Me acerco a la entrada del edificio todo esta oscuro y mi de inmediato siento una aprensión en el pecho, mi hija está en un lugar tan siniestro y en la mano de personas inescrupulosas y quizá crueles, elevo una plegaria mientras paso por un vestíbulo y me acerco a la escalera, una vez llego arriba encuentro un pasillo, todo está sucio y húmedo así que pienso es en lograr sacar a mi bebe de allí Al final del corredor hay una puerta abierta de donde proviene la luz que está alumbrando el lugar, apenas traspaso la puerta descubro quienes son las personas responsables de este sufrimiento Dora tiene a Helena en brazos mientras Adela se encuentra de pie con un cuchillo en la mano. —Mira quien llego nana, nuestra querida invitada. —¿Nana? —, digo sorprendida pues hasta ese momento albergaba la esperanza de que Dora no estuviera involucrada. —Ah, no lo sabias ella es mi segunda madre, es quien me crio y cuido desde pequeña. —No puede ser, ¿Dora cómo nos haces esto después de la confianza
Adrian tiene en los brazos a Lorena, parece estar inconsciente y se siente desesperado, ha perdido mucha sangre y solo puede orar porque todo salga bien, todo se volvió un caos en un segundo, nunca pensó que Adela pudiera llegar tan lejos y ahora tanto ella como Dora están muertas. La ambulancia llega pronto llevan a madre e hija al hospital mientras Adrian le acompaña y Bacco les sigue, por momentos tomo su mano y la emoción hace que las palabras se queden atoradas en su garganta, siente que se le quebrara la voz mientras las lágrimas recorren su rostro, tiene miedo de perderla que tanto sufrimiento haya sido en vano. Si pudiera regresar el tiempo atrás y ser el quien arriesgue su vida lo haría|, ve como los paramédicos luchan para mantenerla viva y se siente impotente, toma su mano y la estrecha, pero en sentirla tan fría e inerte le desespera, —Lorena, lucha mi amor, no te dejes vencer, las niñas y yo te necesitamos, yo moriría si no estás junto a mí—, susurra angustiado. Los par
Cuando Adrian siente la bofetada piensa que se trata de un error pues con el momento y preocupación solo ha tenido mente para lo que ocurre con Lorena, sin embrago, cuando ve a su madre abalanzarse para defenderlo tiene claro que no se trata de algo fortuito, al girarse nota que quien lo agredió no es otra que su tía, quien está siendo sujetada ahora mismo por su esposo. —Volviste loca a mi hija, la asesinaste, con tu egoísmo, por pensar solo en ti en que querías hacer tu vida. Adrian esta tan afectado que simplemente se queda inmóvil, no tiene fuerzas para enfrentar ahora a una madre dolida por la muerte de una hija que ha traído tanto dolor a todos así que es Elani quien toma la palabra, —No culpes a mi hijo de esta situación, son ustedes quienes consintiendo todos los caprichos de una chica que necesitaba ayuda, crearon el problema que ahora sufrimos todos. —Yo perdí mi hija, ¿Qué perdiste tú? —Mi nieto, mi paz y la felicidad de la familia y todo porque no quisieron escuchar, ¿C
Adrian todavía tiene en su mente esos últimos momentos antes de que lo sacaran de la habitación de Lorena, el sonido ensordecedor de aquel instrumento que indica que su gran amor a partido, los médicos y enfermeras que corren dando instrucciones, sus propias lagrimas humedeciendo su rostro aun si el saber cómo llegaron allí mientras observa por una pequeña ventanilla como los doctores luchan para traer a la vida aquel cuerpo inerte con el que alguna vez bailo, soñó y disfruto de la pasión. — Amor, si puedes escucharme, perdóname, pensé que tal vez así entenderías que debes regresar con nosotros, no hablaba en serio, eres la mayor bendición que ha llegado a mi vida jamás te odiaría ni siquiera si te olvidaras de mí. Pronto fue retirado de allí por el mismo personal y acompañado hasta el área de espera donde se reunió con su familia y completamente desecho relato lo que había ocurrido, uno a uno se le acercaron y le pidieron que no fuera tan duro consigo mismo él era una persona normal
