Wanda llamó a un amigo suyo quien accedió a prestarle su avión privado en secreto. Wanda tenía uno propio, pero sabía que si su avión salía del aeropuerto llamaría la atención de Ángel lo que le daría una pista para saber a dónde había ido Amelia. Lo mejor era que Amelia viajara en un avión privado del cual Ángel no tenga conocimiento de su existencia porque si viajaba de manera secular también Ángel la encontraría.Wanda había recién comprado una villa en Japón y de esa compra nadie tenia conocimiento aún por lo que creyó que ese sería el mejor escondite para Amelia durante un tiempo. Amelia se sentía satisfecha con el plan de Wanda y estaba segura de que esa vez si podría escapar de Ángel aunque sentía un peso en su corazón. En ese momento Amelia tenia una gran batalla en su interior ya que su corazón y su cerebro no estaban de acuerdo. Amelia había escuchado muchas veces aquella frase que dice que las personas siempre deberían seguir a su corazón, sin embargo, en ese momento ella e
Wanda estaba vistiéndose muy temprano en la mañana cuando su celular comenzó a sonar con insistencia hasta el punto de que ella debió dejar de hacer lo que estaba haciendo para tomar la llamada.- ¿Quién demonios está insistiendo tanto estando aun tan temprano de la mañana? – se preguntó Wanda a sí misma con disgusto.-Buen día – dijo de malas ganas al descolgar el teléfono sin fijarse ni siquiera en el identificador.-Buen día señorita Wanda – respondió amablemente un hombre desde la otra parte – soy Edwin y le llamo porque nunca recibí a la persona que me ordenó que recibiera ayer en aeropuerto, tengo más de cuatro horas esperando y aún no he visto a nadie llegar con las características que me ha dicho.- ¿Qué? – respondió Wanda muy sorprendida – pero si Amelia debió llegar desde hace más de tres horas.-Lo siento señorita, pero llegué aquí puntual y le digo que no la he visto – dijo el hombre desconcertado.-Eso no puede ser – dijo Wanda con tono preocupado – busca en todo el aerop
-Es cierto que quise hacer negocios con otras personas, pero tu ofreciste mejor paga por lo que cerré negocio contigo – dijo Natalia sin dejar notar ninguna clase de temor en su rostro.-No es cierto maldita sea – gritó Ángel mientras apretaba a Natalia fuertemente contra la pared sin tomar en cuenta que estaba maltratando a una mujer. En ese momento Ángel estaba completamente ciego por la ira, él apretó el cuello de Natalia con fuerza dispuesto a sacarle la verdad o matarla en el instante.Wanda estaba completamente en chock con la escena que se estaba dando frente a ella, solo pudo volver a la realidad cuando vio el rostro morado de Natalia cuando estaba a punto de asfixiarse. Wanda corrió e insistió hasta que Ángel soltó a Natalia, quien cayó al suelo de inmediato tomando aire desesperadamente. Aunque Natalia no solía temerle a nada ni a nadie en ese momento ella sintió temor de Ángel. Ella se dio cuenta que Ángel era capaz de matarla con sus propias manos por lo que se dio cuenta
-Necesitaré de la ayuda de los dos para rescatarla, he multiplicado mis hombres para buscarla, pero estoy seguro de que necesitaré a un más dijo Ángel – comenzando a poner al tanto a sus amigos de cuál sería el siguiente paso para dar.-Mis hombres estarán a tu disposición desde hoy mismo – dijo Clemente sin dudarlo ni por un segundo.-Los míos igual ya están trabajando en eso – dijo Wanda dispuesta a colaborar en lo que fuera necesario.-Clemente quiero que tus hombre investiguen todo lo referente a las empresas de Antonio mientras que mis hombres y los de Wanda se encargan de encontrar a Amelia – dijo Ángel mientras se sentaba tranquilo en la silla de atrás de su escritorio – quiero saberlo todo sobre Antonio Matos, ya encontraré algo que yo pueda utilizar para doblegarlo, si él sabe jugar sucio yo también me sé ciertas mañas.Los amigos de Ángel se limitaron a asentir y luego salieron de la oficina dejándolo solo.Wanda se fue a su oficina sintiéndose un poco más aliviada, aunque n
