo único que pudo lograr fue comenzar a ver borroso, quiso hablar pero nadie la escucho, de pronto con toda la fuerza que tenía intento gritar para llamar la atención, pero nada, no pudo escuchar nada, de pronto ella pudo escuchar como alguien entraba a la habitación, “Por fin alguien viene, ahora mismo sabrán quien soy” pensó.- ¿Es la paciente Alessia Amato? – Se escucho una voz masculina.- ¡Sí señor! ¿Por qué la pregunta? – Se escucho una voz de mujer.- El señor Pietrovich nos la a encargado mucho, debemos cuidar muy bien de ella, pero…- ¿Cuál es el, pero…?- Necesito que redactes que la paciente murió en UCI. – Dijo el hombre soltando un ligero suspiro.- Déjeme entender… ¿Quiere que la declaremos
Luego de todo un espectáculo, aquellos a los que les fue encomendada la tarea de cuidar a la que fuera la esposa del mayor de los nietos de Caterina Pellegrini, movieron a la paciente a una habitación mas privada, todo ello a la espera de poder trasladarla a un lugar fuera del hospital y fuera del radar de sus personas cercanas. No hubo tiempo de avisarle a los pequeños hijos, finalmente el esposo habia decidido cremar a su mujer, aun que no estaba presente, el solo hecho de que un Pellegrini había pagado la cuenta de hospital y la cremación, hacia evidente quien estaba detrás de ello.Esa noche fue realmente larga, no solo para aquellos que llevaban a cabo diligentemente la tarea encomendada, para los padres de Alessia, pero sobre todo para Massimo, quien con cada línea que leía su corazón se desquebrajaba, su cuerpo se llenaba de ira, de dolor y de decepción de sí mismo.Todos los informes que aparecían en la información que le había entregado Aldo, apuntaban indirectamente a Alessia