Esta oficina estaba llena de mercancía empacada, además no solo eso sino también había tráfico de armas; lavado de dinero y un cuadro grande en la mitad donde había una foto de dos personas; entre esos estaba Álvaro. El otro individuo, era una mujer de cabello mono hasta la cintura, sus ojos color celeste transmitiendo ternura con su sonrisa pequeña perfecta, su tez blanca como un copo de nieve y sus pecas en las mejillas; definitivamente tenía que ser su ex prometida. Sentí un leve dolor en el corazón, como celos a pesar de saber que ella ya se encontraba muerta, porque igual seguía siendo el pilar para él. Saque el celular con precaución, iniciando a tomar fotos a todo hasta al cuadro además busque en el escritorio documentos donde comprobé el lavado de dinero a través de una compañía famosa de transporte aéreo; no podía creerlo c&oacut
— Debemos pensar todo con calma, no es tomar una decisión a la ligera — Intentando calmar el ambiente tensionante que se había formado —, Debes entender que no puedes abandonar el negocio en cualquier momento, tendría consecuencias como la muerte.— ¿Entonces prefieres que sigamos en esto? — Pregunto con seriedad, prefería que se fuera, pero antes de pensar en él debía pensar en mí y en el bienestar de los míos.— Prefiero que pensemos todo con cabeza fría ¿vale? — Manifesté con una sonrisa donde asintió, para abrazarme enseguida de un beso suave.Habían pasado los dos días, la policía iba a lograr que saliera de allí sin que Álvaro colocara resistencia; así que aprovecharon a Leo para este proceso. Mi amigo y manager habló con Álvaro
Hades ingresó con seguridad a la finca del mafioso esperando poder cogerlo para que pagara sus buenos años de cárcel después de todo. Llegaron hasta la puerta principal con una señal de las manos tumbaron esa puerta para ingresar con pistolas apuntando hacia todo lado. Mando a unos hacia el segundo piso mientras otros cuestionan el primero, por su lado salió de la finca hacia las caballerizas pero no encontraba rastro de Álvaro de vez en cuando mataban un franco tirador o empleado de Álvaro en medio de la balacera, pero se notaba que se encontraban menos de los comunes ¡Álvaro había escapado! tenía rabia internamente, no podía suceder a no ser que Elizabeth lo hubiera advertido ¿sería capaz de dañar una misión de meses? no lo creía posible, debía haber otra solución definitivamente. ,Siguieron inspeccionando hasta el ú
Estábamos ansiosos en la casa esperando la llegada de Hades con buenas noticias; aunque para mí no serían tan buenas porque no quería verlo detrás de unas rejas a la final se había convertido en alguien importante para mí. Me encontraba en la cocina con mi nona preparando un arroz con pollo cuando sentimos que abrieron la puerta y Juan Mario estaba gritando, había llegado.Decidí salir de la cocina para verlo con su traje de agente del FBI que lo hacía ver bastante guapo, realmente estaba más churro de lo que recordaba y con su hermosa sonrisa la cual me había enamorado desde el primer instante. Me acerque lentamente sintiendo su mirada sobre la cama para abrazarlo con delicadeza, sintiendo su calor aunque realmente no sucedió si no al contrario solo transmitió frío desde su cuerpo, ¿Qué había sucedido entre nosotros?— ¿Cómo estás? ¿Qué sucedió? — Pregunté con intriga mientras soltamos el abrazo.— Logró escapar ¿Estás
