Abigail MillerEntro en el despacho de Vadim para saber cómo ha seguido, anoche no logró conciliar el sueño y me ha tenido preocupada, no es para menos que no pueda dormir.—¿Mucho trabajo? — me siento sobre su rezago.—Sí, estoy tratando de sacar lo que tengo acumulado, entre el trabajo y los problemas, voy a terminar loco — alboroto su cabello.—Hoy estás… sexy — sonríe.—¿Tú dices? Me siento todo lo contrario a sexy.—Es rato verte trabajar en pijamas — se comienza a reír.—Ah, bueno, había bajado, era por una información y terminé quedándome.—¿Por qué mejor no subes a cambiarte? Y así desayunamos en el jardín.—Déjame culminar aquí, serán unos minutos.—¿Minutos? — suspira agotado.—Sí.—Vale, te veo en el jardín — le doy un beso y salgo de su despacho, no conforme, sé que ese minuto se extenderá por unas horas, Vadim ha acumulado trabajo en estos días y desde la empresa lo deben estar presionando.Voy a la cocina por su desayuno, pretendo llevárselo a su despacho y así trabaje m
Vadim Ivanov Abro la puerta de mi casa cuando de repente me doy cuenta que afuera se estaciona un vehículo, dos agentes de la policía bajan y caminan en mi dirección. Librarme de ellos será imposible hasta que se encuentren evidencias que limpien mi nombre. Cierro la puerta en cuanto salgo, lo menos que quiero en estos momentos es que Abi mire que la policía se encuentra aquí en busca de mi persona. —Señor Ivanov, necesitamos que por favor nos acompañe a la comisaria — genial, justo hoy que pretendía incorporarme al trabajo, ellos aparecen para llevarme a la comisaria. —¿Para qué? — indago, no iré con ellos hasta saber. —Necesitamos hacerle más preguntas, señor Ivanov. —¿Más? ¿Hasta cuando será esto? —Hasta que aclaremos su inocencia. —Bien, los seguiré — se cruzan en mi camino. —No, señor, nosotros mismo lo llevaremos — tengo un mal presentimiento. —¿Y eso por qué? —Por favor, suba al auto — me señalan la patrulla, alzo mi mano y en eso Ezra y Finn aparecen a mi lado. —Iré
Abigail MillerAun continuo aquí en espera de que me dejen mirar a Vadim, pero el detective que lo arrestó quiere hacerme unas preguntas antes, me he negado cantidades de veces y él insiste en que hable, y que si es así, me dejará mirar a Vadim. No soporto la corrupción que hay en este lugar, muchos de aquí desprenden un aura traicionera del cual debemos cuidarnos, tengo la seguridad que espera, un paso falso en mí que acuse a Vadim, y no les voy a dar nada.—Tome asiento, señorita, procuremos que el interrogatorio sea rápido — mi abogado aparece justo a tiempo.—Lamento el retraso, Abi, pero… tuve inconvenientes en el camino muy raros — están haciendo todo lo posible para molestarnos — Quisiera saber cuál es la razón de que mi cliente se encuentre aquí — entiendo ahora por qué Vadim tenía sus dudas acerca de ese detective.—Dos personas han presentado denuncias en contra del señor Galani, y ayer llegó otra denuncia en contra de él, afirman que él abusaba verbalmente de ella, incluso
Abigail MillerCamino por el pasillo que da hacia la oficina de Boris, su secretaria intenta detenerme al yo no tener cita ni mucho menos preguntar por él, le doy un empujón y entro en su oficina cerrando la puerta detrás de mí con una fuerza que emite el sonido suficiente para captar su atención.—Retira la denuncia en contra de Vadim, por favor — se levanta de su asiento mirándome con desconcierto.—¿Qué? ¿Te has vuelto loca? Intento ayudarte a librarte de ese infeliz…—¡No quiero tu ayuda, quiero que retires la denuncia! — grito muy histérica, me encuentro desesperada por hacer que él sea libre.—¿Por qué lo defiendes?—Porque nos vamos a casar y estoy esperando un hijo de él, Boris, lo amo con mi vida, siempre lo he amado en silencio, nos hemos dado una oportunidad de estar juntos, pero Abe y tú se están ocupando de que no sea posible — me mira decepcionado.—Me da… tanta rabia escuchar de tus labios que estás enamorada del hombre que te causó llanto y dolor ¡¿Qué tienes en la cab
