AZULLlegamos a la cabaña al terminar la cena, estoy tan cansada que creo que me dormiré en cuanto toque la cama. Este día me ha parecido eterno por la cantidad de cosas que hicimos, sin embargo, me lo he pasado de maravilla en compañía de David. Salvo por el mal momento que me hizo pasar su ridícula ex novia, el resto del día fue perfecto.—Este día ha tenido cincuenta horas —digo, mientras arrojo mis tacones por el lugar.—Y aún no termina —sugiere, recordándome lo que dejamos pendiente.—Lo sé —respondo. De inmediato despiertan mis ganas de él y lo beso tomándome mi tiempo. Empiezo a cogerle el gusto a los besos lentos y delicados que me da, por alguna razón ya no siento esa prisa por terminar el acto y retirarme como al principio, en cambio, en ocasiones desearía que el día tuviera más horas y todas pasarlas junto a él.» Dame un minuto para refrescarme.—Te espero —asegura y lo suelto. Tomo lo que necesito de mi maleta y me adentro en el baño. Me ducho rápidamente, me coloco la
DAVIDObservo a Azul dormir plácidamente sobre mi pecho, después de haber hecho el amor, porque eso fue lo que hicimos, aunque ella se niegue a aceptarlo. La manera en que se entregó en cuerpo y alma fue simplemente perfecta. No pude evitar confesarle por fin mis sentimientos y aunque sabía que ella no respondería igual, admito que me hubiese gustado oírla decir que me ama también.Trato de ser paciente con ella, de verdad que trato. Quienes me conocen, saben que no soy una persona demasiado tolerante, sin embargo, con Azul he hecho un esfuerzo sobrehumano para comprender su actitud, para conocer sus motivos, pero me confunde muchísimo. Un día me aleja sin más, se encierra en su caparazón dejándome fuera como si fuese un extraño en su vida y empiezo a pensar que eso es lo que soy, que por más que haga no hay avance entre nosotros. Pero luego se entrega de esta manera; con total abandono, robándome cada suspiro. A pesar de la maravillosa experiencia que acabamos de tener, no puedo evit
AZULSalgo corriendo de la cabaña, después de escuchar las palabras hirientes de David. Entiendo que esté molesto por mi indecisión, pero siento que cualquier persona puede darse cuenta de lo que ya siento por él. Aun así lo comprendo, todos necesitamos certezas cuando de amor se trata.Todavía es temprano, recién terminábamos de desayunar cuando se salió de control nuestra conversación; así que prefiero perderme en el bosque un par de horas, no deseo llegar a casa y recibir el sermón de parte de Daniela que, aunque sé que lo merezco y que es muy probable que tenga razón, no estoy de humor para sentir más miseria ahora mismo.Camino por el sendero que lleva a la laguna, sintiendo las hojas crujir bajo mis patas. Amo estar así, me siento libre, invencible... La conexión con la naturaleza es maravillosa; escuchar a las criaturas que habitan el bosque y sentir que aquí pertenezco es incomparable. No me importaría quedarme de esta forma.Cuando me he relajado un poco regreso junto a Dany,
DAVIDEl armonioso sonido de las aves me despierta irritado y con la cabeza a punto de explotar; hoy me molesta incluso hasta ese sonido que normalmente me parece tan agradable. Y es que después de la horrible noche que tuve, no es para menos que me encuentre de pésimo humor. Anoche no quise ir a la cabaña después de salir huyendo de casa de Azul. Es muy probable que hubiese destruido todo a mi paso, por ello preferí venir a desahogarme con Omar. Los días lejos de Azul ya me tenían al borde, pero haberla visto besando al idiota de su ex novio, fue la gota que derramó el vaso. Y pensar que esos jodidos días sin ella los pasé arrepintiéndome de haberle hablado como lo hice, me sentí una mierda por presionarla y echarla de la casa... Sin embargo, ella no perdió su tiempo y me reemplazó sin esfuerzo alguno. Ahora me queda más que claro que lo quiere en verdad es solo eso, alguien con quién pasar un buen rato, sin complicaciones y sin entregar nada a cambio. Fuí un verdadero idiota al p
