Cogí el transporte público con muchos nervios, porque, aunque había ido a hacer la práctica con Leo igual sentía que era algo totalmente nuevo para descubrir ¿qué tal no me aceptaran? ¿qué tal no se me quedara en la cabeza lo que me enseñaran? ¿qué tal me cayera de la pasarela o peor se me dañara algún vestido? ¿Qué tal la gente no me quisiera por mi pasado familiar? pensaba tantas cosas, pero ya había firmado así que no había vuelta atrás, tenía que intentarlo. 

Llegue a la agencia donde me presente ante la recepcionista observando que era un lugar esplendido, sus paredes eran de color blanco con manchas de diferentes colores, el suelo era de cerámica blanco brillante como si acabaran de hacerle aseo, tenía a sus alrededor varias estructuras y cuadros de arte, el más destacado era de la se&n