Desde que Ángel se llevó a Amelia de Japón Wanda había tratado de persuadir a Ángel para que la dejara que la dejara en libertad. Wanda amaba a Amelia porque era su mejor amiga y quería que ella fuera feliz, pero también le tenía mucho cariño a Ángel y sabía que él no era tan malo como aparentaba. Wanda conocía a Ángel desde que eran muy niños, prácticamente habían crecido juntos, aunque ella era cinco años menor que él estudió en el mismo colegio y asistían a los mismos eventos sociales.Si alguien sabía la vida difícil que Ángel había tenido esa era Wanda, sin embargo, ella pensaba que eso no justificaba su comportamiento. Muchas veces intentó convencer a Ángel para que dejara ir a Amelia, pero él no accedió a hacerlo.Él nunca le permitió verla y cuando ella le preguntaba por Amelia siempre recibía la misma respuesta que insinuaba que estaba bien. Ángel nunca le dijo nada a Wanda sobre la depresión de Amelia por lo que ella siempre pensó que ella estaba en alguna de las casas de Án
Cuando Wanda escuchó la pregunta del hombre se quedó sin palabras durante un rato. En ese momento ella sintió la necesidad de ir por su amiga, pero sabía que Ángel no se la pondría fácil de ninguna manera.-La verdad no lo sé, pero quizás sea algo difícil lograrlo ya que incluso tengo un tiempo que no la veo – Wanda estaba segura de que con lo terco que Ángel se había comportado en los últimos días sería un poco difícil lograr que le permitiera ver a Amelia - Quizás sería bueno que ustedes le hagan una visita - Wanda sabía que Ángel no se dejaría intimidar de cualquier persona, pero ella tenía la fe de que si Ángel conociera a los abuelos de Amelia quizás sería un poco más flexible que con ella. Él decía que amaba a Amelia con sinceridad y si era así no apartaría a sus abuelos cuando ellos eran todo lo que le quedaba a Amelia como familia, ya que Natalia no se comportaba como si lo fuera.-Ese señor debe ir preso, sea por amor o por cualquier otra cosa lo que ha hecho es un delito muy
El doctor la vio salir y como no era ciego pudo notar su gran belleza y lamentó tener que seguir el código de doctor paciente con ella porque era evidente que Amelia era tan hermosa por dentro como por fuera y eso era algo que al joven doctor le atraía de ella.Amelia era una chica que nadie la podía dejar pasar por alto, era en extremo hermosa y su corazón era más dulce que la miel. Bastaba conocerla para que las personas se dieran cuenta lo mucho que ella valía. Por eso a nadie podía sorprenderle el hecho de que Ángel estuviera tan enamorado de ella pues eso simplemente no podía evitarse. Solo que Ángel nunca aprendió nada sobre el amor y no tenía la más mínima idea de cómo tendría que tratar al amor de su vida.Para Amelia ese era el día más feliz de su vida, por fin seria libre y ya no permitiría que nadie tome sus decisiones. Ella tenía tantas expectativas sobre lo que sería su vida luego de ser libre. Lo que Amelia aun no lograba entender era por qué seguía pensando en Ángel e i
Al mirar la pantalla del celular Ángel se dio cuenta que era su jefe de seguridad, en ese momento estaba completamente seguro de que debía ser algo importante. Sus empleados jamás se atreverían a molestarlo para tonterías.-Dime de una vez – dijo con mal humor al descolgar la llamada.-Señor siento mucho molestarlo en su retiro, pero la verdad es que es muy importante lo que tengo que decirle – dijo el guardaespaldas un poco nervioso.-Déjate de rodeos y habla de una vez – dijo Ángel deseando saber de una vez y por toda el motivo de la llamada.-Están aquí el señor y la señora Rodríguez quienes dicen ser los abuelos paternos de la señorita Amelia y están aquí con un detective y lo acusan a usted de secuestro – el guardaespaldas estaba realmente nervioso, esperando la reacción de su jefe.- ¿Qué? – dijo Ángel muy sorprendido por lo que acababa de escuchar – llama a los abogados y que arreglen el asunto de inmediato y hazme una cita con los señores Rodríguez para desayunar mañana, quier
Natalia ya se esperaba ese tipo de reclamo por lo que no le sorprendió en absoluto ni las palabras que salieron de la boca de Juan ni tampoco su tono de voz.-Discúlpeme señor Rodríguez, pero la verdad es que no tengo ni la más mínima idea de lo que dice – dijo Natalia optando por fingir no saber nada de lo que le estaba pasando a Amelia – y ahora quiero saber en qué clase de situación se encuentra mi hija.- ¿Quieres decir que no te has enterado de nada de lo que le ha pasado a tu propia hija en los últimos meses? – preguntó Juan mirándola con intriga, en verdad estaba ansioso por saber lo que Natalia le respondería.-Pues no, desde hace ya un tiempo mi hija y yo no tenemos una buena relación, ella decidió irse de la casa y no responderme las llamadas ¿Qué quieren que les diga? – Natalia estaba haciendo una excelente actuación frente a los señores Rodríguez, a ella no le importaba mucho lo que ellos pensaran sobre ella, pero ese no era el momento de revelarles su verdadera identidad.