El amor consta de un alma presente en dos cuerpos y de un corazón que reside en dos almas.DAVIDLa quietud del bosque a media noche siempre me ha parecido escalofriante, cómo cada pequeño crujir de las hojas secas bajo mis patas se escucha de manera maximizada. Como el tronar de los huesos al romperse, o un arma al ser preparada para disparar.Desde hace unas horas que Azul salió casi corriendo de la cabaña, mis pensamientos se han vuelto violentos y despiadados. Y es que, si el infierno fuese un lugar, sería mi mente ahora mismo.Después de que mi lobo se calmó un poco decidí cederle el control de mi cuerpo, una vez que estuve seguro que no iría a buscar a su compañera. Ahora me encuentro aquí, en la densa oscuridad de una noche sin luna, así como yo, que he perdido a la mía.Trato de convencerme de que di cuanto pude por retenerla, por conquistarla; que si lo nuestro no prosperó fue por su causa. Pero entonces, ¿Por qué siento que pude hacer más, que me faltó hacer algo, que no la
AZULCierro con llave la puerta de la galería donde trabajo, es mi hora de comida, así que me dirijo hacia la cafetería que se encuentra a dos calles de dónde estoy. La gente va y viene en todas direcciones por la acera, personas que como yo, toman su descanso del trabajo, o simplemente pasean entre las tiendas departamentales.Me detengo en una florería, huelo las orquídeas blancas que llaman mi atención y suspiro; me gustan las flores, pero en la tierra, llenas de vida, no cuando se encuentran en un ramo donde sus horas están contadas y solo queda verlas marchitar.Trato de retomar mi camino, mi estómago ya resiente las horas sin alimento y comienza a gruñir. Me volteo en mi sitio y retrocedo al chocar con un cuerpo duro y alto. Un olor conocido me hace reconocerlo al instante; es David.Lo observo asombrada, se ve increíblemente apuesto con ropa informal y su cabello un poco más corto de lo que lo recuerdo. ¡Mierda! ¿A caso puede ser más bello?—¿Azul? —pronuncia con una sonrisa de
DAVID—Eso no puede ser cierto —asevero sin salir de mi asombro—. Mi hermana no puede ser tu pareja.La lejanía de Azul, y los nuevos acontecimientos me hacen tambalear en mi sitio, y es que en muy poco tiempo mi vida se ha convertido en un cuello de botella de problemas. Nada pasa, todo se acumula y hasta el tipo más fuerte tiene un punto de quiebre. Creo que el mío se acerca.—¿Qué ganaría con mentirte? —inquiere Holton con gesto aburrido—. Anda, llámala que no tengo todo el día.—¿Crees que así de fácil te la llevarás? —pregunto con cinismo—. Desde luego se ve que no conoces a Vicky. —Me burlo en su cara, y él solo sonríe de lado, dándome a entender que conocerla es lo último que le importa.—Eso en realidad me da igual —confirma mis suposiciones despreocupadamente—. El hecho es que no volverán a quitarme lo que me pertenece, no precisamente ustedes —declara con frialdad.—Lo que hayan hecho mi hermano y Alicia, no tiene por qué pagarlo Victoria —espeto—. Además, si tienes razón e
DAVIDDos días pasan volando y hoy es el día en que entregaré a mi hermana a mi peor enemigo. La entereza con la que Victoria prepara su equipaje, como si de un viaje de vacaciones se tratase, me da cierta paz. Si alguien puede afrontar una situación tan jodida como esta, sin duda es ella; una de las personas más fuertes que conozco. Mi madre ayuda en la labor; su semblante no es el mejor y no es para menos. La sola imagen de ella y ese maldito lobo me hace dar un vuelco el estómago, me enferma.Las observo desde la puerta de la habitación; mamá limpia en silencio sus lágrimas, mientras que Vicky trata de bromear y aligerar el ambiente pesado que nos envuelve. De papá no se sabe nada desde la última conversación que tuvimos, se ha encerrado en una recámara de huéspedes y no deja entrar a nadie. Aunque duela aceptarlo, sabíamos que esto pasaría.Espero de todo corazón, que sólo sea una crisis de la cual pueda salir adelante, pero lo dudo. Al final, todo lo que pasó con mi hermano y aho