Pasó una semana desde que Amelia había sido secuestrada y mientras más pasaba el tiempo más asustada se sentía parecía que era imposible que ella pudiera escapar de ese lugar. Nunca la dejaron salir de la pequeña habitación además de que Lucy nunca cometió el error de dejar la puerta abierta y siempre había personas custodiándola.Amelia pensó que ella debía ser un objeto de gran valor como para que esas personas la custodiaran tanto.-Ni que fuera la corona de diamante de la familia real de Inglaterra – dijo ella en voz alta con disgusto.Desde la que sucedió con Sebastián obligándola comer a la fuerza ella había optado por no ser tan obstinada después de todo no había logrado más que dolor con ese comportamiento.Lucy estaba encantada de que Amelia no le haya dado más problemas y al fin había llegado el día en que se desharía de ella para siempre ganando una gran fortuna a cambio.Sebastián era quien estaba encargado de la seguridad del evento en el que se estaría realizando la suba
- ¿Cuál es la misión? – preguntó Clemente solo por curiosidad, tratándose de Ángel sabía que debería ser algo rudo.-Rescatar a Amelia – respondió Ángel secamente a lo que él pensaba que sería obvio para su amigo.-Eso ya lo sé, lo que quiero saber es de donde exactamente la vas a rescatar – dijo Clemente esperando recibir un poco más de información.-Hoy Antonio piensa subastarla y la voy a comprar yo, pero sabes que Antonio no me dejará llevármela fácilmente por lo que tengo que ir preparado con suficientes hombres, estoy seguro de que en un evento como ese él tendrá todo un ejército para custodiarlo – dijo Ángel dándole una amplia información a su amigo.- ¿Cuál es el plan? – preguntó Clemente estando completamente seguro de que Ángel no se iría al campo de batallas sin tener las cosas fríamente calculadas.-Mandaré que sea uno de mis hombres quien la compre con orden de ofrecer más que las demás personas sin importar cuanto gaste, mientras yo me quedaré afuera con mis hombres rode
Wanda estaba enterada de todo lo que estaba pasando en Japón y estaba en su oficina paseándose de un extremo al otro. En algunas ocasiones ella se paraba frente al enorme ventanal que tenía una gran vista de la ciudad, pero la angustia que sentía no le permitía apreciar la belleza del paisaje. Ángel y Amelia se encontrarían en un gran peligro y ella no podía dejar de sentirse culpable, si ella no hubiera ayudado a Amelia a escapar para ese momento los dos estarían a salvo.Después de que Ángel le contó a Wanda toda la verdad de por qué hizo ese negocio con Natalia ella no podía dejar de pensar que lo mejor que le pudo pasar a Amelia fue que Ángel la haya comprado. Si ella se hubiese enterado antes de todo eso sin dudas no la hubiese ayudado a escapar. Aunque Wanda había cometido un gran error sus intenciones siempre fuero buenas, ella amaba mucho a Amelia y nunca le haría daño a propósito.Alguien tocó la puerta de su oficina sacándola de sus profundos pensamientos, Wanda pensó que de
- ¿Quién demonio te entregó esto? – preguntó Wanda levantando el sobre para que quedara a la vista de las dos chicas. Era obvio para las dos empleadas de Wanda que el contenido del sobre no era algo muy bueno porque en sus ojos se podía ver un gran resentimiento.Wanda estaba molesta en ese momento, pero no era precisamente por el contenido del sobre ya que esa información ya ella se la sabía de memoria. Lo que le molestaba era que hubiera alguien anónimo enterado de lo que pasaba en la vida de su amiga o en la de ella. Ella no pudo evitar sentirse vigilada por alguien desconocido y eso le preocupaba bastante.-Lo siento señorita Alvarado, pero la persona que lo entregó era a penas una común y corriente y dijo que un desconocido le había pagado para que entregara el sobre. Además, la persona aseguró que el contenido del sobre era de su incumbencia y es por eso por lo que vine corriendo a traérselo personalmente – dijo la recepcionista encontrándose bastante nerviosa por la mirada de W