Amador García deja el despacho de su hijo para atender sus negocios. Al llegar a su oficina recuerda la mirada de su Leonardo al decirle que siempre se ha entromedito en sus relaciones, culpándolo de sus fracasos e infelicidad, pro que su hijo era infeliz y no podía negarlo. Pero lo que él ignoraba era que él como padre solo buscaba la manera de decirle que volviese por Daniela sin romper un juramento.
Se sienta tras su escritorio y recuerda ese ayer, cuando prometió no decirle nada a Leonardo de ese encuentro casual en Perú. Se perdió en sus pensamientos mientras bebía un vaso de Whisky, cuando un llamado a su puerta lo interrumpe. Los negocios no podían esperar y ahora el necesitaba de su viejo colega Evans, padre de Daniela.Para su buena suerte el viejo Evans, seguía mantenieEN LIMAFernanda y su abuela salen de casa rumbo al hospital. La muchacha va muy animada a pesar de llevar por dentro su corazón roto, intenta ser muy fuerte y seguir siendo para su abuelita el sol que alegra sus mañanas.—¿Puedo manejar esta vez?—Por supuesto cariño —Le responde sonriendo la vieja —Solo cuando tengasdieciocho.—No es justo, ya todos en la escuela tienen licencia de conducir y yo aún no —Se molesta.—¿Por qué te apresuras en crecer?, deja que el tiempo vaya a tu ritmo, ya llegara el momento de que me lleves al supermercado y al médico en tu propio auto.La chica sonríe y luego muestra su rostro melancólico.—Mamá pensaba regalarme el auto para mi cumpleaños número dieciocho. Se lo pedí tanto todos estos años, pensé qu
Barcelona- días despuésDejando todo aclarado en Lima, Amador regresa a España y lo primero que hace es visitar aAmber. Pues va a contarle la verdad a Leonardo sobre ella para que de una vez por todas termine de alejarse de su vida.Al bajar del avión me dirige al hospital. Cuando llega sube hasta su oficina, no hace falta que se presente como su suegro, porque ya todos lo conocen, así que puede entrar y esperarla en su privado, mientras ella termina de atender a un paciente.Pasan algunos minutos antes de verla entrar muy concentrada en los papeles que trae en las manos. Solo cundo le habla levanta la vista y marcar el asombro en su rostro.— ¿Qué hace aquí? —expresa completamente molesta, no le es fácil disimular lo mucho que le desagrada.—Dejemos las formalidades, querida. —Se ac
Cinco años atrásDesde que Natalia, la esposa de Amador García lo dejó repentinamente, la vida no volvió a ser la misma para él, tenía un bebé de pocos meses de nacido en mis brazos y no sabía qué hacer. Sin pensarlo dos veces tomó su equipaje y volvió a Perú con sus padres. Sabía que no sería sencillo esperar que aceptaran cuidar del bebé y menos su madre, una mujer de principios y de carácter fuerte que vivía apegada a las normas morales de la sociedad. Lo más difícil llegó cuando tuvo que escuchar la verdadera historia de la madre de Leonardo y el por quéde su ausencia, fue la primera en decir que lo diera en adopción.Para una familia adinerada como la suya no sería imposible desaparecer los rastros de su hijo. Pero a pesar de todos los obstáculos y negativas de sus padres, l
Actualidad Tras la llamada que le hizo aAmber, Leonardo le marca al número de su padre con insistencia, pero este no le contesta de inmediato, pues también estaba intentando comunicarse con él.—¿Dónde estás? —le pregunta su hijo.—Voy camino a tu oficina, necesitamos hablar —le responde, eso le hizo recordar a lo que le dijera la doctora. No le había mentido.—Ve a mi departamento, estoy yendo para allá.—Está bien.Cuelga la llamada y se prepara para dejar su oficina, cuando ingresa Amanda con unos documentos.—Estoy de salida, por favor todo lo que sea de importancia dáselo a Cristián, está bien. —sale dejándole un pequeño beso en los labios —Te llamo luego.Sin perder tiempo se marcha.—Te quedas a cargo, regreso mañana —Le dice a Cristián sin darleoportunidadde contestar, pues se aleja como de rayo,Sin poder quitarse de la cabeza lo que le dijeraAmbersube a
Daniela escuchó a Leonardo por varias horas, sabía que necesitaba desahogarse. Después de que lo acompañase a cenar intento decirlo lo del GranMariusy alegrar su día gris con la noticia de la posibilidad de que estuviese viva, pero no quería darle falsas esperanzas, cuando él regresara al país se lo confirmaría. Por lo pronto le bastaba con verlo sonreír y ver una película con ella hasta que se quedó dormido.Cuando el primer rayo de sol acaricia su rostro por la mañana, Leonardo se sintió muy animado por caminar por la playa, no sabía por qué, pero el día se veía más que perfecto para sorprender a Dani con uno de los lugares más hermosos de Barcelona.—Dani ¿estásaquí? —la llama, muy animado.“Buenos días, chico lindo, ya veo que amaneciste mucho mejor&rdqu
Corta lallamadasin dejar de llorar, su corazón se hadeshechoy no puede moverse sin sentir que el mundo se derrumba a sus pies.Minutos después, Amanda aparece en un taxi, baja muy muy angustiada, camina un tramo y reconoce el auto de su amado, camina a prisa y lo ve sentado en la arena. Corre hasta él. Cuando esta a su lado,éllevanta la vista llorosa y se abraza a sus piernas, llorando como un niño.—Ayúdame, noséque hacer, Daniela se fue, se fue para siempre.Amanda nosabíaque decir, conocía su historia fantástica con aquel fantasma, durantedíasescuchó sus aventuras con ella yaunquesiempre locreyóparte de un sueño por el recuerdo de su ex, ahora nosabíasi era real. Su jefe lloraba como si en verdad hubiese existido y su perdida lo des
A la mañana siguienteComo todos los últimos díasAmberse dirige a su oficina para sacar unas carpetas y llevarlas a oficina de su colega y amiga Dulce Maria, una robusta mujer de color muy alegre. Quien al verla entrar le pregunta por su gran amor.—Buen día, preciosa, desde hace unos días estoy con una duda y quisiera preguntarte algo.—Te escucho, Dulce— respondeAmber.—¿Qué pasó con Leonardo? Hay un gran rumor de que terminaron ¿Es verdad?—Bueno —Se sienta frente a su escritorio — Podría decirse que si, aunque talvezhaya una pronta reconciliación, por el momento nos hemos dado un espacio.—Creí que ese hombre te volvía loca en la cama.—Y lo hace, Es tan insaciable y eso me fascina, pero es un
Poco después de todo ese alboroto,Amberse ve obligada a salir de su oficina, ya estaba calmada, maquillada y con ganas de matar a quien intentara joder su día.Las horas siguen pasando y parece que nadie le ha dado más importancia a esa intensa pelea de la mañana. Pero no era así, la doctora Palacios, la mujer que más la detesta es la más feliz por saber de esadesastrosarelación. Era un secreto a voces, que nunca tuvo las pruebas suficientes para restregárselo en la cara.Y ese día era perfecto para empezar a atacarla y doblegar ese carácter fiero de la indomable doctoraAmber.—Buenas noches, doctoraAmber¿Cómo estuvo su día? —Le pregunta con una sonrisa hipócrita en sus labios.—Bien, ¡excelente! Diría yo. —Responde con molestia, el que le estuviese habland