Llegamos a Colombia nuevamente, sentí un respiro porque no tenía más motivos para volver a mi país, aunque agradecida por todo lo vivido allí, porque era un país excepcional donde había aprendido tantas cosas, iba a extrañar mucho mis tacos mexicanos definitivamente. Nos bajamos del avión, agradecimos a Angela y nos dirigimos hacia nuestro hogar en compañía de Santiago. Steph decidió quedarse con Angela, iban a hacer planes de chicas para conocerse, no estaba incluida era porque sabían que necesitaba un tiempo a solas con mi familia y les agradecía que entendieran.
Santiago decidió prepararnos chocolate caliente con almojábana, mientras mi nona y yo nos encontrábamos sentadas en la sala, recordando todo lo que había pasado en estos años. Me dispuse a llenarme de motivación porque tenía una carrera que terminar y
Nos dirigimos nuevamente hacia el vehículo que nos iba a llevar donde era un Bugatti La Voiture Noire color negro, donde sentía que no podía tener uno de esos ni con veinte años de trabajo. Realmente se notaba que era una familia adinerada, aunque su hija era una leve pizca más sencilla que sus padres donde se notó que eran refinados y con clase. Decidimos ir hacia el centro comercial Santafé, donde dimos vueltas mientras buscábamos un sitio para comer entrando a “creeps & wafles” mientras teníamos que hacer una fila de más de veinte personas, literal tuvimos que esperar una hora de pie para ser atendidos. ¿no era más fácil ir a mis carnes o un sitio menos lleno? igual íbamos era a comer, ya fuera una cosa u otra.Nos reservaron una mesa para cuatro personas, donde Steph quedó al frente de Angela, Santiago a su lado derecho y por mi part
Entre a la casa, coloqué la canasta en el suelo y decidí alzar en mis brazos a la pequeña, sentí mucha ternura y nervios por primera vez juntos; ya que no sabía en qué momento la cogía mal y tal vez se caía. Paro de llorar, cuando la coloque en mi regazo mientras me sentaba en el sofá, en ese momento apareció mi nona donde abrió los ojos y mandó sus manos hacia su boca cuando nos vio a las dos.— Pequeña Eli, ¿de dónde te robaste esa niña? — Susurro mi nona mientras me culpaba de algo que no había hecho ¡lo juro!— Estaba afuera tirada en esa canasta, estaba llorando — Confesé mientras la miraba a los ojos — No pude dejarla sola allí, sentí la necesidad de cuidarla.— ¿Qué tal su madre la está buscando? — Preg
Han pasado cuatro años desde aquel suceso. En este momento tengo 24 años, encontrándome en un salón amplio, rodeado de gente mientras la directora nos está haciendo subir uno por uno para recibir nuestro diploma de recién graduado de comunicación social, no saben la alegría que sentía en este momento. A mi lado, se encontraba Steph con la misma felicidad por otro lado Santiago no había logrado graduarse con nosotros, debido a que tuvo algunos inconvenientes con unas materias por líos de falda y también con problemas que ha tenido en su relación con Angela, no sabía dónde iban a parar estos dos realmente.— Señorita Elizabeth Brown, por favor subir a recibir su diploma — Mencionó el profesor, sacándome de mis pensamientos donde me coloqué de pie con mi toga negra que cubría todo el vestido que hab&iacu
Al siguiente día, fue la misma rutina solo que esta vez me coloque un vestido con vuelo negro con franjas blancas, blazer blanco y tacones recogiéndome el cabello. Para llevar a mi pequeña a su primer día de jardín, donde le coloque un pantalón rosado, camisa morada y tenis negros. Desayunamos, nos dirigimos hacia mi auto donde la coloque en el asiento trasero mientras le colocaba el cinturón de seguridad, mi nona iba adelante conmigo porque no se quería perder tan magnífico momento. Duramos media hora de camino, hasta llegar al jardín llamado “gimnasio pedagógico hadas y duendes” siendo bilingüe y uno de los más reconocidos de la ciudad. Al bajar del carro, sentí una opresión en el pecho debido a que iba a dejar a la luz de mis ojos al cuidado de extraños, ella se encontraba feliz brindándonos una sonrisa, mientras nos abrazaba a ambas. Le coloque su maleta y le di su mochila para las onces en la mano, la bendice y le pedí el favor que se portara juiciosa donde asintió y se despidi