Amelia se quedó un poco pensativa ante la pregunta de Wanda, ella no estaba segura si contarle o no esas cosas a sus abuelos. Por un lado, ella no quería preocuparlos, pero por el otro ella sentía que los había abandonado sin motivos durante un largo tiempo y que lo menos que podía hacer ahora que los había recuperado era ser completamente sincera con ellos. Amelia estaba segura de que sus abuelos la entenderían y apoyarían en todo, después de todo eso era lo que ellos habías hecho desde siempre.-Les contaré todo, es lo menos que puedo hacer, no puedo guardarles secretos – dijo finalmente Amelia, ella quería ser completamente sincera con sus abuelos – Pero necesito enfatizar en que ahora estoy bien, no quiero que se preocupen demasiado.- ¿También les dirá que tu madre fue quien te cambió por unas cuantas acciones de la empresa? – preguntó Wanda sintiéndose un poco intrigada, ella estaba segura de que ese no era un tema fácil para Amelia, pero aun así quería saber que era lo que ella
Ver su nieta tan arrepentida y pidiendo perdón conmovió a Juan y Karen, ellos en verdad no querían verla triste en ningún momento.-No hay nada que perdonar cariño, nosotros te amamos y entendemos tu decisión – dijo Karen mientras le dedicaba una mirada muy dulce, eso le recordó a Amelia lo feliz que había sido mientras estuvo cerca de ellos. Amelia no pudo evitar llorar y llorar sintiéndose la persona más mal agradecida del mundo.- Por favor no llores, nunca hemos dudado de que eres una buena chica – dijo Juan tomando las manos de Amelia para acariciarlas.-Para nosotros sigues siendo la mejor – interrumpió Karen dedicándole una tierna sonrisa.Al ver lo amable y cariñosos que seguían siendo sus abuelos Amelia se sintió aún más culpable. Sabía que si nunca los hubiera dejado no hubiera pasado por todo el sufrimiento que había pasado hasta ese momento. Ella estaba segura de que sus abuelos siempre la hubieran cuidado. Ella tapo su cara con sus dos manos y siguió llorando sin control.
Al escuchar todo, los abuelos de Amelia y Wanda estaban muy sorprendidos de que Ángel nunca le haya hecho daño o que eso sea lo que Amelia consideraba.Amelia había dejado a Ángel como una buena persona frente a sus abuelos, pero ellos no estaban convencidos de eso. El simple hecho de que la haya comprado como si ella fuera un objeto ya era suficiente para considerarlo como una mala persona.-Tu madre es una persona terrible, no entiendo como ha sido capaz de vender a su propia hija sin tomar en cuenta su destino – dijo Karen muy enfadada – y ese hombre Ángel Araujo es un ser despreciable, mira que hacer negocios con tu madre para comprarte.-Y luego privarte de tu libertad, pero las cosas no van a quedarse así – dijo Juan realmente indignado por todo lo que acababa de escuchar – a mí me importa muy poco que tan poderoso sea, definitivamente tendrá que responder por lo que te hizo.-Abuelos por favor, solo quiero que todo esto acabe, dejen las cosas como están, ya les dije que Ángel n