Por Ivana

Ludmila llenó de fotos a mi princesa, pero una enfermera había sacado sus primeras fotos mientras tenía el cordón umbilical puesto y filmó cuando Willy se lo cortaba y luego cuando estaba en mi pecho, claro que esa no es para mostrar porque estaba con el pecho al aire.

También había filmado el parto.

A Ludmila, sí, le mostramos todas las fotos, y mi loca amiga se ofendió en broma, porque las de ella no eran las primeras fotos.

Willy salió un momento para hablar por teléfono con su padre.

Aproveché para hablar con Ludmila.

-Gracias Ludmila, como siempre, sos tan sabia, tan buena amiga, sos mi hermana del alma, gracias por todo, por dejar y obligarme que suba con Willy y esté en el parto y por todo lo que me aguantaste.

-Te quiero amiga de mi alma, mi hermana de la vida, te eligiría mil veces y me hiciste tía y madrina.

-Catalina se llamaba la madre de Willy.

Le cuento.

-Me di cuenta, sos tan considerada siempre y te brindas de una forma generosa y amorosa, que si el idiota n