Cuando llegué, me sorprendí al ver que mi compañera iba a ser Angela con quien nos abrazamos con cariño, a pesar de lo de Santiago las heridas habían sanado, deseaba que su relación algún día pudiera estar mejor porque seguían los padres, los estatus sociales en medio de ellos ¿creen que ellos tendrían un final feliz o por el contrario la codicia, la sociedad y el dinero acabaría con ese amor? ojalá fuera la primera, decía en mi interior. Nos colocamos nuestros biquinis donde el de ella era de color fucsia de dos piezas con encaje y en mi caso era enterizo pero descotado en la espalda y una tela pequeña única las dos piezas de color morado con una flor siendo de la marca de Johanna Ortiz. Aprendí a usar este tipo de ropa, aprendí a comprar y distinguir la ropa de marca debido a mi trabajo, aunque igual no dejaba la humildad de lado. Cada una poso donde debíamos hacer diferentes caras y acciones individual y grupalmente. Por ejemplo, en una de la
Realmente fue una gran película, pero especialmente por la compañía. Volteaba a verlo cada vez que podía, además me recosté sobre su hombro donde sentí una sensación extraña no sabía cómo explicarlo, pero era como si hubiera conocido al amor de mi vida ¿tal vez me estaba ilusionando muy rápido? terminó la película con las palomitas, el perro caliente y la gaseosa donde salimos, riéndonos y compartiendo escenas de la película. Enseguida, fuimos a un museo siendo una actividad extraña para mí, porque no me habían interesado esas cosas, pero si era algo de interés de él, iba a intentarlo tal vez me gustara.Fuimos al Museo Nacional de Colombia, donde realmente me sorprendí de las reliquias que existían en aquel lugar; además hubo una pared que me encanto donde estaba pintado un paisaje donde s
Sentí como mi corazón se acelera solo con escuchar su voz ¿era en serio? no podía dejar que mis sentimientos florecieran porque literal iba a ser mi jefe. Salí de mis pensamientos, cuando lo vi entrar y mirarme fijamente después de una sonrisa de oreja a oreja. No sabía cómo reaccionar, ni qué decirle porque había quedado plasmada hasta que el chasqueo sus dedos riéndose de mí y haciéndome volver al mundo real ¿qué te estaba pasando Elizabeth? ¡no podías quedar como una boba! no al menos, en frente de él.— ¿Cómo te ha ido en tu primer día de trabajo? — Pregunto con interés, sentándose en unas de las sillas al lado de la mesa.— Bastante pesado, pero ya casi acabo — Confesé brindando una sonrisa, mientras mi corazón seguía latiendo fuerteme
— No puedo creerlo, es un caballero — Susurro mi nona con sorpresa después de contarle todo lo sucedido, mientras eso sucedió tomamos chocolate caliente con queso porque se habían pasado literal dos horas siendo media noche.— Si, pero es mi jefe. Me enseñaste que es malo mezclar lo personal con lo laboral — Confesé mirándola a los ojos, tenía miedo.— A veces toca, tal vez esta vez sí es tu verdadero amor — Aconsejo dándome apoyo para seguir adelante, donde la abracé con fuerza y nos dirigimos cada una a nuestra habitación, para descansar con mi pequeña Mari.Al siguiente día, decidí colocarme un pantalón formal color gris con su chaqueta respectiva, una blusa blanca y unos tacones pequeños dónde dejé a Mari en el jardín, encontrándome