Abigail MillerSueno el timbre en espera de que alguien me abra, y con las esperanzas de que esa mujer se encuentre para atenderme. Me hallo en un estado de desesperación que haría lo que fuera para que libren a Vadim de la prisión.Una mujer abre la puerta, aquella me permitió pasar, saben quién soy, en la entrada del portón habían anunciado mi llegada y fue el motivo por el cual me permitieron el paso.Un hombre mayor es el que hace presencia en la amplia sala, aquel de mirada imponente me pide tomar asiento para charla y me ofrece algo de beber, lo cual me niego a todos, he venido aquí por una sola persona y es lo único que me interesa.—Busco a Rebeca Smith — el señor me mira curioso.—Soy su padre, Logan Smith, y me gustaría saber, que quiere con mi hija — debe saber que busco y quien soy.—Ella mintió en su interrogatorio, vengo a pedirle que diga la verdad, o un hombre inocente será acusado de algo en lo cual no tuvo que ver — el señor tensa su mandíbula.—Mi hija sería incapaz
Vadim Ivanov Miro hacia la reja, esperanzado de que alguien entre por ese pasillo y me diga que todo ha sido aclarado y que ya pronto seré libre nuevamente como tanto añoro. En estos momentos, tengo el corazón partido en miles de pedazos porque no me gustó en lo absoluto, el cómo Abi se marchó esta mañana de este horrendo lugar, estaba destrozada y preocupada por mí, teme que no podamos lograrlo y me quede encerrado por lo que queda de mi vida, pensar en eso me causa escalofríos, no podría tolerar tanto encierro, menos la idea de saber que ella y mi hijo estarán sin mí. —Señor Ivanov, es su día de suerte — aparece el mismo detective que me encerró. —¿A qué se refiere? ¿Entendió que no soy culpable de nada? ¿Su mentira se ha caído? — pregunto de manera sarcástica. —Aparecieron evidencias a favor de usted, y la señorita Rebeca… testificó que había mentido, nos mostró evidencia de aquella noche — ¿Así tan fácil? ¿No me estará mintiendo? No sé qué ha sucedido, ni mucho menos que pudo
Abigail Miller Vomito en el suelo, asqueada por lo que Abe me acaba de hacer, tiemblo y lloro porque después de todo, lo hizo, el muy bastardo abusó de mí a su antojo. Me arrastro por el suelo en busca de mi ropa para cubrir mi cuerpo desnudo, él se encuentra a una distancia de mí tomando un vaso de whisky y mirándome fijamente, casi sin parpadear. Cuando casi estoy por llegar a mi ropa, él la coge en sus manos y la tira a otro lado lejos de mí, cierro mis ojos porque sé lo que planea hacer nuevamente, miro a distancia el rastreador que Vadim me dio, Abe me lo quitó y lo tiró contra la pared, gracias a dios no se ha dado cuenta de lo que es, espero aún continúe funcionando y puedan encontrarme antes de que sea peor, aunque ya con lo que me ha hecho, no volveré a ser la misma. —Ha sido… muy satisfactorio sentir tu piel junto a la mía, mi hermosa Abi — todo en mí tiembla de pánico — Lamento que esto haya tenido que ser por las malas, pero tú no me diste opciones, si hubieras accedido
EZRA — ¿Por cuánto tiempo estuvo el rastreador marcando en el mismo lugar? — pregunta Vadim —Por unos 10 minutos, salieron de la casa de Rebeca, rodaron por una hora, se estancaron en esa dirección por minutos y desaparecieron—Le comento —Debieron seguirlo — dice mientras mira a la carretera, ansioso. —Era la intención, pero no sé, la casa se minó de policías, nos interrogaron y no nos podíamos mover, intentamos más de una vez lograr salir de allí para perseguirlo, pero esos malditos insistían en detenernos. —Ya estamos cerca, los demás se encuentran allá esperándonos — Finn nos comenta al volante a punto de llegar al sitio. —Roguemos que sea allí donde se encuentre, porque de no ser así no sé qué será de mi vida, habremos perdido su rastro y eso… sería muy horrible—Vadim comenta preocupado. —Hemos llegado — se estaciona, allí se encuentra la otra camioneta en espera de nosotros, mis compañeros Chris, Axel, Riley y Brendan se encuentran armados y ya listos para entrar en acción.