El tráfico en la ciudad estaba despejado, lo que facilitó llegar rápido al colegio, a las afueras del mismo no había nadie, solo habían automóviles vacíos, todos se encontraban en clases ¡Demonios! espero no recibir una falta por esto, aunque pensándolo bien, no me molestaría recibirla si él se queda cantado un poco más- pensé, bajándome de la motocicleta.
¡Dios! ¿Qué significa eso? ¿Por qué m****a quiero seguir escuchando a Chad? Se supone que lo detesto.
¡Diablos!
No. No, no Zoe, tú no puedes sentir amor por el insoportable hermano de tu ex, solo debe ser odio y desprecio. No más.
¡Joder!
Chad estaciono la moto, y luego se bajó de ella.
—No sabía que cantabas. Lo haces bien, Harris.—Dije sin pensarlo. ¿Cómo pudo salir eso de mí? Por dios Zoe, se supone que no te agrada.
—¡Gracias Johnson! La escribí pensando en alguien muy especial.—Dijo mientras su rostro reflejaba una enorme sonrisa perfectamente hermosa. Lo miraba fijamente y no pude contenerme en sonrojarme, pensando por un momento que esa chica pudriera ser yo.
Ignore mi conciencia y le hice caso a mí corazón que latía fuerte al sentir la presencia de Chad.
Me encontraba hipnotizada mirando sus ojos...
Chad
La miraba y ella igual a mí.
Estuve deseando este momento por mucho tiempo. Sé que esto no está bien, pero esa chica tan pequeña supo entrar a mi corazón como ninguna otra supo hacerlo.
Pienso en mi hermano Noah y me odio tanto por hacerle esto, pero ella. Ella...
Está, tan cerca de mí que solo pienso en besarla y nunca soltarla. Quiero confesarle que me enamoró desde el primer momento que la vi en aquel supermercado, que nunca le confesé nada porque luego supe que era la novia de mi hermano.
Suspire.
¿Pero...? ¿Y qué si la beso? ¿Ella me corresponderá igual? ¿Sera que siente amor, cariño o algún sentimiento por mí? Es que la forma como me está mirando no es eventual.—estás preguntas invaden mi mente. No tenía respuesta para ninguna de ellas pero tenía que conseguirlas si no iba a caer en un profundo vacío de inquietud, de saber qué hubiera pasado si beso a Zoe.
No lo dude más.
Me acerque lento, apoderándome totalmente de sus rojas mejillas, ella accedió a eso, dándome fuerzas para continuar. La miré mientras nuestras respiraciones se mezclaban perfectamente como agua y azúcar. Fui acercando mis labios a los de ella, para sentir su calor.
Zoe.
Me estaba envolviendo en él, iba a dejar que alguien más me tocara hasta que Noah apareció en mi mente como un fantasma ocasional recordandome "Que Chad es su hermano, él hermano de mi primer amor " Del chico que aun pienso por las noches ante de dormir.
Lo detuve.
—Esto no está bien Chad.—exprese con poco aliento alejándome de él. El sentimiento de la melancolía se hizo notar.
Chad no dijo ni hizo nada.
Supongo que él está consciente que es verdad, que esto está mal.
Camine hacia la puerta del instituto con el corazón hecho trizas, pero al tomar aire vino a mí ese escudo protector. El cual uso para que esto llamado amor no sobresalga más, por lo menos no con Chad Harris.
Aún pienso en Noah, y no sería justo para Chad. No quiero herirlo, mi corazón se transformó en piedra y comencé a odiarlo de nuevo, es la única forma que tengo para lidiar con este sentimiento.
Estaba a punto de entrar al colegio, cuando sentí alguien detrás de mí.
Voltee.
—¿Qué rayos haces?—exclamé alterada.
—¿Qué más?, es obvio que voy a entrar al colegio.—Respondió Chad parado detrás de mí
—Es broma ¿Cierto?
—Qué más quisiera yo. No sabes cómo me mata estar cerca de ti, pero no, estoy aquí por trabajo.—Dijo Chad—Así que hazte a un lado—añadió empujándome.
Me congele.
Nunca me había tratado así, tan m****a e indiferente. Chad Harris siempre tenía una sonrisa para mí, y ahora solo veía una fría mirada en él.
Sin embargo sus palabras "Estoy aquí por trabajo" se repetían una y otra vez en mi mente ¿Acaso esto es un castigo? No creo que me haya portado tan mal ¿O sí? ¿Por qué Chad? Hubiese preferido mil veces tener a mi mamá aquí en vez de Chad.
