Había llegado el gran día, era hora de ver a mis tres padres contraer matrimonio, sonaba raro, pero evidentemente era así. Mi padre Hades al lado de Ariana formando su vida, a pesar de no poder tener hermanitos esperábamos que fueran felices juntos al lado de Juan Mario quien no cabía de la dicha al saber que tendría otra madre. También, el matrimonio de mi madre Elizabeth con mi padre Orlando, ya me acostumbraba poco a poco a su cambio de nombre, entendiendo que era la misma persona que siempre me iba a cuidar, proteger y aconsejar en lo que llevará de vida, porque ahora era un hombre diferente y si algún chico llegaba a lastimarme podía usar sus mañas de mafioso para que aprendieran a no meterse conmigo, aunque sonaba agresivo al mismo tiempo me daba paz mental porque no quería volver a sufrir como cuando nos separaron de todos. — ¿Las dos novias se encuentran listas? — Pregunte a ambas, quienes se miraban al espejo —, Para cada una, tengo un detalle — Manifesté con una sonrisa, en
Habían pasado diez años aproximadamente desde aquel momento, tenía 22 ahorita mirándome en el espejo viendo como había crecido la pequeña Marina para ser una mujer madura, hermosa e inteligente. Me repetía mentalmente siempre, las palabras que me enseñó mi padre Orlando; al lado de mi madre Elizabeth quien siempre estaba pendiente de Steph y de Mario para que fueran unas grandes personas, con proyecciones a futuro como nosotros. Angie, ya era madre por haberse enamorado de un idiota, pero adoraba a ese imbécil porque resulto siendo Juan Mario, mi hermanastro ¿irónico? si lo creo, pero era adecuado; ya que ellos no compartían sangre realmente. — Seré la madrina de ese bebe, ¿entendido? — Dije volteando a ver su barriguita de ocho meses —, Todavía no puedo creer como te dejaste embarazar de ese idiota — Exclame señalándolo, quien solo rodo los ojos mientras se acomodaba la corbata. — Igual que mi padre se dejó enredar de Ariana y ahora no tienen uno, si no dos hijos — Dijo encogiendo
Quiero agradecerles a todos y todas por acompañarme hasta el final de la SEGUNDA entrega de nuestra trilogía "tentaciones peligrosas". A partir de aquí, iniciaremos con nuestra tercera parte para saber ¿Que sucederá con Marina y aquel desconocido? ¿Lograra Angie vivir su romance con Juan Mario sin ningún inconveniente? ¿Elizabeth y Orlando seguirán juntos al igual que Hades y Ariana? sabremos de ellos, pero la historia se centrará principalmente en la pequeña Marina donde se titulará Prohibido enamorarse del Ceo #3 tentaciones peligrosas. Publicada aquí mismo. SINOPSIS: Marina Brown ha crecido, siendo una de las mujeres más bellas de la ciudad. Adrián Broting, es un empresario reconocido que ha sacado adelante el proyecto familiar; un día existe un encuentro casual entre ellos creyendo nunca más volver a verse. Sin embargo, el destino les juega una mala pasada cuando Adrián contrata a Marina como su secretaria personal; sin poder despedirla sin una justificación válida. ¿Qué suceder
Regresamos a Colombia, con una sonrisa de oreja a oreja recordando cada segundo, caricia y beso con aquel desconocido que había logrado quitarme mi virginidad. Estaba feliz, porque fue con un hombre apuesto, interesante y que supo tratarme con ternura a pesar de que no nos conocíamos siendo una experiencia inolvidable mi primera vez. Sentía a mi madre más tranquila, igual a Angie así que solo nos quedaba seguir viviendo nuestro día a día; en dos días tenía una entrevista para ser la secretaria de un poderoso empresario donde solo sabía que su apellido era Broting, siendo una gran familia destacable con las que hacía negocios mi tía Steph en su bufete de abogados. — Acompáñame Mari, tengo el último control — Manifestó Angie, dándome emoción —, Gracias por todo, ya te ganaste el rol de madrina — Susurro sin que nadie más escuchara, me dio risa. — Vamos, porque esta pequeña está rebotando mucho — Dije tocando su barriguita, esperando que saliera todo bien en el parto —, ¿No ha habido
