Regina

Salgo del abandonado lugar donde me dejaron después de atar el pañuelo a mi mano. Estoy prácticamente en medio de la nada, pero eso ni siquiera me importa. Me han quitado a mi hijo, lo arrancaron de mí sin que siquiera pudiera verlo y todo porque Nikolay lo ordenó-

Las lágrimas se deslizan por mi mejilla, las piedras del camino se clavan dolorosamente en la plata de mis pies y solo intensifican más el dolor de mi bajo vientre. No sé si podré salir de este lugar, si encontraré una manera de hacerlo, pero definitivamente me da igual.

¿Qué sentido tiene seguir viva?

Me detengo en medio de los inmensos árboles que cubren el cielo sobre mi cabeza, paso una mano por mis ojos para intentar limpiar las lágrimas, pero estas siguen saliendo sin ningún tipo de control. Si me acerco a Nikolay podría matar a mi hijo. Mi llanto se eleva ligeramente, camino entre la maleza que cubre lo que al parecer fue un camino anteriormente y no me interesa que las púas de alguna planta rastrera corte mis