Suspire.
Lo miraba caminar por los pasillos de Excel relajado y en cámara lenta, sumamente sexy.
¡Dios! Algo me dice que este semestre será intenso como el anterior.
Sonó mi móvil.
Pero no despejo mi atención de Chad.
Aún lo observaba caminar en cámara lenta. Había un par de chicas revisando sus casilleros y al verlo suspiraron enamoradas.
¿Cómo pueden ser tan perras?—pensé.
Oh ¡Dios! Oh ¡Dios! ¿Acaso esos fueron celos? Definitivamente esto se está saliendo de control. Debo alejarme de él.
Mi móvil sonaba con mayor intensidad, y ese ruido me atormentaba.
Conteste.
Mientras caminaba a mi salón de clases.
Cálculo era mi primera materia del día.
—¿Aló?—dije malhumorada. Aún pensaba en Chad.
—Hey ¿Dónde estás? Ya casi comienza la clase, el profesor llegó y morirás al saber quién es.—Dijo Camyl apenas conteste.
—¿De qué hablas? Voy llegando, ¿Quién es el profe? ¿No es Ulacio? Él dio el semestre pasado...Camyl río.
—No. Ulacio no es...Y apúrate amiga, ya comenzó la clase.—Dijo y mi cabeza estalló al pensar ¿Quién rayos será?
—Mierda, ¡Voy!
Colgué.
Comencé a correr, y me di cuenta que tengo que hacer más deportes.
Joder, estas piernas flácidas no son buenas para estos trotes.
Minutos después entre al aula de cálculo, intente pasar sin pedir permiso y sigilosamente pero no funciono. Al segundo escuché a mi espalda la putrefacta voz del profesor. ¡Vaya! Que agradable sorpresa señorita Johnson, hasta que por fin se digna a aparecer."
La voz me pareció conocida, pero la vergüenza arropó por completo mi mente, baje la cabeza. Y al minuto la levante para disculparme con él.
—¡Maldición!—grité.
Y todos clavaron sus miradas chismosas en mí.
Trague saliva para no vomitar en este detestable momento.
¡Maldita sea! ¿Por qué tú? ¿Por qué tú? —Eran las palabras que se repetían una y otra vez en mi mente.
—¿Se encuentra bien señorita Johnson?—preguntó el profesor, al ver que había quedado inmóvil, no podía creer la realidad antes mis ojos.—Señorita Johnson, le hice una pregunta.—decía mientras que yo seguía congelada.
Mi mente seguía sin reaccionar. Tal vez no quería enfrentar la realidad, y era mucho más fácil quedarme estancada en mi cabeza, la cual tiene millones de preguntas pero puedo lidiar con eso.
—Lo siento profesor, hoy no ha sido un buen día para ella.—Camyl comentó acercándose, para sacarme de esta situación. Me tomó del brazo y me sentó en mi asiento.
Aun no reaccionaba.
—Descuide señorita Jones, entiendo la situación de su amiga.—Dijo volteandose al pizarrón.—Abran la página dos del libro.—indicó.
Todos me olvidaron y le prestaron atención al pizarrón.
—¿Qué m****a te pasa, Zoe?—preguntó Camyl en voz baja.
—Si Zoe, ¿Qué rayos fue eso?—Dijo Austin.
Reaccione.
—¿Disculpen? Es clara la situación ¿No?—Dije furiosa. Al ver que el maldito profesor era Chad Harris.
Los chicos rieron.
—¡Basta Zoe! No es tan malo que él esté aquí.—Dijo Austin entre risas.
—Es cierto Zoe, además cuando comenzó la clase nos dijo que no va a mandar tareas, Chad es genial como profesor.—Comentó Camyl.
—Como sea, si a ustedes les cae bien pues bien por ustedes.—Dije sin poder creer aun lo que estaba pasando. Cuando hace rato me dijo que estaría aquí por trabajo me imaginé que estaría en el campus o de conserje. Jamás me imaginé que sería de profesor.
Las horas pasaron lentas. Y en ningún momento preste atención a la clase, solo estaba sentada esperando que sonara el maldito timbre para enfrentar a Chad. Estaba a punto de enloquecer. Se supone que me alejaría de él para oprimir cualquier sentimiento, y ahora es mi maldito profesor. Sigo sin creer que esto me esté pasando.
¡Maldita sea!
¿Cuándo será que mi vida volverá a ser normal? Quiero mi insignificante vida de vuelta.