Me encontraba en mi habitación relajado, con la compañía de una bella dama de quien a duras penas sabia su nombre solo para que durmiera a mi lado después de tener una noche de sexo salvaje. Era delicioso, pero no podía olvidar aquella noche de copas en otro país con una virgen, cambiando todo mi esquema sexual solo para que tuviera una buena experiencia y amara el sexo tanto como yo, aunque sabía que no volvería a verla nunca más porque las casualidades no existían dos veces en la misma vida.— Hijo colócate de pie, debemos irnos — Anunció mi padre, quien me permitía traerlas mientras fuera solo una noche —, Tenemos que entrevistar a tus candidatas para tu próxima secretaria — Afirmó, ocasionando que rodara los ojos mientras me colocaba de pie, para abrir la ventana haciendo que mi compañía abriera los ojos y viera mi adorable cuerpo desnudo.— Vístete y vete, se acabó la noche — Mencione con seriedad, tirándole sus prendas de ropa —, Cuando salga del baño, no quiero verte aquí — Sen
Sentí que todo mi mundo se me caía encima cuando el mismo hombre que me había quitado la virginidad ahora era mi jefe directo; en estos momentos prefería que fuera el señor viejito así no tendría que aguantar la pena, más cuando hablé con Adrián para manifestarle la renuncia a mi puesto, podría conseguir algo más pero no me lo permitió siendo más profesional. Aterrice en la vida real, donde no es igual a tus prácticas al darme cuenta del trabajo acumulado que tenía pasándome de mi hora de salida, pero no quería dejar nada pendiente así tuviera que dormir solo por hoy en la misma oficina. Sin embargo, Diosito no quiso dejando a mi jefe hasta tarde para darse cuenta de mi presencia y hacer que me dirigiera a mi casa.Todo estaba bien, hasta que me obligó a montarme en su vehículo donde nos encontrábamos en ese momento camino a mi casa, ahora sabía dónde vivía. Miraba hacia la ventana en todo momento, no era capaz de voltear a verlo porque seguía pensando que era una pesadilla, pero tris
No pude soportarlo, tenerla tan cerca y no poder tocarla cuando quisiera después de ya haberla hecho mía, especialmente al ser el primero que era un privilegio que pocos hombres teníamos. La bese en el vehículo la primera vez que la lleve a la casa y quise hacerlo nuevamente cuando la lleve al hospital. Sin embargo, me controle porque no quería ahuyentarla y terminará abandonando el trabajo por exceso de confianza de su jefe. La vi entrar, hermosa en el uniforme dándome cuenta como le quedaba de bien, recordando nuestra noche de pasión en medio de tragos y con la promesa de no volver a vernos, que irónico porque la misma vida se había encargado de unirnos nuevamente solo que en una situación diferente. — ¿Qué deseas? — Pregunte apenas conteste la llamada —, Ya voy a nuestra cena, no te preocupes — Respondí antes de colgar, rodee los ojos empezando a conducir hacia el restaurante más costoso de la ciudad, Al llegar, di mi nombre para que me dieran ingreso hacia la mesa que se encontra
Esperábamos y esperábamos, sintiéndonos ansiosos hasta que el doctor saliera diciendo que había nacido mi pequeña sobrina; tenía mucha ansiedad, pero especialmente preocupación por Angie; ya que Juan Mario no pudo acompañarla adentro porque sufría de ansiedad, termino haciéndolo mi madre Elizabeth, siendo un amor de persona como siempre. Salió el doctor por fin dándonos la gran noticia de su nacimiento estando sana, ambas y logrando que Juan Mario entrara a conocer a su próxima progenitora; sintiéndome orgullosa de ambos de como habían salido adelante, no solo eso si no que habían logrado superar todo lo que tuvimos que vivir en la niñez, especialmente Angie quien sufrió de abuso sexual.— ¿Para cuándo mi nieto? — Intervino Hades haciéndome reír por sus ocurrencias —, Debes ser la segunda, porque Juan Mario ya me lo cumplió — Dijo guiñando el ojo mientras sacaba la lengua. — Está demorado, es más probable que te den nietos tus otros hijos — Afirme encogiendo los hombros, Ariana me mi