Massimo pudo convencer a Aldo de llevarlo a ver lo que quedaba de Alessia, al menos ya había pasado una semana desde que toda la verdad salió a la luz, ni Massimo, ni Marco se habían aparecido por el Complejo, nuevamente Matteo Ricci estaba al frente. Marco y Valeria le estaban dedicando un poco de tiempo a su relación en pareja, habían sido unos días estresantes, tantas verdades al descubierto, habían resultado en duros golpes que la recién llegada familia Barzinni.

Massimo iba en compañía de Aldo, la noticia de la muerte de Alessia aún no se difundía, los padres de esta ya habían hablado con Massimo, él estaba renuente, no podía aprobar dar a conocer ello, no sin antes entender el estado de su mujer. El claramente reconocía que ella se merecía eso y más por todo el daño causado a los Pellegrini y a Guadalupe Priego.

- ¿Esta aquí? – Pregunto Massimo con duda.

- Tío ¿Dónde esperabas que estuviera? - Respondio aldo con ironia.

- ¡No lo sé! - Dijo Massimo con duda.

- No creas que soy un