Mejor dicho; Quiero a Noah Harris de vuelta.
La clase se sintió eterna pero al fin había finalizado.Estaba sentada esperando que salieran todos para poder acercarme a ChadFaltaban pocos chicos, estaban a punto de salir.Apenas salieron, gruñí molesta.—¡Por fin!—Me dirigí hacia Chad, quién me esperaba sentado en su escritorio.—¿Qué mierda es esto, Chad?—Le reclame con autoridad, como si tuviera poder sobre él.Chad río—Cálmate, quieres...—dijo con su estúpida y encantadora sonrisa.—¡No! No puedo, necesito una explicación Harris y hablo en serio.—¡Demonios! Solo estoy de suplente, no me quedaré mucho tiempo. Tampoco me agrada estar aquí contigo.—Yo no he dicho eso.—Dije bajando un poco mi mal humor, al ver que él lo subió.—No hace falta hablar Zoe. Tengo muy claro que no quieres verme ni en pintura.—Manifestó frío y cortante. Dejándome sola.Sentí un vacío horrible en mi pecho cuando se marchó.Nunca me imaginé que el hermano de mi ex fuera mi profesor. Se supone que esto no sería así, se supone que este semestre iba a ser
Me desperté pensando en Hannah, lamento tanto lo que le pasó a sus padres, que hoy estoy decidida hablarle. Ayer había optado por dejar que el tiempo cure todo, que ponga todo en su lugar pero, no. No puedo hacer eso, si Amber muriera yo quisiera que mis amigos estuvieran cerca de mí por eso hoy dejaré mi orgullo a un lado y le hablare a la persona que por un largo tiempo estuvo para mí.Lo siento Austin pero esta vez no te haré caso.Suspire.Me dirigí al baño a refrescarme la cara, luego me coloque lo de siempre; jeans ajustados, camisa casual con zapatos deportivos y mi mochila la cual nunca puede faltar. Me mire en el espejo y estaba perfectamente normal, sonreí mientras me acomodaba un poco el cabello.Baje al estar lista, fui a la cocina y abrí el refrigerador. Saque una manzana, y me dirigí a esperar el autobús escolar.Ojalá las cosas con ella salgan bien, ojalá que hoy no me encuentre a Chad simplemente deseo que hoy sea un buen día. —Pensé.Espere. Espere y espere el autobús
Ben. Entre apurado al auditorio, la clase con Angelic se pasó un poco de la hora y me retraso para ir al ensayo, tuve que correr para poder llegar y cuando entre al auditorio escuche esa hermosa voz ¿Quien cantara? ¿Un ángel? Porque eso parece, ¡Dios!. Camine deslumbrado hacia el escenario y apenas finalizó aplaudí fuerte mientras la mire, y ella me sonrió. “¡Oh! Ben, hasta que por fin nos honras con tu presencia” —comentó en tono burlista la profesora Luz. Reí. Amo su sentido del humor. —¡Lo siento Luz! Pero ciencia es más importante que tú(?)—dije y ella rió. —Basta de bromas—expresó manteniendo las risas—Zoe querida tienes una celestial voz, toma asiento, igual tú Ben—manifestó. Al escuchar su nombre aun más me cautivo, ella se sentó en la primera fila y a su lado por supuesto que iba yo. — Hola ¿Cómo estás? ¿Audiciones para el papel de ángel me imagino?—Dije sonriendo. Zoe. Cante desde mi corazón y creo que funciono porque todos me aplaudieron. Estoy sentada esperando los
ChadMe encuentro en un mar de confusiones y todo por Zoe ¿Será que hice bien en confesarle lo que siento? Jamás me atreví a hacerlo antes con alguien, es que ninguna chica despertaba en mí este sentimiento llamado amor.Suspiré.A pesar de todo me alegro verla, aunque se fuera sin darme una respuesta, nunca la podría odiar. Lo sé, porque lo he intentado miles de veces por ser la chica que mi hermano amó y ama con locura, pero no puedo, Zoe se ha metido en mí hasta los huesos, me enamore perdidamente de ella como tal vez mi hermano Noah lo hizo.¡Joder! ¿Por qué me pasa esto a mí? En vez de estar pensando ¿En como rayos conseguí el papel principal? En lo único que pienso es en... ella, ¿Qué estará pensando ella de mí?Zoe.Me comporte como estúpida.Lo sé.Lo peor es que Chad debe estar odiándome mientras que yo lo estoy amando por su confesión. Confesión que se repite y repite en mi mente a cada puto minuto y aunque este mal que esté sintiendo esto, quiero gritarle al mundo mis sen
