Era la segunda vez que Adrian y yo nos casaríamos, en cierta parte parece un deja vu, sin embargo, deseábamos cumplir con todas las tradiciones propias del evento algo no muy sencillo con dos niñas de nueve meses, quienes demandaban atención de sus padres de manera constante, parecía mentira que hace apenas unos meses mi vida estaba en peligro y que habíamos perdido un bebe. La noche anterior a nuestra boda no compartiríamos techo, pues habían preparado nuestra habitación por los familiares tal como lo hicieron una primera vez pero que al final no habíamos disfrutado porque tras la fiesta yo dormí en un hotel, así que hoy Adrian dor5miria en la habitación de huéspedes y las niñas y yo con Verónica y Bacco. No puedo evitar sentirme ansiosa, sé que puede parecer algo loco pues en entre idas y venidas Adrian y yo tenemos más de un año, pero la verdad siento como si este fuera nuestra primera boda, ya que es por amor y hemos madurado lo suficiente en todo este tiempo y no existen dudas.
A la mañana siguiente de nuestra boda, Adrian y yo amanecemos abrazados, levanto mi cabeza de su pecho y sonrió al ver que ya está despierto observándome, —Te ves tan hermosa cuando duermes, me encanta.—La verdad es que me llenas de serenidad, no pude dormir prácticamente nada la noche anterior, no conciliaba el sueño y cuando lo hice porque me venció el cansancio me desperté muchas veces.—¿Estabas inquieta?—Tal vez, las niñas estaban un poco llorosas porque las acostumbraste a dormirlas en tu pecho y supongo que te extrañaban tanto como yo.—Pues afortunadamente solo fue una noche y para ya voy a estar disponible por completo para mis princesas, no creas yo también la pasé mal, creo que en estos últimos meses nos hemos aferrado más los unos a los otros.—Así es, por cierto, a pesar de lo a gusto que estamos ya es hora de levantarnos, después de desayunar en familia debemos partir todos, además no me has dicho a ¿dónde iremos?—Como estamos en invierno se me ocurrió que podíamos ir
Dos años más tarde.Me encontraba aquella noche terminando el último capítulo de una novela, cuando me percaté que era la hora de cenar, seguramente la niñera de las gemelas les había dado un baño, algo que disfrutaba hacer pero que hoy me salte, pero no quería perderme darles de comer, así que salí rápidamente de mi estudio y en ese momento Adrián estaba llegando a casa, últimamente llegaba tarde porque estaban construyendo un nuevo hotel y tenían un proyecto de expandirse hacia otros países empezando con España.— Hola amor, ¿Cómo te fue en el trabajo?— Excelente y ahora que me estas recibiendo con un beso mi día mejora en proporciones astronómicas.— Que dulce, justo acabo de terminar el capítulo final de la novela.— Entonces eso requiere una celebración, así que luego de acostar a las niñas tu y yo tenemos una cita.— Suena prometedor.— Entonces es una cita.En ese momento escuchan las risas de sus nenas en la sala de juego, están en el suelo sobre una colcha jugando con sus mu
La cara de la doctora me preocupaba y creo que leyó mi expresión de miedo pues de inmediato suavizó la expresión, estar dos años después de perder a nuestro bebe, hablando de tener otro me resultada difícil, ningún bebe sustituía a otro, pero me emocionaba la idea de volverlo a intentar, Adrian y yo siempre hablamos de querer tener una familia grande y para cumplir ese sueño debía superar el temor y desesperanza.— Bien, Lorena, tengo tu expediente lo vi con cuidado, de hecho, apenas hace unos meses te realicé los exámenes pertinentes y todo está bien, afortunadamente estas sana.— Me asusto, tenía expresión de preocupación.— Pues lo que quiero que entiendas es que cada embarazo es único, tuviste un embarazo sano con las gemelas y la pérdida del bebe fue por un evento extraordinario, pero quiero que seamos sumamente cuidadosos, no solo con respecto a la alimentación sino a los aspectos emocionales.— ¿Qué sugiere?, ¿debemos esperar más?, mire que mi esposo está un poco ansioso con te
