Amador García también llegaba al hospital, presuroso, nervioso y desesperado se dirige a sala de emergencia, donde pide información sobre su hijo. Uno de los médicos encargados habla con él de la manera más sincera posible.
—¿Cómo está mi hijo, doctor?—Señor García, debo ser completamente honesto con usted —Le dice — El estado de su hijo es crítico, sufrió múltiples fracturas y un infarto antes de llegar aquí. En estos momentos está en sala de operaciones. No quiero darle falsas esperanzas, en su estado sería un milagro si sobrevive a la intervención y si lo hace, tendremos que esperar su evolución las primeras 24 horas. Solo queda encomendarse a Dios; porque nosotros aremos todo lo que esté en nuestras manos.—Entiendo, doctor.—Le recomiendo que vaya a sala deRECUERDONataliaMulderYurica, era una dama de compañía, una hermosa mujer de cabellos claros y ojos verdes que flechó el corazón del joven ingeniero Amador García.Cuando la conoció sabía quién era, a lo que se dedicaba y no le importó abrirle de par en par las puertas de su corazón, porque para él, ella era perfecta. Lo que hizo o hacía, no tenía peso alguno, porque la pureza de su alma lo enamoró, se entregó en cuerpo y alma a un amor infinito que nunca creyó vivir, la amó como nunca pensó a amar a una mujer, Natalia, complementaba su vida de la manera más fresca y era muy feliz a su lado.Sin embargo, para sus padres ella tendría siempre las puertas cerradas. Una dama de compañía como ella, una trabajadora social o prostituta como ella, jamás sería bienvenida a la
Lima-Perú Después del primer día de haber llegado a Lima, Antonio dejó el disfraz del granMariusen el hotel y ha venido siendo el mismo las últimas semanas, se ha sentido extraño, pero aliviado de no ser asechado por los curiosos. Ha tenido largas pláticas con Fernanda y su grupo de amigas vía online y también se ha tomado el tiempo de hablar a solas con ella, con sus abuelos y aunque no sabe con exactitud las razones para este secreto, está muy seguro, de que Daniela aun ama a Leonardo. Y le ha trasmitido ese amor a su hija, que lo ama sin conocerlo.Durante los últimos días ha hecho lo necesario para traer de vuelta. A la hora de las visitas Fernanda le ha permitido quedarse a solas para iniciar sus cesiones, aunque aún no despertado, ha hecho grandes avances. Dando todo de sí y de alguna manera debilitando su es
Fernanda se veía muy triste, observaba desde la puerta a los médicos examinar a su madre y dejaba correr sus lágrimas estrujando el corazón de Antonio.—¿Crees que puedas hacer algo para que me recuerde algúndía?—Lo intentaré —Dice con firmeza sabiendo que estaba prometiendo un imposible.—¿Sabes? Antes de que mamá despertara te vi hablando solo, con el teléfono en las manos, mirando hacia la pared ¿Hablabas con ella?—Sí. Desde ayer tuve la sensación de que estaba cerca, pero no podía verla y hoy al fin pasó. Estabadesorienatday asustada, pues creía que nunca podría dejar a Leonardo.—Hasta hace unos meses alguien me hablaba de esto, terminaría riéndome en su cara. Esto suena a historia muy fantasiosa, tanirreal, que sin embargo existen.&mdas
“Hola, Leonardo, soy Antonio… Bueno el GranMarius… eh, no quiero ser impertinente, pero te he llamado un par de veces y me gustaría que me devuelvas la llamada. Te tengo grandes noticias respecto a Daniela, tal como te lo prometí, hice mis investigaciones y ¿Qué crees? Estoy listo para darte un largo informe. Llámame en cuanto oigas este mensaje.”Antonio estaba emocionado por darle la noticia, pero tendría que esperar, entre tanto le marca a su primo Richard para presumirle un poco de su hallazgo. Además, tenía varios días que no se comunicaba con él. Su emoción empieza a bajar cuando no le contesta.—¿Y a hora que? Ese idiota también ha estado ignorando mis llamadas ¿Cómo se atreve? Primero me busca por cielo mar y tierra y ahora me hace la ley de hielo. Espero que ese par no estén bebiendo juntos.
Segundos después aparecen sus padres junto a Fernanda quetraíasu almuerzo. Antes de recibirlo, su telefono le advierte de unallamaday entonces se acuerda de Richard, corta lallamadapara recibir letáperdescartabley se despide para comer afuera.—Habíaolvidado que tengo que hacer una llamada, ¡por favor!, disculpenme.—Ve sin problemas, amigo —dice Steven.Vuelvea mirar el teléfono y a esperar que vuelva a llamar, se aleja por el pasillo hasta la cafetería aspirando elrico aromade ese pequeñotáper. Se acerca aunamesa libre y esta por sentarse cuando el timbre de unallamadaéntrantelos sobresalta; era Richard.—¿Al fin tienes tiempo libre para escuchar a tu primo y unido familiar cercano en el mundo? —Bromea Antonio.&mdas
Si no lo estuviese viviendo, lo que dijese un día el charlatán deMariusseguiría siendo una gran locura para Leonardo.“Cuando entras en coma, el alma puede estar lejos de su cuerpo y seguir con vida. Cuando duermes el alma puede desprenderse y verte dormir. Los casos son variados y no todos corren con la suerte de aparecer en los lugares que su conciencia los lleva.”—Lo que no entiendo es porque yo sigo atrapado en esta habitación, sin poder dejar mi cuerpo y Dani llego a mí. ¿Será por lo que yo no la pensé durante el choque? ¡Joder! Solo pensé enAmber… no porque la amara, sino por mi desesperación de estar atrapado con ella y morir sin poder tomar ese vuelo y… creo que eso ahora no tiene importancia.Atado a su habitación Leonardo sigue torturándose con las preguntas sin respuestas, ha visto a su padre
Después de su milagroso regreso de la muerte, Leonardo permaneció dormido por una semana. Y todo lo que vivió hasta antes de abrir los ojos, le pareció ser como un sueño magnífico, como lo diría Dani o una vivencia paranormal como le aclararía Antonio. Quien desde que llego del avión paso al hospital e hizo sus rezos y alabanzas para contactarse con él.—Lo has visto por alguna parte —lo interroga Richard.—no, porque su espíritu ya está en su cuerpo, él solo duerme.—¿Estás seguro?—Muy seguro. Leonardo vivirá.—Pero ¿crees que pueda volver a caminar?, está bien molido.—Tardará meses y quizás años para que este al cien por ciento, pero con esfuerzo y dedicación volverá hacer el mismo.—Espero que no solo lo digas porque suena bonito.
A la mañana siguiente, Antonio lo visita para hablarle de Daniela, de su hallazgo de devolverlela vida y la magnífica aventura que vivió en Perú.—hice algunas sesiones y cuando me sentí listo me comuniqué con ella. No podía verlo concalidad, peropercibíael aroma del mar…—Entonces fuiste tú el que la obligó a irse de mi lado, aquella mañana —Le dice Leonardo—Lo siento. No tenía idea de donde se encontraba, yo…—se pone nervioso.—Solo bromeo. —sonríe —tenías que hacerlo.—Si, me sentí en la obligación de hacer lo imposible, no solo porque se lohabíaprometido,tambiénpor Fernanda, hablé algunosdíascon ella y el solo verla memotivaba. Esa niña tiene una chispa de&aac