Arropada de punta a punta por el frío bestial que está haciendo en Boston en estos tiempos, me daba flojera levantarme, anoche no la pase tan bien. Dormí pensando en Noah y en Chad ¿Por qué mierda me tuvo que suceder esto a mí? ¿Por qué me tuve que enamorar de él? ¿Acaso no había otra persona en este mundo? Era el pensar en eso lo que no me dejo dormir por completo. Pensé que había caído como bebé recién nacido en la cama y así fue pero solo por unos minutos...Dios, mi vida sería más fácil si me hubiera enamorado del cartero ¡En serio!—“¡Joder! ¿El cartero?”—musité nerviosa mientras salí corriendo hacia el buzón. Pase por la cocina y mi madre hacía el desayuno para su nuevo “esposo” pero yo le diría pasatiempo favorito. —¡Buenos días, Amber! — La salude y ella al instante me pregunto a gritos—¿Querrás que te prepare el desayuno para el colegio?—¡Siii, Amber! —contesté saliendo apurada hacia afuera.Usaba mi pijama de short blanco con encaje y un auto Mustang que pasó por mi calle
Correr no me sirvió de nada, no pude alcanzarlo pero al pasar por los casilleros él estaba posado sobre su loker y con ella.Con Hannah Williams.Sinceramente me alegré de verlos a ambos, por fin podría hablar con Hannah y solucionar todo, así que me acerque sin dudarlo.—Hola—le exprese a ambos cuando me acerque, Chad respondió a mi saludo con una encantadora sonrisa de oreja a oreja, mientras Hannah hizo un mal gesto con los ojos ignorándome.—Como te decía Harris...—Chad estaba recostado de su casillero.—Habrá mucho alcohol y toda clase de juegos para nuestra edad, ¿Entonces...? ¿Irás a mí fiesta, o no? —le comentó Hannah a Chad ignorando completamente mi existencia, de nuevo. Hace días quería hablar con ella pero por motivos extraños no lo había hecho y creo que este es el momento ¿no? Quizás así cambie su actitud conmigo.—Bu-Buen—decía Chad y lo interrumpí—¿Oye Hannah? —ella volteó a mí—Hace un par de días, quería decirte que lamento tanto lo de tus padres, si hubiera sabido eso
Amber.Mi rostro ardía, sentía ese puñetazo en mi cara todavía ¿Hasta cuándo permitiré esto? Aún estoy en el suelo sin poder moverme y debo levantarme antes de que venga Zoe a casa. Intente ponerme de pie pero fue imposible, esa patada que me dio directo en él estomago dolía mucho aún ¿Qué rayos hice para merecer esto? Esa pregunta me la he hecho durante todos estos meses a su lado.Durante la golpiza intente en protegerme arropando todo mi cuerpo con mis brazos aunque desafortunadamente no sirvió de nada, pues sentí como si se partiera cada hueso de mi cuerpo... Creí que me mataría y fue ahí cuando mis esperanzas se esfumaron, dejándome golpear como bolsa de basura por él. La sangre abunda en mi sala donde estoy tirada, Alexis se marchó sin importarle mi estado pero, antes me dijo que le guardara la cena. Sí, eso significa que volverá y la verdad no quiero que regrese nunca más pero... ¿Cómo decirle que se vaya para siempre? ¿Como decírselo sin que termine con mi vida? Aún no quiero
Alexis se sobresaltó de la impresión al escucharme.—Quítate mocosa—me empujo hacia un lado—deja de hablar tonterías, necesito hablar con tu madre.—indicó como si tuviera derecho sobre mí. Como si fuese mi padre, si es que alguna vez tuve claro.—No irás a ningún lado—tire de su brazo para detenerlo—Lárgate de mi casa antes de que llame a la maldita policía.—le ordené con firmeza y seriedad mientras que una bomba nuclear de ira estaba a punto de explotar dentro de mí.—¿Como dices niñita?— apretó mi cuello al instante haciendo latir lento mi corazón—Si te atreves a hacer algo, juró que tú madre y tú no la podrán contar.—Me amenazó mientras poco a poco apretaba con fuerza mi cuello dejándome con poco aire para respirar.«Nunca me imagine estar en esta situación, sin embargo aquí estoy. Esto me comprueba que cada puto ser en el mundo no es tan diferente, todos pasamos por la misma mierda»Alexis me supera en tamaño y fuerza, yo estaba a punto de perder el conocimiento, mi vista se torna