Miro a las estrellas pidiéndole que me concedan si en verdad hacen realidad nuestros sueños que me dé la bendición nuevamente de ser madre, quizá para alguien de fuera puede tratarse de algo tonto, pero se trata de uno de mis deseos más profundos el tener una familia numerosa.Por un momento me viene a la mente aquella canción de Mecano, hijo de la luna y de alguna manera eso me hace sonreír, quizá nuestros debemos tener un límite para nuestros sueños, pactar con Dioses y satélites seguramente no es la respuesta, pero pensar que quizá algún mensajero de un ser supremo escuche mis plegarias es algo que me reconforta.Ya era un poco tarde cuando llego Adrian y me abrazo por la espalda en un gesto tierno, — Hola hermosa, ¿Qué haces todavía aquí amor, en vez de ir a descansar?— La verdad estaba disfrutando de relajarme y pensar un poco mientras te esperaba, sabes que se me hace difícil dormir son ti.— Lo sé a mí me pasa igual, pero ven, entremos, está empezando a hacer frio.— Esta bien
A la mañana siguiente pedí cita temprano para poder confirmar la buena noticia tanto Adrian como yo estábamos ansiosos, tanto que él le pidió a Bacco que lo suplantara en las reuniones de la mañana para poder asistir conmigo a consulta.Fuimos los primeros en llegar y al ver caminar a mi esposo de un lado a otro me hace gracia que pareciera ser un padre primerizo, sin embargo, la experiencia con las niñas fue totalmente distinta, pues se enteró después que casi finalizada el embarazo. — Ven amor, por favor siéntate que me estas poniendo nerviosa.De pronto salió la asistente de la doctora para indicarnos que entraremos y sentí alivio, nos sentamos y de inmediato ella se apresuró a realizar el examen y dejar las preguntas par.a después. — Bien, ya que todos estamos ansiosos por saber, porque sepan que me incluyo en el momento cargado de emociones que viven. — Ni que lo diga, estamos eufóricos desde anoche. — Entonces no los haré esperar más — , colocó el gel y el traduct
Hoy es el gran día de la inauguración del hotel, seleccioné un vestido color borgoña cuando fui de compras con Verónica, pero ahora que lo tengo puesto la verdad no me convence me siento como una piñata cuando quería a pesar de mi avanzado estado de gestación sentirme sensual y sexi para mi esposo.Deseaba que se sintiera orgulloso de mi aún más cuando tiene las últimas tres semanas llegando mientras duermo y sé que está trabajando de la mano con una arquitecta que es increíblemente hermosa, de hecho, parece una Barbie en todo sentido, sé que no debería sentirme de esta manera, pero no si es cuestión de las hormonas, el tiempo que llevo dentro de casa, que últimamente me siento dependiente de todos, pero el hecho es que me siento insegura de mi misma. — Lore, ¿todavía no terminas de arreglarte? —, me pregunta Verónica extrañada al abrir la puerta. — Amiga es que siento que se me ve horrible. — Pero si estas hermosa, además que ese color resalta tu piel, ya vámonos. — Yo debo esper
Mientras nos dirigimos al hospital Arcandel se nota nervioso es claro que ésta situación es nueva para él y por todo lo ocurrido está aún más tenso, por mi parte estoy tan nerviosa que el tiempo del recorrido se me hace más largo de lo que realmente es. — Creo que deberíamos llamar a tu esposo, como padre y la experiencia que viví de enterarme de último de lo que estaba ocurriendo, de que tenía un hijo, en fin. — Le diré mañana, hay que dejarlo disfrutar su éxito con quienes valora, con su arquitecta… — No te dejes llevar por los celos, piensa de manera racional. — Tengo miedo por mi bebé, solo tengo tiempo y cabeza para pensar en él, no hablemos más de su padre. — De acuerdo, trata de serenarte, ya verás que todo va a salir bien.Respiro profundo, me coloco en una posición cómoda e intento serenarme mientras nos acercamos a la entrada del hospital pues sé que una vez allí se desatará el caos.Arcandel se estaciona en la entrada se baja y corre al otro lado apresuradamente para a