Una vez Adrian dio el aviso la habitación se llenó de doctores y lo hicieron salir para evaluarme, la sensación de un tubo en mi garganta era desagradable pero lo que más sentía era sed, intentaba identificar lo que ocurrió con mi cuerpo pero aún me sentía agobiada, mi último recuerda era un dolor profundo a mi costado y el temor de que a mi hija le ocurriera algo, todavía podía sentirla en mis brazos, mientras entre el llanto se desvanecía mi fuerza.Los doctores conversaban entre sí para llegar a una conclusión y yo solo pensaba en que quería abrazar a mis hijas y al amor de mi vida, no tenía dolor, pero si sensaciones extrañas en varias partes de mi cuerpo, era como si mi espíritu hubiese invadido uno que no le corresponde, quería respuestas honestas, necesitaba la verdad.Entre los médicos estaba Ricardo el primo de Adrian y participe de nuestra historia desde el principio lo cual me hizo sentir en confianza, —En primer lugar, te damos la bienvenida de nuevo a la vida durante dos
Mis gritos recorren el pasillo y llegan hasta Adrian quien de inmediato me abraza todavía sin saber que pensar, él debe estar enterado, pero intento calmar mi llanto para poder articular palabra, —¿Lo sabias verdad?—¿De qué hablas amor?—Que perdimos un bebe—, Adrian respiro profundo, sabia que este momento llegaría, pero no quería que fuera así, pensaba hacerlo después que saliera del hospital de ver a las niñas, en familia y con apoyo de un psicólogo.El sostuvo mi cara entre sus manos y con los ojos anegados en lágrimas se sinceró, —si lo sabía, no quise decirte cuando recobraste el sentido, pues consideré que no era el momento oportuno.—Tenía derecho a saberlo.—Tienes razón, pero entiende mis motivos, estuviste al borde de la muerte, me entere casi un día después de lo ocurrido cuando estabas en terapia intensiva y todavía siendo sometida a operaciones, ¿cómo podía decírtelo apenas despertaras?, ¿y si te daba otro paro?Lo observe y sentí su dolor no solo era mi bebe también er
Era la segunda vez que Adrian y yo nos casaríamos, en cierta parte parece un deja vu, sin embargo, deseábamos cumplir con todas las tradiciones propias del evento algo no muy sencillo con dos niñas de nueve meses, quienes demandaban atención de sus padres de manera constante, parecía mentira que hace apenas unos meses mi vida estaba en peligro y que habíamos perdido un bebe. La noche anterior a nuestra boda no compartiríamos techo, pues habían preparado nuestra habitación por los familiares tal como lo hicieron una primera vez pero que al final no habíamos disfrutado porque tras la fiesta yo dormí en un hotel, así que hoy Adrian dor5miria en la habitación de huéspedes y las niñas y yo con Verónica y Bacco. No puedo evitar sentirme ansiosa, sé que puede parecer algo loco pues en entre idas y venidas Adrian y yo tenemos más de un año, pero la verdad siento como si este fuera nuestra primera boda, ya que es por amor y hemos madurado lo suficiente en todo este tiempo y no existen dudas.
A la mañana siguiente de nuestra boda, Adrian y yo amanecemos abrazados, levanto mi cabeza de su pecho y sonrió al ver que ya está despierto observándome, —Te ves tan hermosa cuando duermes, me encanta.—La verdad es que me llenas de serenidad, no pude dormir prácticamente nada la noche anterior, no conciliaba el sueño y cuando lo hice porque me venció el cansancio me desperté muchas veces.—¿Estabas inquieta?—Tal vez, las niñas estaban un poco llorosas porque las acostumbraste a dormirlas en tu pecho y supongo que te extrañaban tanto como yo.—Pues afortunadamente solo fue una noche y para ya voy a estar disponible por completo para mis princesas, no creas yo también la pasé mal, creo que en estos últimos meses nos hemos aferrado más los unos a los otros.—Así es, por cierto, a pesar de lo a gusto que estamos ya es hora de levantarnos, después de desayunar en familia debemos partir todos, además no me has dicho a ¿dónde iremos?—Como estamos en invierno se me ocurrió que podíamos ir