Escuché su voz nuevamente, sintiendo como mi alma se devolvía. Mi niña estaba con él, me tranquilizaba saber que estaba con alguien conocido, pero a la vez me daba pánico lo que pudiera suceder; ya que sabía que iba a buscar la forma de vengarse de mí.
— No le hagas daño, es un angelito — Susurre con lágrimas en mis ojos, tenía una mezcla de emociones —, Haré lo que quieras, pero con ella no.
— ¿Por qué no? a la final jugaste conmigo, podría hacerlo con ella — Manifestó desde la otra línea, sintiendo como mi corazón se rompía con sus palabras.
— ¡Es una niña! ¡Por Dios! — Exclamé alzando la voz sin importarme si despertaba a los demás, porque ella es mi prioridad —, Déjala suelta y yo voy a tu lado.
<Esperamos un rato más mientras Hades me consentía en su hombro, sabía que le estaba costando a pesar de los sentimientos que tenía en ese momento. Sin embargo, le agradezco por estar disponible para mi incondicionalmente. Las seis de la tarde exactamente del 12 de septiembre nunca iba a poder olvidarlo, me dieron la terrible noticia que mi nona había tenido un preinfarto y seguido un infarto culminando con su vida, sabía que ella había vivido más de lo esperado desde que iniciaron sus infartos mucho más antes de que Mari llegará a nuestra vida, casi cinco años atrás pero nunca pensé que a la final se me la fueran a llevar.— Lo sentimos mucho, falleció la señora — Manifestaba el doctor mirándome seriamente, preocupado igual que Hades al ver que no estaba reaccionando — Enfermera, venga por favor.— Mi amor c
Al siguiente día me dirigí hacia la agencia de modelaje para hablar con Leo, guardaba la esperanza que él supiera dónde se encontraba escondido Álvaro al seguir trabajando con él. Sin embargo, no fue posible debido a que hace un buen tiempo no contrataba a las modelos causando frustración dentro de mí; me ofrecieron trabajo, pero comente mi estado por lo cual no podría realizarlo, me felicitaron por el nuevo integrante pensando que era de Hades lo cual no lo desmentir, porque no quería dar explicaciones.Me dirigí hacia la casa, con el corazón destrozado sin saber que hacer realmente con mi vida. Me llego un mensaje de texto al celular sorprendiéndome <<quiero verte, por el bien de Mari no puede saberlo tu prometido ni nadie>> sintiendo como mi corazón se acelera lentamente, mirando hacia un lado y hacia el otro antes de contestar <<está bie
— ¿Qué estás diciendo? — Pregunto alejándose de mí, creo que había entrado en pánico —, No puedes estar esperando un hijo mío.— ¿Por qué? sé que tengo un prometido, pero con él no había estado todo este tiempo solo contigo y tienes la certeza porque estuve en tu casa — Asegure sentándome en el sofá cama mientras sentía su reacción, dolería que me rechazara.— No puedes hacerlo, porque con un hijo mío dentro tuyo no podré cumplir mi venganza — Sentenció rompiendo mi corazón, a la final si quería matarme.— ¿Entonces me querías matar? — Susurre en forma de pregunta, mientras sentía mi voz entrecortada sin recibir una respuesta objetiva de él —, No hay problema, solo espera que
— ¿De qué estás hablando? no me ilusiones en vano — Manifesté con mis ojos rojos, no quería mentiras —, No sabes dónde está mi pequeña Mari.— Nos han llegado unas pistas además tenemos un infiltrado con su socio —, Respondió Hades mirando a un lado y a otro —, Vamos a casa y allá te explico mejor.Decidí aceptar su mano para montarnos en el vehículo con Juan Mario directo a nuestra casa, sentía vacío mi corazón con lo que estaba sucediendo. Acostamos al pequeño en su recamara sin que se despertara, para bajar a la sala a hablar del caso de mi pequeña ¿sería verdad que sabe dónde están? ¿Álvaro iría a la cárcel? muchas preguntas, pocas respuestas y todo me daba vueltas realmente.— ¿Cómo
Narrador omnisciente:Al siguiente día, Hades se levantó en los brazos de su amada Elizabeth sintiendo que estaba alcanzando el cielo, aunque le costara sabía que podría intentar una vida con ella y su hijo. Al final, ninguno de los niños que criaban era hijo de los dos; así que podría intentarlo. Vio cómo se movía abriendo sus ojos, brindándole una bella sonrisa seguida de un beso mañanero.— ¿Cómo está la mujer más hermosa del mundo? — Susurro mirándola fijamente, quería plasmar su imagen en su cabeza.— ¿Estás bien? últimamente me tratas mal y hoy estas muy dulce — Manifestó Elizabeth con burla ganándose un puchero de Hades —, Pero me encuentro bien, gracias por preguntar.— No sé qu&eac
Narrador omnisciente:— Álvaro entréguese, la niña no tiene por qué estar en medio de una guerra — Grito Hades en el megáfono, llegando al corazón de Álvaro quien sabía que tenía razón.— Lucero vete con la niña y con la nona en este momento — Ordenó volteando a verlas, conectando su mirada con la de Mari quien tenía demasiado miedo —, Créeme estarás bien y estarás en brazos de mamá.— Cuídate, por favor — Susurro la pequeña Mari llegando al corazón de Álvaro, quien salió de su impresión al sentir nuevamente un impacto de bala a la ventana principal.Álvaro y Claudio se dignaron a disparar desde adentro, con ayuda de unos guardias mientras los demás disparaban desde afue
Me sentía bastante nerviosa en casa caminando de un lado a otro mientras Juan Mario jugaba con sus carros; no sabía que había sucedido en el operativo en contra de Álvaro donde temía por su vida, igual que por la de Hades, pero especialmente por la de mi pequeña niña Mari. Me sentaba, me colocaba de pie, daba vueltas y todo hasta que escuché el timbre de la casa, fui corriendo hacia la puerta y cuando abrió me encontré con la imagen del comandante de la policía.— Señorita ¿cómo se encuentra? — Pregunto colocando su gorro sobre su pecho —, ¿podemos pasar?— Bien, gracias y claro que sí — Respondí brindando una sonrisa, abriendo la puerta para dar el paso mientras se dirigían cerca de la sala —, ¿Que ha sucedido? ¿Dónde está Hades?&md
Amanecí en brazos de mi pequeño Juan Mario, me había acostumbrado a dormir a su lado todos los días haciéndonos compañía. Me levanté, dirigiéndome al baño para darme una ducha refrescante para colocarme enseguida mi ropa interior blanca de encaje con una falda de vuelo negra, un crop top blanco y unos tacones negros. Enseguida, levanté al terremoto para alistarse para su jardín mientras preparaba al mismo tiempo chocolate con huevos pericos, es decir, con cebolla y tomate. Desayunamos y nos dirigimos hacia el jardín, con la ilusión de pronto poder traerlos a ambos.Después de eso, me dirigí hacia la agencia de modelaje compartiendo con Leo y Ángela quien se encontraba recuperando su figura después del embarazo. No les había contado de mí estado todavía, porque sentía que eran varias noticias al mismo tiem