Tenía mucho mal genio por su actitud arrogante y posesiva; así que llegó la noche y decidí irme a dormir con mi pequeña Mari dejándolo solo en la habitación principal. La niña estaba feliz de estar en mis brazos, ignorando el desastre que se estaba formando por fuera de nosotras dos. Me dormí en sus brazos, amaneciendo el otro día con uno de sus pies en mi cara mientras dormía al revés; causando risa porque hace mucho no dormíamos de esta forma donde no fue una noche, si no varias que dormimos así porque Hades no quería dejar su actitud arrogante. Me levanté uno de esos días para darme un refrescante baño, colocando mi ropa interior amarilla acompañada de un jean azul oscuro, una blusa blanca y unos tenis del mismo color recogiéndome el cabello, para darle un suave beso en la frente a mi pequeña aprovechando que era sábado; podía dormir sin problema. Baje a desayunar un jugo de naranja rápido para coger mi bolso e irme de la casa; aprovechando que la mayoría s
Me fui detrás de él soltando a mi pequeña hija de mis brazos; mandándola con la nona. Medio cerró la puerta, pero logré pararla a tiempo para poder entrar y esta vez cerrarla con seguro. Vi cómo se sentó en su asiento abriendo la laptop sin dirigirme ni una sola mirada ni palabra, así que suspiré para sentarme en frente de él debíamos buscar la forma de solucionar las circunstancias.— Debía ir, fue muy necesario para mí — Manifesté con sinceridad, intentando mirarlo, pero seguía evitando mi mirada.— ¿Poniéndonos en peligros a todos? ¿estás feliz? — Resoplo siguiendo en lo que estaba haciendo, al menos me hablaba.— Tu nos pones en peligro a todos desde que sales hasta que llegas, porque supuestamente eres mi hermano si es que no se dio cuenta que eres
POV’S ALVARO No podía creer lo que me había dicho mi infiltrado en la policía; sentía como mi corazón se destruye lentamente con cada una de sus palabras. La mujer por la cual había decidido abandonar mis miedos, creer en su palabra y en su sinceridad me había traicionado de la forma más vil posible. Aunque me doliera, debía pagar sus errores solo que no era capaz de hacerlo directamente con ella, así que mande a averiguar por su familia. Cuando llegó el informe me sorprendió más de lo que estaba, resultaba que la pequeña niña que trajo a la casa no era su sobrina si no su hija recogiéndola en la calle, tal como hicieron conmigo. Monstro compasión hacia mí de forma falsa, porque sabía cómo manipular esas emociones. No solo eso, si no que el supuesto hermano realmente era su prometido y un oficial del FBI quien tenía un pequeño hijo y vivían con la nona, la única con la que me había dado un dato real. Sentí frustración, i
Escuché su voz nuevamente, sintiendo como mi alma se devolvía. Mi niña estaba con él, me tranquilizaba saber que estaba con alguien conocido, pero a la vez me daba pánico lo que pudiera suceder; ya que sabía que iba a buscar la forma de vengarse de mí.— No le hagas daño, es un angelito — Susurre con lágrimas en mis ojos, tenía una mezcla de emociones —, Haré lo que quieras, pero con ella no.— ¿Por qué no? a la final jugaste conmigo, podría hacerlo con ella — Manifestó desde la otra línea, sintiendo como mi corazón se rompía con sus palabras.— ¡Es una niña! ¡Por Dios! — Exclamé alzando la voz sin importarme si despertaba a los demás, porque ella es mi prioridad —, Déjala suelta y yo voy a tu lado.<
Esperamos un rato más mientras Hades me consentía en su hombro, sabía que le estaba costando a pesar de los sentimientos que tenía en ese momento. Sin embargo, le agradezco por estar disponible para mi incondicionalmente. Las seis de la tarde exactamente del 12 de septiembre nunca iba a poder olvidarlo, me dieron la terrible noticia que mi nona había tenido un preinfarto y seguido un infarto culminando con su vida, sabía que ella había vivido más de lo esperado desde que iniciaron sus infartos mucho más antes de que Mari llegará a nuestra vida, casi cinco años atrás pero nunca pensé que a la final se me la fueran a llevar.— Lo sentimos mucho, falleció la señora — Manifestaba el doctor mirándome seriamente, preocupado igual que Hades al ver que no estaba reaccionando — Enfermera, venga por favor.— Mi amor c