Solo somos tú y yoAsí es como el mundo entero está llenoDe flores blancas Haciendo que nuestro momento sea aúnMás espacialHabían pasado una semana desde que había todo empezaba a tener un nuevo camino, se sentía a gusto con su nuevo trabajo, aunque sin duda extrañaba las rutinas por las mañanas junto a señor Damián, tras largos cinco años siendo su asistente se había acostumbrado a cierta rutina ahora que volvía los nervios no podían dejar hacer que sus manos temblaran; pero sabía que de partes de algunas no les agradaría. Pero había trabajado duro para demostrar que podía obtener ese puesto. —Buenos días —dijo saludando a todos los que ya se encontraban en el lugar. —Buenos días, hermosura te extrañábamos oír aquí —mencionó Gary recibiendo la con un gran abrazo. —Me alegro de estar ya de vuelta, ¿Dónde me sentare? —pregunto al ver que la estructura del lugar había cambiado todo. —Trabajarás conmigo como subjefa del departamento—dijo lo suficientemente alto para que todos esc
Se había levantado super temprano mucho antes que la alarma sonará, había pasado la noche en vela pensando donde le diría para encontrarse el fin de semana, era jueves se le acababan los días. Había sido una semana muy estresada y muy desigual para muchos trabajando hasta tarde y mantenerse despierta con muchas cantidades de café, pero a pesar de todo aquello estaba contenta de volver al área que más le gustaba. Y sin duda agradecía lo independiente que podía ser su pequeño hijo. —Gary ¿algún café tranquilo que conozcas para ir el fin de semana? —le preguntó apenas llegó el trabajo había buscado en varios sitios, pero sin duda muchos compañeros frecuentaban esos cafés. —¿Pará pasar el tiempo? —preguntó deteniéndose un momento de lo que hacía para observarla—. Te enviaré mi lista, te aseguro que te divertirás. —Gracias, me has salvado. ¿Por qué no comenzamos la reunión ahora? Ambos se levantaron y llamaron al equipo el lunes se presentarían ambos proyectos tenían que cerrar todo ti
—Aunque primero iremos a un lugar, necesito un favor tuyo, vamos a ver a un viejo amigo que pronto abrirá una discográfica; el lugar está en buen estado solo falta la decoración interior y te he recomendado. Eso será fuera del horario laboral y obviamente te pagarán por ello, además, tenemos que esperar al menos quedarnos con uno de los centros comerciales.Leah no pudo evitar sentirse decepcionada, mordió su labio inferior y suspiro. Aunque le había dicho aquello para hablar sobre ellos y al final era sobre trabajo había quedado como una completa payasa al pensar en otra posibilidad.—Gracias por confiar en mí trabajo, a tu viejo amigo le encontrará el trabajo que haré. Por cierto cómo...Fabio volteó un poco su cabeza para mirarla y volver si atención a la carretera cuando empezó a conducir.—Dariuos lo hizo. Vio tus diseños y dijo que seguro te adaptaría a sus gustos—comentó, aunque todo aquello era una mentira llena de verdades, el mismo se la había comentado a su viejo amigo.Ell
—¿Ahora que prosigue? — interrogó a su acompañante ahora que se habían quedado solos, vio la hora en su reloj era las ocho de la noche—. Porque muero de hambre. Sinceramente no puede almorzar. —¿No has almorzado? ¿Qué te ocupo la tarde? — le preguntó preocupado. —No suelo tomar el almuerzo tan temprano los sábados, pero las cuatro es mi hora máxima, y tampoco pudo hacerlo porque tenía otras cosas que hacer — le explicó pensando en la tarde llena de tareas. El tomo de la mano y la arrastró fuera del lugar hasta el auto, y le hizo ingresar y el hizo lo mismo; encendió el auto y manejo a un pequeño restaurante que quedaba a uno veintes minutos. Al llegar ambos bajaron e ingresaron al pequeño lugar siguiendo al camarero. —Es un lugar acogedor— dijo ella observando el lugar parecía muy íntimo. —Si me gusta mucho este lugar es tranquilo y no muy concurrido, no me suelen gustar los lugares con mucha gente. Además, te aseguro que no encontraremos a nadie de la empresa. Ella frunció el c
Todo tipo de tragos fueron puestos sobre la mesa, distintos sabores desde fresa, maracuyá, limón y otros ricos sabores algunos más suaves u otros más fuertes; Leah quién ya podía decir que estaba apuntó de caer y dormirse debía reconocer que su acompañante tenía un buen aguante ante las grandes cantidades que habían ingerido. —Creo que hemos tenido suficiente—mencionó Fabio al ver cómo luchaba contra el sueño, sin duda agradecía que no fuera una borracha luchona o peleona. —¿Te estás rindiendo? —dijo arrastrando un poco las palabras riéndose un poco, de un sorbo tomó lo que quedaba de su bebida. Fabio la observó embobado tenía las mejillas rojas por el alcohol. aunque debía admitir que el alcohol empezaba a pasarle factura. —No, claro que no... pero deberíamos parar—explicó dándole un último sorbo a su bebida—, además mañana la resaca será peor. Ella hizo pucheros ante lo molesto que era al pedirle que se marcharan. —Te prometo que luego venimos por otra ronda, además está llovi
Akira no esperaba aquello había hecho todo bien, no había dejado alguna evidencia que la inculpara Leah era quien debía estar investigando. Esta lo siguió calladamente mientras todos murmuraban, luego de dos horas dentro de la oficina está salió furiosa todos estaban a la expectativa de lo que sea que hubiera pasado adentro, Leah solo vio cómo se dirigía así ella y de repente una fuerte cachetada hizo que su cara ardiera, tocó el lugar y cuando está iba a volver a golpearla sus tuvo fuertemente su mano.—¿A qué se debe esto señorita Akira?—¡Tú me estas inculpando, era tu computadora! —grito mientras intentaba zafarse del agarre de la morena.—Lastimosamente, las cámaras muestran lo contrario... Supongo que las amistades no caen lejos del árbol, es idiota que lo hubiera hecho recién regreso de vacaciones y tuve alrededor de dos meses—menciono con tranquilidad—pero ¿Por qué?—¿Te preguntas por qué? —dijo con sarcasmo—, siempre Leah..... Todo lo que queremos te lo dan a ti y no se nos h
Jamás había tenido un trabajo tan fastidioso e irritable, sin duda algunas personas no eran amables, pensó ella. Sin duda prefería limpiar las mesas que aceptar las órdenes las personas por las mañanas solían ser desesperantes; todavía no entendía como Yexy la había convencido de suplantar la ese día. Aunque el pequeño Osmel necesitaba por hoy a su tía y sinceramente no podía negarse, más si aquello la mantenía alejada de la empresa luego de lo sucedido con Akira y la discusión con Fabio, el cual había decidido mantenerse alejada de la tentación de llamarlo era una persona orgullosa, había rechazado cada una de sus llamadas, así lo posible para evitarlo y había cogido dos días libres de todo. Había descansado tres horas en esos dos días, sentía su cuerpo cansado, era un agotamiento físico y emocional, todo era un completo desastre, las ideas no llegaban a su mente cada vez que movía el lápiz para empezar a trazar líneas todo terminaba arrojado en el basurero y solo tenía dos días má
Fabricia agarró fuertemente el capuchino y se lo arrojó en la ropa, quien se creía para hablarle de aquella manera, una igualdad. Rosa se encontraba divertida, escondida una pequeña sonrisa en sus labios, había pensado en otra cosa para hacerla quedar mal, pero sin duda Fabricia le había sorprendido, jamás actuaba así frente a otras personas era una persona que cuidaba "imagen" y hacía las cosas con mucha predominación.Se quejó al sentir pequeñas gotas del café caer sobre sus brazos, gracias a dios aquel horrible delantal era lo suficientemente grueso. —Eres una loca, ¿Qué ocurre contigo? — su voz se escuchaba furiosa, tenía que controlarse para no elevar más su noto de voz; no quería perder ese trabajo le había costado hacerlo—. Estas mal...La campanita de la cafetería avisando la entrada de un nuevo cliente, uno que conocía, zapatos negros, traje hecho a la medida, un Rolex y esa maldita sonrisa pretenciosa nada menos que Ricardo. Quiso gritar de frustración, acaso tenía una mala